Uno de los principales bancos en la Argentina cree que la salida de los controles cambiarios, muy comentada estos días por la baja de la brecha y la inflación, será gradual. Así lo afirmó BBVA, la sexta entidad en importancia medida por activos en el país, cuando señaló que espera que el Gobierno continúe liberando el cepo cambiario "gradualmente" durante todo 2025. "Esperamos que el gobierno aproveche el entorno favorable para ir flexibilizando gradualmente controles cambiarios durante el primer trimestre del año, aunque es muy poco probable una liberación total antes de las elecciones", sostiene.
BBVA sostiene que la contracara de la estabilidad cambiaria y el ingreso de capitales es una apreciación del tipo de cambio real bastante rápida respecto de años previos, ubicándose hoy en niveles comparables a diciembre 2017. "A ello, se le suma la baja del impuesto PAIS en diciembre", advierte. La entidad proyecta que el tipo de cambio alcance $1.030 en diciembre de 2024 y $1.470 en diciembre del 2025, "con un tipo de cambio ya unificado".
Crecimiento económico 2025
En otras consideraciones, el banco espera una menor caída del PIB en 2024 (-3,8%), pero el atraso en la liberalización del cepo recorta el rebote a 5,5% en 2025. "Moderamos a -3,8% la caída esperada del PIB en 2024 dado el desempeño del sector agrícola, por la recuperación de la sequía, y el consumo traccionado por mejoras de salarios reales. En 2025 el consumo privado será el principal motor del crecimiento del PIB acompañado por la consolidación exportadora del sector energía", sostiene. Y dice: "El retraso en la regularización del mercado de cambios ralentiza procesos de inversión y planes de gasto por lo que recortamos el crecimiento del PIB a 5,5% del 6% que esperábamos antes".
La mejora en la actividad económica junto con la eliminación de restricciones (entre ellas, el impuesto PAIS), incentivará a las importaciones de bienes y servicios, lo que reducirá el superávit comercial, acota BBVA. Por ello, sumado a la mayor carga por pago de intereses al exterior, proyecta que el año que viene Argentina tendrá déficit de cuenta corriente (aunque inferior a 1% del PIB).
Reservas en la mira
Con respecto a las reservas internacionales brutas, que aumentaron gracias al blanqueo, contrastan con las netas se mantuvieron estables por los pagos de deuda. "El gobierno ya le ha comprado los dólares al BCRA para pagar el vencimiento con los acreedores privados de enero por aproximadamente US$ 4.000 millones. Además, desde fin de septiembre ha abonado un pago de intereses al FMI de US$ 820 millones, vencimientos de BOPREAL por US$ 500 millones y US$ 750 millones a otros multilaterales", enumera.
Los depósitos en dólares aumentaron aproximadamente US$ 14 mil millones gracias al blanqueo de capitales. Y estiman que en la medida que esos fondos se canalizan al crédito al sector privado, aumentan las liquidaciones de esas divisas en el mercado oficial de cambios y contribuyen a la recomposición de reservas internacionales del BCRA.
BBVA señala que hay menos margen para seguir ajustando vía gasto. "El gobierno deberá contar con un aumento en los ingresos. El gasto en jubilaciones y pensiones aumentará en 2025 debido a la fórmula vigente de ajuste y a la caída de la inflación. También los gastos de capital posiblemente crezcan desde los niveles muy bajos actuales, para mantener la infraestructura", detallan.
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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre que publica el INDEC podría ubicarse en torno al 3%.
Inflación en picada libre
Por eso, esperan que el gobierno sostenga el equilibrio fiscal, pero que deberá mejorar sus ingresos con mayor recaudación o venta de activos del Estado. "Cabe mencionar que el resultado financiero podría ser hasta 1,5% del PIB inferior al reportado si se computan los intereses por títulos del Tesoro capitalizables (LECAPs / LEFIs) o cupón cero emitidos bajo la par", advierten.
Con respecto a los precios, la entidad de origen español espera que la inflación alcance 120% en 2024 y desacelere a 35% para 2025, en vista del piso que todavía impone el ajuste remanente de precios regulados, la recuperación de salarios reales y la normalización del mercado de cambios. "De todas formas, el balance de riesgos está claramente sesgado hacia una todavía menor inflación el año que viene", afirman.