Este lunes 30 de junio, el plan Cuota Simple, impulsado por el Gobierno para financiar compras en 3 y 6 cuotas fijas, llega a su fin. La medida responde a la decisión oficial de abandonar los esquemas de crédito subsidiado para impulsar el consumo, delegando esa función al sector privado.
La finalización de este programa, que reemplazó al anterior Ahora 12, deja un escenario donde comercios y consumidores deberán recurrir a nuevas herramientas para financiar sus compras. En ese contexto, varias empresas del sector privado decidieron lanzar programas que reemplazan a Cuota Simple a partir de distintos sistemas de financiamiento.
Qué era Cuota Simple
El plan Cuota Simple fue una herramienta de financiamiento creada por el Gobierno en febrero de 2024 para impulsar el consumo en un contexto de fuerte caída de la actividad económica. Surgió como reemplazo del histórico programa Ahora 12, con el objetivo de sostener la demanda interna mediante la posibilidad de comprar en 3 y 6 cuotas fijas con tarjeta de crédito y tasas subsidiadas, sobre una amplia gama de productos y servicios nacionales.
En sus primeros meses de vigencia, Cuota Simple abarcó rubros como indumentaria, electrodomésticos, tecnología, muebles, turismo, espectáculos, y otros sectores de consumo masivo. Las operaciones se realizaban exclusivamente con tarjetas de crédito bancarias, y el comercio recibía el pago en plazos más cortos respecto a otros esquemas.
Sin embargo, la participación del programa comenzó a perder fuerza en los últimos meses, sobre todo por la aparición de alternativas privadas. En abril, por ejemplo, se realizaron algo más de 3 millones de operaciones bajo Cuota Simple, con un volumen total de $433.755 millones. Además, el ticket promedio fue de $139.719. Con relación a marzo, la facturación creció 2,6% en términos nominales, pero ajustada por inflación, el volumen cayó 4,1% en términos reales.
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Indumentaria, electrodomésticos, tecnología, muebles, turismo y espectáculos, los sectores más alcanzados por Cuota Simple.
La decisión de discontinuarlo a partir del 30 de junio responde a la política del Gobierno de recortar esquemas de financiamiento subsidiados y trasladar el incentivo al consumo al sector privado, en línea con su orientación de menor intervención estatal en la economía.
Nuevas opciones del sector privado
Tras el anuncio del fin de Cuota Simple, una de las empresas que decidió reforzar su propuesta de pagos en cuotas fue Fiserv, habilitando un plan de hasta 12 cuotas fijas para compras con tarjetas de crédito bancarias. Este esquema no requiere adhesiones especiales para los comercios que ya operen con Clover, PosNet o plataformas de comercio electrónico, y mantiene una tasa promocional equivalente a la de Cuota Simple. Además, contempla acreditaciones a 48 horas, sin topes de monto ni restricciones de rubro, lo que le otorga mayor flexibilidad frente al esquema oficial.
Según Juan Ignacio de la Torre, SVP & General Manager de Fiserv para América Latina Sur, “mantener los planes de financiación facilita el acceso a productos de mayor valor para los consumidores y permite sostener el volumen de ventas”.
Otra de las alternativas será la de Payway, que presentó su programa Cuotas MiPyME orientado a pequeños y medianos comercios. Esta propuesta, que arranca el 1° de julio, ofrecerá 3 y 6 cuotas fijas con tasas promocionales y sin tope de financiación, replicando los mismos rubros habilitados por Cuota Simple: desde electrodomésticos y tecnología, hasta indumentaria, turismo, servicios de educación y reparaciones.
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Los comercios que ya estaban adheridos a Cuota Simple con Payway pasarán automáticamente al nuevo esquema, sin necesidad de trámites extra. Para el resto, la adhesión se gestiona online en la plataforma Mi Payway. “Nos parece fundamental que las pymes sigan contando con alternativas de financiación competitivas para sostener sus ventas”, sostuvo Emiliano Porciani, Chief Business Officer de Payway.
También la fintech Reba busca capitalizar la salida de Cuota Simple con una propuesta digital de financiamiento para comercios. El esquema contempla líneas de crédito con plazos y montos flexibles, tasas fijas en pesos y la posibilidad de gestionar todo el proceso de forma online, con aprobación rápida y mínimos requisitos.
Vanesa Di Trolio, Business Manager de Reba, explicó que estas soluciones “permiten a los emprendedores y comerciantes ampliar su negocio, optimizar sus operaciones y ofrecer mejores productos a sus clientes”, integrando así la financiación al ecosistema de venta digital.
Sostener el consumo masivo
La discontinuación de Cuota Simple ocurre en un momento donde el consumo minorista muestra signos de estancamiento. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en mayo las ventas minoristas pymes cayeron 2,9% interanual, profundizando un escenario de retracción que ya se arrastraba desde 2024.
Otros segmentos relacionados al consumo, como pueden ser el real estate y el automotriz, sí muestran signos de recuperación, según datos recientes del INDEC. Sin embargo, al tener en cuenta que el ticket promedio de estos planes ronda los $ 140.000, se entiende que están destinados a sostener e impulsar el segmento del consumo que viene más golpeado, como puede ser indumentaria y espectáculos.
Con la decisión oficial de retirar el apoyo al financiamiento subsidiado, la expectativa del sector privado es cubrir rápidamente ese espacio para no resentir las ventas, y aprovechar un consumidor que todavía valora la posibilidad de pagar en cuotas fijas, sin sorpresas ni costos ocultos.