Los motores del repunte fueron el consumo privado, que aumentó 11,6% interanual, y la formación bruta de capital fijo, es decir, la inversión, que trepó 31,8%. Entre los sectores de mayor dinamismo se destacaron la intermediación financiera (+27,2%), la pesca (+11,6%) y hoteles y restaurantes (+9%). Mientras tanto, la industria manufacturera subió 5,1% y la construcción, 6,1%.
“Los números son muy buenos, a pesar de que el primer trimestre estuvo influido por la incertidumbre en torno a la salida del cepo”, analiza Federico Domínguez, emprendedor y asesor financiero especializado en mercados de capitales.
Las cifras fueron celebradas por el propio presidente de la Nación, Javier Milei, quien destacó el 11,6% de crecimiento interanual del consumo privado por sobre el resto de los datos. Sin embargo, muchos reclamaron que el consumo masivo continúa reprimido, un escenario que, según los especialistas, puede ocurrir en paralelo.
¿Por qué creció el PIB impulsado por el consumo privado?
Daniel Schteingart, magíster en Sociología Económica, da tres razones para explicar el crecimiento del consumo privado que impulsa el crecimiento del PBI:
- Más compras de bienes durables, como autos, motos y electrodomésticos. Esto se debe a que subieron muy por debajo de la inflación y al retorno del crédito en cuotas (producto de la baja de la inflación).
- Récord de turismo al exterior, que también cuenta como parte del consumo privado. Esto se debe al dólar barato.
- Recuperación gradual del consumo de alimentos tras la baja de 2024. Aunque el consumo en supermercados sigue bajo, eso no significa necesariamente que comamos menos: cada vez compramos más en otros canales, como deliveries, comidas preparadas, dietéticas y otros comercios especializados. Esto es una tendencia que viene de más atrás.
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Qué ocurre con el consumo en supermercados
Si bien las estadísticas macro muestran un escenario en recuperación, la percepción en sectores clave del consumo masivo todavía es de cautela. La última Encuesta de Tendencia de Negocios a supermercados y autoservicios mayoristas, también elaborada por el INDEC, refleja que, aunque el pesimismo comienza a frenarse, persiste una fuerte incertidumbre.
En mayo, solo un 5,8% de las empresas consideró “buena” su situación comercial, contra un 30,4% que la calificó como “mala”. El acceso al financiamiento es una de las principales trabas: apenas un 4,3% definió como “fácil” su vínculo con el crédito, y el balance general en este ítem fue de -18,8%.
Vale recordar que la semana pasada el INDEC divulgó cifras sobre el consumo tanto en supermercados como en autoservicios durante el mes de abril. En ese mes, los supermercados reportaron ventas a precios corrientes por un total de 1.975.885 millones de pesos, lo que representa un aumento del 48% en comparación con abril de 2024. Sin embargo, este crecimiento no se traduce completamente en una recuperación real, ya que el índice de ventas a precios constantes mostró una caída intermensual del 3,6%.
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Encuesta de Tendencia de Negocios a supermercados y autoservicios mayoristas
Mientras tanto, los autoservicios mayoristas indicaron que sus ventas alcanzaron los 300.109 millones de pesos, un incremento del 28,5% respecto al mismo mes de 2024. No obstante, el índice de ventas a precios constantes registró una disminución del 2,9% intermensual y una caída acumulada del 6,6%. Entre los productos más demandados se destacaron la indumentaria y los artículos de limpieza, que vieron subidas significativas en su facturación. El ticket promedio fue de $36.439, con un aumento del 18,8% frente al mes anterior.
"El consumo privado es la suma de todo lo que compran las personas y los hogares. Según las cuentas nacionales: el 55% del consumo privado son bienes, y el 45%, servicios. Dentro de los bienes, se destacan los alimentos y bebidas, que representan el 28% del total del consumo privado y la mitad del consumo de bienes. El resto de los bienes incluye: medicamentos, productos de higiene, ropa, calzado, autos, motos, nafta, electrodomésticos, electrónica, muebles, entre otros. Entre los servicios, se destacan: gastronomía, alquileres, servicios financieros, salud privada, telecomunicaciones, transporte, arte, recreación, alojamiento y servicios públicos", explica Schteingart.
Entonces, ¿por qué el consumo privado alcanzó un pico histórico en el primer trimestre de 2025, si el consumo en supermercados está flojo? "Porque el consumo en supermercados representa solo el 5% del consumo privado total. Es un error común pensar que si cae el consumo en súper, cae todo el consumo. Además, el supermercado no es el canal principal de compra de alimentos y bebidas. Según la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (2017-2018), más del 65% de las compras de alimentos y bebidas se hacen en autoservicios, almacenes, comercios especializados, kioscos y otros canales alternativos. Y todo indica que ese porcentaje fue en aumento en los últimos años", reflexiona Schteingart.
¿Los usuarios se vuelcan al ecommerce?
El viernes pasado, durante una entrevista, Milei señaló que “cambió la metodología de consumo de la gente”. “Es un mejor proxy mirar lo que pasa con las ventas de Mercado Libre que otros indicadores de consumo”, destacó.
En esa línea, datos de la consultora Scentia a mayo así lo muestran. En la mirada completa (todos los canales de distribución), por tercer mes consecutivo, la variación es positiva, alcanzando un 5,5% frente a mayo de 2024, y logrando que el acumulado también se posicione de manera positiva por primera vez en el año (suba del 0,6%).
- Mayoristas: comportamiento negativo de -6,2% en mayo y acumulado anual de -4,4%.
- Farmacias: continúan positivas con +1,2% en mayo y un acumulado anual cercano al +7%.
- E-commerce: tras un retroceso en abril (-0,6%), retomó el crecimiento con +11,4% en mayo y un acumulado de +7,2% al quinto mes del año.
- Kioscos y almacenes (K+T): mantienen doble dígito positivo con +16,1% en mayo y cerca de +10% en el acumulado anual.
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E-commerce: tras un retroceso en abril (-0,6%), retomó el crecimiento con +11,4% en mayo y un acumulado de +7,2% al quinto mes del año.
"Seguramente encontraremos parte de la explicación a estos resultados dispares en la racionalidad y cercanía para comprar pocas unidades y controlar el gasto. También favorece a este contexto la tendencia a la baja de la inflación, que comienza a dar referencias de precios, facilita la decisión y elección del lugar de abastecimiento", explica Scentia.
¿Qué esperan los supermercadistas?
De cara al trimestre junio-agosto, el 76,8% de las firmas consultadas para la Encuesta de Tendencia de Negocios espera estabilidad en su situación comercial, un 15,9% proyecta mejora y solo un 7,2% prevé retrocesos. Esa composición empuja el indicador de expectativas hacia terreno positivo.
Sin embargo, los niveles de inversión y expansión no acompañan del todo ese optimismo. Solo un 8,7% planea aumentar sus pedidos a proveedores y apenas un 1,4% prevé contratar más personal. En cambio, un 20,3% proyecta recortes de empleo. Las subas de precios seguirán presentes: el 44,9% de los consultados estiman que aumentarán sus precios promedio en los próximos meses.
Finalmente, la demanda interna sigue siendo el principal freno para el crecimiento, señalada como la mayor limitante por el 53,6% de los encuestados. Le siguen el costo laboral (26,1%) y el costo del financiamiento (8,7%).
