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El secretario de Estado Antony Blinken en la conferencia de prensa en Tel Aviv.
AFP
El secretario de Estado, Antony Blinken, explicó que estas medidas forman parte de un esfuerzo más amplio para contrarrestar las actividades malignas de Rusia en todo el mundo. Además de Argentina, Blinken mencionó la influencia de RT en otros países de la región, como Venezuela y México, donde el canal ha logrado establecer una fuerte presencia. "No nos quedaremos quietos mientras RT y otros actores apoyan de forma encubierta las actividades malignas de Rusia", afirmó Blinken durante una rueda de prensa.
Operaciones desestabilizadoras
Argentina ha sido uno de los países más señalados en el informe del Departamento de Estado sobre las operaciones encubiertas de RT en la región. Según el cable de la agencia AFP, las actividades de desinformación de RT en Argentina están dirigidas a desestabilizar al gobierno de Javier Milei y a generar tensiones con los países vecinos. Estas operaciones forman parte de una estrategia más amplia de Rusia en América Latina, que busca desafiar la influencia de Estados Unidos en la región y proyectar a Rusia como una potencia alternativa.
RT en Español ha sido el principal vehículo de esta campaña de desinformación, aprovechando las redes sociales y las plataformas de medios digitales para llegar a una audiencia amplia. Según el Departamento de Estado, RT ha reclutado de manera encubierta a periodistas y personalidades de redes sociales en Argentina para que difundan contenido prorruso sin revelar su conexión con el canal. Estas tácticas han permitido a RT eludir las restricciones impuestas a sus actividades en otros países y continuar expandiendo su influencia.
El caso de Argentina no es aislado. Estas operaciones encubiertas también se han observado en otros países de América Latina, como Venezuela y México, donde RT ha logrado establecer una presencia mediática significativa. "RT ha dejado de ser simplemente un canal de noticias, ahora es un brazo de facto del aparato de inteligencia ruso", afirmó Blinken.
Estas operaciones no solo tienen el objetivo de influir en la política interna de estos países, sino también de aumentar la polarización social y sembrar dudas sobre la legitimidad de las instituciones democráticas. Según un informe reciente de la Harvard Kennedy School, el 74% de los usuarios de internet en América Latina se sienten vulnerables a la desinformación, lo que ha facilitado la penetración de medios como RT en la región.
El poder blando de Rusia en Latinoamérica: RT como herramienta geopolítica
Desde su lanzamiento en 2009, RT en Español se ha consolidado como una herramienta clave de la política exterior rusa en América Latina. Con una audiencia de millones de personas en toda la región, RT ha utilizado su plataforma para difundir una narrativa que presenta a Rusia como un defensor de los intereses del Sur Global y un contrapeso a la hegemonía de Estados Unidos. Esta narrativa ha encontrado eco en varios países de la región, donde el sentimiento antiamericano y la desconfianza hacia los medios locales han crecido en los últimos años.
La estrategia de RT en América Latina se basa en tres factores clave: el déficit de medios de comunicación no occidentales, el sentimiento antiestadounidense y el desconocimiento general sobre la Rusia contemporánea. Según Vladimir Rouvinski, profesor de la Universidad Icesi de Colombia, RT ha aprovechado hábilmente estos factores para ganarse a la audiencia latinoamericana. "El gobierno ruso intenta fomentar la idea de que Rusia es una versión renovada de la Unión Soviética, que lidera la lucha contra el imperialismo estadounidense", afirmó Rouvinski en un reciente análisis.
En América Latina, RT en Español ha superado en popularidad a sus versiones en inglés, árabe y francés, lo que demuestra el éxito de su estrategia en la región. En 2018, RT en Español tenía una audiencia de 18 millones de personas y más de 25 millones de seguidores en redes sociales, convirtiéndolo en uno de los medios extranjeros más influyentes en la región. Esta influencia se ha traducido en una creciente polarización social, ya que los contenidos de RT a menudo se centran en criticar a Estados Unidos y los valores occidentales, en lugar de ofrecer una cobertura imparcial de los eventos globales.
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La estrategia de RT no se limita a la emisión de noticias tradicionales. En los últimos años, el Kremlin ha adoptado un enfoque más sofisticado para difundir su mensaje, utilizando influencers y plataformas de redes sociales para llegar a una audiencia más amplia. Según un informe del Atlantic Council, RT ha reclutado de manera encubierta a personalidades de las redes sociales en América Latina para que promuevan contenido prorruso sin revelar su conexión con el canal. Estos influencers han sido utilizados para difundir narrativas favorables a Rusia, especialmente en relación con la invasión de Ucrania.
La desinformación es un pilar clave en la estrategia de influencia de RT. Los medios estatales rusos, como RT y Sputnik, han utilizado sus plataformas para difundir teorías de conspiración, información falsa y narrativas que justifican la guerra de Rusia contra Ucrania. Según un estudio del Atlantic Council, RT en Español fue el tercer dominio más compartido en Twitter en temas relacionados con la guerra en Ucrania, solo superado por YouTube y el diario español El País.
Un ejemplo reciente de esta estrategia fue el video difundido por RT en Español en el que la banda de Los Lobos reivindicaba el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio. Este video, que resultó ser falso, formaba parte de una narrativa más amplia que sugería que Estados Unidos estaba utilizando el asesinato para interferir en los asuntos internos de Ecuador. Este tipo de desinformación es común en los contenidos de RT, que a menudo presentan a Estados Unidos y sus aliados como los responsables de los problemas políticos y económicos en América Latina.
Sanciones internacionales y la situación de RT en Argentina
Russia Today ha enfrentado restricciones significativas en varios países occidentales desde el inicio de la invasión de Ucrania en 2022. En la Unión Europea, RT fue prohibida en marzo de 2022 como parte de las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania. La medida, adoptada por la Comisión Europea, afectó tanto a las emisiones televisivas como a las plataformas en línea, bloqueando el acceso de RT en los 27 estados miembros. Reino Unido siguió un camino similar; el regulador de medios Ofcom revocó la licencia de RT en marzo de ese mismo año, tras múltiples investigaciones sobre el incumplimiento de las normas de imparcialidad en sus contenidos.
Otros países adoptaron medidas similares. En Canadá, las principales compañías de telecomunicaciones eliminaron RT de sus servicios de televisión en marzo de 2022, y poco después, la Comisión Canadiense de Radio, Televisión y Telecomunicaciones (CRTC) formalizó la prohibición de su transmisión. Estados Unidos, aunque no ha prohibido formalmente el canal, ha visto cómo plataformas tecnológicas clave como YouTube, Meta (Facebook e Instagram) y Twitter bloquearon las cuentas de RT, limitando su capacidad de difusión. En Australia, RT fue retirada de las plataformas de televisión por cable en marzo de 2022, aunque sin una prohibición gubernamental directa.
Estas restricciones han sido parte de una respuesta coordinada en Occidente frente al rol que se le atribuye a RT en la difusión de desinformación y en la justificación de la invasión rusa a Ucrania. Más de 30 países occidentales han implementado medidas para bloquear o limitar el acceso a RT, que ha pasado de ser un medio más a convertirse en una herramienta clave de la diplomacia y el poder blando ruso.
Sin embargo, el caso de Argentina presenta un contraste interesante. Mientras que en gran parte de Occidente RT ha sido prohibida o limitada, en Argentina la cadena ha continuado operando con normalidad desde su llegada al país en 2014, bajo un acuerdo entre los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Vladimir Putin. Este acuerdo permitió la inclusión de RT en la Televisión Digital Abierta (TDA), el sistema estatal de televisión en Argentina, como una opción más dentro de la grilla de canales gratuitos.
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Desde su inicio, la presencia de RT en Argentina ha sido motivo de controversia. Diversos sectores han criticado la inclusión del canal en el sistema público de medios, argumentando que su contenido, visto por muchos como propaganda del Kremlin, podría tener un impacto negativo en la audiencia argentina, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania y otros conflictos internacionales en los que Rusia juega un rol protagónico.
Un intento importante de remover RT de la televisión pública ocurrió en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando se buscó priorizar contenido local sobre medios internacionales como RT. Sin embargo, tras negociaciones con el gobierno ruso, esta decisión fue revertida durante la presidencia de Alberto Fernández, permitiendo que RT continúe emitiendo a través de la TDA. Esta situación no ha variado con la llegada de Javier Milei a la presidencia.
Además de su presencia en la televisión y los medios en general, RT ha buscado consolidar su influencia en Argentina mediante colaboraciones con el sector educativo. En julio de 2024, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) anunció un acuerdo con RT para ofrecer un programa de formación destinado a capacitar a estudiantes en la producción de contenidos televisivos y multimedia. Si bien este acuerdo ha sido defendido por las autoridades universitarias como una oportunidad para ampliar las opciones de formación, algunos sectores lo ven como un intento más del Kremlin para expandir su influencia en el ámbito académico argentino.
La colaboración ha generado cierta controversia en el ámbito político y académico. Mientras algunos critican la presencia de RT en una universidad pública, advirtiendo sobre el riesgo de que se promuevan contenidos alineados con la agenda geopolítica rusa, los responsables del programa han insistido en que se trata de un acuerdo meramente académico, sin implicaciones políticas. "Consideramos fundamental construir articulaciones y estrategias para que las/os/es estudiantes puedan continuar su formación académica en prácticas comunicacionales", afirmó Ayelén Sidun, decana de la Facultad de Periodismo, defendiendo la validez del programa.
