22 de diciembre 2025 - 18:01hs

Digámoslo de una vez: Javier Milei nunca quiso a Mauricio Macri ni al PRO. Se aprovechó de su imagen en medio de la campaña de 2023, cuando era el único candidato que no lo criticaba. Sabía que, de ese modo, no solo atraía parte de su electorado sino que provocaba una desconfianza fenomenal en Patricia Bullrich sobre la figura del expresidente. Después, la victoria de LLA fue haciendo su trabajo, sin prisa, pero -sobre todo- sin pausa. Y todo indicaría que el Presidente solo volverá a recurrir a Macri cuando no tenga otro palo donde protegerse.

"Milei fue deshilachando a Mauricio con la precisión de un relojero. Si no sabía de política, aprendió rápido", dice una exdiputada del PRO que colaboró con las leyes que mandaba el Ejecutivo al Congreso, a pesar de que no siempre estaba a favor. Nicolás Maquiavelo estuvo particularmente interesado en analizar la situación del príncipe frente al que lo ayudó a llegar. "Es necesario que el nuevo príncipe haga desaparecer la estirpe del antiguo príncipe", dijo el florentino, quien alertaba sobre el peligro del foco de legitimidad alternativa del anterior en el presente. En su visión, no alcanza con desplazarlo, sino que se requiere anularlo políticamente, hasta eliminar su linaje.

Quizás esa sea la verdadera razón por la que Milei decidió ordenarle a Martín Menem (o lo ordenó Karina, más probablemente) que destroce los compromisos amarillos y construya una nueva alianza en el poder de control, el que se cuece en las paredes de la Auditoría General de la Nación (AGN), donde se ventilan los gastos de los gobiernos.

Más noticias

El padre de la idea

Nadie sabe a ciencia cierta quién fue el verdadero padre de la criatura de la traición. Nadie va a confesar. Pero son muchos los que aseguran que fue Juan Manuel Olmos, titular de la AGN, el que vio una puerta para hacer crecer la representación peronista a través de una operación precisa y sofisticada en la que pocos creían.

Se comenta que, primero, Olmos logró dictaminar que se investigará el último año de Alberto Fernández y el primero de Milei. Le hizo llegar la información a alguno de los tantos amigos que tiene en el Gobierno y ofreció un sistema para proteger ambas castas, la que salió en 2023 y la que entró en 2023. El único problema, habría dicho, es que LLA tendrá que votar con el kirchnerismo. También se comenta en Diputados que quien terminó de cerrar la operación fue Sergio Massa, aunque consultado por el periodista Luis Majul el domingo a la noche, el Presidente lo negó enfáticamente.

Quizás no fue él en forma directa, sino el diputado nacional Guillermo Michel el que sostuvo la bandera de esa negociación en el recinto. ¿A Massa lo tocó convencerlo a Máximo? Por el lado del Gobierno, todos coinciden en que la negociación la encaró solo "Lule" Menem. Y, por supuesto, niegan un "pacto". Aunque no pueden explicar por qué se votó a las 3 am sin el consenso de los bloques aliados, que habían votado minutos antes lo que el oficialismo quería.

Porque esa es la otra incógnita. Los gobernadores del norte, Osvaldo Jaldo, Gustavo Sáenz y Raúl Jalil, supuestos beneficiarios de la negociación, no votaron el capítulo XI. Es verdad que ya habían anticipado que no lo harían, lo que hace más incomprensible que el Gobierno haya respetado el acuerdo que tenía apenas unas horas, que tanto enojó al presidente del bloque PRO, Cristian Ritondo.

El amparo de la discordia

Con el asesoramiento del diputado Álvaro González, el bloque PRO presentó ante la justicia un amparo para frenar estas designaciones que calificaron de "anticonstitucionales". Destacaron que "la designación se realizó fuera del temario habilitado para las sesiones extraordinarias, en violación directa del artículo 63 de la Constitución Nacional". Argumentan que el decreto presidencial que convocó al Congreso no incluyó este tema. Destacaron que "la AGN es un órgano constitucional, clave para controlar cómo se utilizan los recursos públicos" y pidieron la nulidad de lo actuado.

Pero ni a Milei ni a Olmos (mucho menos a Massa, si es que está involucrado en el asunto) los van a asustar con un amparo. Y "desde el mismo modo que corrieron desesperados para votar a las 2:55 de la madrugada, hoy volvieron a apurarse para consumar una jura irregular", que se concretó hoy lunes por la mañana.

Mientras tanto, en Casa Rosada afinan la puntería para no fallar el viernes 26 de diciembre con el Presupuesto nacional, tal como lo pide el ministro Luis Caputo, que necesita demostrar respaldo legislativo para encarar la nueva etapa de vencimientos de intereses de la deuda. Y se suceden las reuniones que buscan asegurar los votos en el Senado, primero, y en Diputados, después.

¿Podrá lograrlo el Gobierno en medio de esta furia que se desató en el PRO? La mayoría de los consultados aseguran que sí, porque son las provincias las urgidas -junto a Caputo- en ordenar las cuentas que LLA dejó libradas a la discrecionalidad durante los dos últimos años. Otros, sin embargo, amenazan y dicen que no, que como mínimo los bloques aliados no darán quórum.

Habrá que ver para creer.

Temas:

Javier Milei Maurico Macri LLA Cristian Ritondo Sergio Massa Patricia Bullrich Martín Menem PRO

Seguí leyendo

Más noticias

Te puede interesar

Más noticias de Uruguay

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos