El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aseguró este domingo que España necesita “menos espectáculo y más propósito” y defendió que “otro clima político es posible” durante su intervención en la LXXIII Festa do Albariño de Cambados, en la provincia de Pontevedra, donde volvió a ejercer como Gran Mestre del Capítulo Serenísimo, título que ostenta en esta celebración desde hace años.
Un mensaje en favor de la moderación y el respeto
Desde el escenario de la popular fiesta gallega, Feijóo hizo un llamado a la calma y a rebajar la tensión política: “España vive tiempos inciertos, donde hace falta templar, pero también actuar; donde se necesita menos espectáculo y más propósito”, declaró.
Afirmó que su objetivo no es “alimentar trincheras”, sino “tender puentes”, e insistió en que el país necesita “un clima de más respeto y menos ruido, más acuerdo y menos cálculo, más trabajo serio y menos teatro”.
En su intervención, el líder del PP enumeró algunos de los desafíos que, a su juicio, tiene España “por delante”, como proteger el medio rural, garantizar oportunidades a los jóvenes, impulsar el turismo interior y dinamizar la economía sin perder el alma ni los valores que definen al país.
Referencias veladas al Gobierno y la economía
Aunque no hizo menciones directas al presidente Pedro Sánchez ni al Ejecutivo, Feijóo lanzó mensajes indirectos en forma de analogías relacionadas con la fiesta: “Casi todo el mundo sabe el presupuesto que trae para la fiesta y no prorroga el del ejercicio anterior”, ironizó.
Añadió con otro símil: “Si hace falta un referéndum, que sea para decidir qué maridaje es el mejor. Y a partir de ciertas horas, ya todo es una cuestión de confianza”.
El dirigente popular también se refirió a cuestiones económicas concretas, respaldando las palabras del presidente de la Denominación de Origen Rías Baixas, Isidro Serantes, quien había mostrado preocupación por la reducción de la tasa de alcoholemia y las políticas arancelarias de Estados Unidos. Feijóo se alineó con esta postura y reclamó “una ley razonable y unos aranceles razonables”.
Galicia como ejemplo y referencia
Feijóo, que presidió la Xunta de Galicia entre 2009 y 2022, aseguró que Galicia es ejemplo de la paciencia y el trabajo bien hecho: “En esta tierra se entendió pronto que la calidad no se improvisa, que el prestigio no se regala y que para que un vino tenga valor hay que darle tiempo, cuidar la cepa y trabajar cada etapa del proceso con paciencia”.
Según el dirigente del PP, estos valores también son aplicables a la vida pública, donde “el trabajo bien hecho, el sentido común y la confianza en que al final lo bueno vuelve” son fundamentales.
La polémica de las vacaciones y la respuesta de Feijóo
Durante su discurso, Feijóo también dedicó unas palabras a la polémica surgida esta semana por su afirmación de que “las vacaciones están sobrevaloradas”, comentario que generó críticas en redes sociales.
Restó importancia a la controversia y lo describió como “un pequeño asunto” que se “lió” en redes. Con un tono distendido, se dirigió a “quien no sabe distinguir una broma” y le sugirió: “Tómate un albariño y descansa”.
Explicó que sus palabras pretendían señalar que para muchos autónomos, desempleados, enfermos o estudiantes “las vacaciones no siempre son una posibilidad”, y que su comentario fue sacado de contexto.
El cargo de Gran Mestre y la Festa do Albariño
La Festa do Albariño, que se celebra cada verano en Cambados, es una de las citas más emblemáticas de Galicia, y Feijóo ocupa desde hace años el título honorífico de Gran Mestre del Capítulo Serenísimo.
Este año, volvió a asumir el papel tras no hacerlo en 2024 por motivos de salud. En tono humorístico, aseguró que no tiene intención de dejar el cargo:
“Este cargo solo se abandona por defunción. No tengo ningún interés en dimitir de él”, dijo, arrancando aplausos del público.
Añadió que, “mientras siga con vida y con voz”, seguirá acudiendo a la fiesta, que considera reflejo de la España “alegre y abierta” que defiende como modelo.
Un mensaje final de permanencia y unidad
Feijóo cerró su intervención insistiendo en su visión de un país menos crispado: “Otro clima político es posible: uno en el que las diferencias se aborden con respeto, en el que haya más acuerdos y menos cálculo, más trabajo serio y menos teatro”.
Para el líder del PP, la Festa do Albariño representa una España que celebra, dialoga y cuida sus tradiciones, valores que —dijo— deben inspirar la política.