Investigadores de la Universidad de California (UCSF), Estados Unidos, hallaron una relación entre el retraso para alcanzar el sueño REM con signos tempranos de la enfermedad de Alzheimer.
Los resultados de la pesquisa publicada en "Alzheimer's and Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association" se obtuvieron a partir del seguimiento efecutado sobre 128 personas con una edad media de 70 años de la unidad de neurología del Hospital de la Amistad China-Japón de Pekín. La mitad padecía la dolecia y aproximadamente un tercio tenía deterioro cognitivo leve. El resto tenía una normal.
"Futuras investigaciones deberían estudiar los efectos de ciertos medicamentos que influyen en los patrones de sueño, ya que podrían modificar la progresión de la enfermedad", destacó el doctor y profesor asociado del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la UCSF, Yue Leng.
Los participantes en el estudio durmieron toda la noche en la clínica para que los académicos pudieran medir su actividad de ondas cerebrales, movimiento ocular, ritmo cardiaco y respiración. Gracias a esta aproximación, se logró detectar que, de media, el grupo precoz alcanzó la fase REM menos de 98 minutos después de dormirse, mientras que el grupo tardío la alcanzó más de 193 minutos después de dormirse.
El nuevo signo temprano del Alzheimer
Según la investigación llevada a cabo por especialistas de la UCSF, los enfermos de Alzheimer son más propensos a tener un sueño REM retrasado, y también tienden a tener niveles más altos de las dos proteínas tóxicas, amiloide y tau, que se encuentran en las personas con esta condición.
"Si es insuficiente o se retrasa, puede aumentar la hormona del estrés cortisol. Esto puede dañar el hipocampo del cerebro, una estructura crítica para la consolidación de la memoria", amplió Leng.
Las personas con sueño REM retrasado tenían un 16 por ciento más de amiloide y un 29 por ciento más de tau que las que tenían sueño REM temprano. También tenían un 39 por ciento menos de una proteína saludable llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que disminuye en el Alzheimer.
La melatonina puede potenciar el sueño REM, y estudios en ratones demostraron que disminuye la acumulación de tau y amiloide. Otros fármacos que tratan el insomnio bloqueando una sustancia química que suprime el sueño REM también dieron cuenta de lograr disminuir tau y amiloide.
"Esto incluye tratar afecciones como la apnea del sueño y evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que ambos pueden interferir con un ciclo de sueño saludable", sumó Dantao Peng, del Departamento de Neurología del Hospital de la Amistad China-Japón en Beijing, quien también es autor principal del artículo.