En los últimos años, la ciudad de Barcelona experimentó un crecimiento en su red de bicisendas, convirtiéndose en una de las ciudades europeas más comprometidas con la movilidad sostenible. Con más de 272 kilómetros de carriles bici proyectados para finales de este año, el Ayuntamiento ha apostado fuertemente por la bicicleta como una alternativa viable para reducir la dependencia del coche, disminuir el tráfico y mejorar la calidad del aire.
El crecimiento de las bicisendas
Desde 2022, Barcelona añadió más de 32,6 kilómetros de carriles bici, sumando importantes conexiones en vías clave como la Diagonal, Gran Via, y Meridiana. Este esfuerzo ha permitido a los ciclistas disfrutar de una red cada vez más conectada y segura, que ha contribuido a un notable aumento del 14% en el uso de las bicisendas.
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Muchas opciones para alquilar bicicletas en la ciudad condal.
De hecho, la ciudad registra unos 220.000 desplazamientos diarios en bicicleta o vehículos de movilidad personal (VMP), lo que representa un 11% más respecto al año anterior.
Este crecimiento de la infraestructura ciclista responde a la necesidad de reducir el tráfico de automóviles, al impacto ambiental y busca además ofrecer una alternativa cómoda y eficiente para los desplazamientos urbanos. Los nuevos tramos de bicisendas en las grandes avenidas mejoraron la seguridad y comodidad de los ciclistas.
Beneficios ambientales y de movilidad
El aumento de las bicisendas en Barcelona está en línea con los objetivos medioambientales de la ciudad, al reducir la dependencia del automóvil, se contribuye directamente a la disminución de emisiones de CO2, mejorando la calidad del aire. Además, menos coches en circulación significa menos congestión, facilitando un tránsito más fluido y seguro tanto para ciclistas como para peatones.
Esta apuesta por el transporte no motorizado también tiene un impacto positivo en la salud pública. Al fomentar la actividad física mediante el uso de bicicletas, se contribuye a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, al tiempo que se genera un espacio urbano más seguro y amigable. Iniciativas como la "Semana de la Bicicleta" y la ampliación de aparcamientos para bicicletas en la ciudad, con 2.000 nuevas plazas y 1.000 barras para estacionarlas, refuerzan esta estrategia.
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Miles de personas utilizan este método de movilidad para recorrer Barcelona.
Desafíos y futuro
A pesar de los avances, la expansión de las bicisendas no está exenta de desafíos. Algunos cruces conflictivos aún necesitan mejoras, y persiste una brecha de género en el uso de la bicicleta, con un mayor porcentaje de hombres frente a mujeres que utilizan esta infraestructura.
El futuro de la movilidad en Barcelona pasa por seguir apostando por las bicisendas. Con cada kilómetro de bicisenda, Barcelona no solo facilita la vida de sus ciclistas, sino que también avanza hacia un futuro más verde, limpio y saludable.