Unidas Podemos sufrió una durísima derrota electoral en las elecciones autonómicas de este domingo, en las que perdió casi todo su poder territorial y quedó fuera de Madrid y la Comunidad Valenciana. Pero también vio el desplome en las votaciones municipales, donde Ada Colau perdió el bastón de mando en Barcelona.
Otra figura de la izquierda castigada en las urnas fue la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, cuya formación Sumar no concurrió a estos comicios, pero sí avaló a varias candidaturas de izquierda, como la de Colau.
Díaz había pedido también el voto para Héctor Illueca (Unidas Podemos) en la Comunidad Valenciana y Joan Ribó (Compromiso) en el ayuntamiento de la capital, pero ambos tuvieron mal desempeño en las urnas. Ninguno de estos resultados favorece a Díaz, en una noche negra para la izquierda.
Por su lado, Podemos, cuya secretaria general es Ione Belarra, acudió a los comicios con récord de candidaturas de unidad con Izquierda Unida que, sin embargo, no sirvieron para aumentar el número de apoyos entre el electorado.
La formación morada que volvió así a mostrar su flaqueza territorial, uno de los problemas del partido desde los comicios de 2019, y llegará debilitado al proceso de reagrupación de la izquierda que impulsa Sumar, la plataforma que lidera Díaz.
El fracaso electoral llevó a la dirección nacional a dejar la valoración general de las elecciones del 28M a los candidatos de Madrid, Roberto Sotomayor y Alejandra Jacinto, que es también coportavoz del partido.
Podemos e Izquierda Unida acudían juntos en diez de doce autonomías en disputa este 28-M con excepción de Asturias y Aragón, donde no hubo acuerdo de unidad. Pese a ello, el socio minoritario del Gobierno central retrocedió su poder territorial en todas las comunidades autónomas, sin lograr conformar mayorías alternativas con el PSOE para gobernar e, incluso, perdiendo ejecutivos autonómicos que ya tenían, como los de Comunidad Valenciana, Baleares o Aragón.
Además, la formación morada desapareció en dos plazas importantes como la Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana, que consideraban claves para frenar mayorías del PP o influir en futuros gobiernos. Tampoco alcanzan su objetivo de entrar en los parlamentos regionales de Castilla-La Mancha y Cantabria.
En la primera región, la victoria de la Isabel Díaz Ayuso y el empuje de Más Madrid expulsó a Podemos e IU de la Asamblea, al perder los diez escaños que obtuvo en 2021 con Pablo Iglesias de candidato, mientras que en la segunda, donde Héctor Illueca formaba parte del gobierno del Botánico junto a PSOE y Compromiso, se queda fuera del Parlamento valenciano, sin lograr retener los ocho diputados de los anteriores comicios.
La debacle de Podemos e Izquierda Unida también fue clara en las municipales, en las que acudían unidas en 39 de 52 capitales de provincia. Más allá de Barcelona, Podemos también se extinguió en Zaragoza, al no lograr ningún concejal frente a los dos que obtuvo en 2019, e Izquierda Unida, que se presentó separada de la formación morada en la capital aragonesa con la marca 'Zaragoza en común', baja de tres a dos ediles. En Murcia, Podemos queda fuera del Parlamento frente a la mayoría de Partido Popular (PP).
En Sevilla, pese a que Podemos e IU concurrieron bajo la marca 'Con Andalucía' junto a otras seis formaciones, incluida Más País, lograron solo dos concejales frente a los cuatro de 2019, a los que fueron unidos junto a Adelante, y no alcanzan mayoría con el PSOE. En la otra gran capital andaluza, Málaga, donde también hubo candidatura de unidad, retrocedieron de tres a dos ediles.
Peor es la situación en Cádiz, con Podemos sin lograr ningún concejal en el ayuntamiento.