El Banco Central Europeo (BCE) lanzó este miércoles una advertencia contundente al sector financiero: los mercados de renta variable podrían enfrentar caídas significativas tras haber alcanzado máximos históricos y mostrar valoraciones que el organismo considera excesivas, especialmente en compañías tecnológicas vinculadas a la inteligencia artificial.
En su Informe de Estabilidad Financiera, el BCE subraya que tanto las bolsas globales como los diferenciales de crédito operan en niveles excepcionalmente ajustados, situándose fuera de los rangos habituales de equilibrio. Esta situación, señala, incrementa la probabilidad de ajustes bruscos en los precios de los activos.
La IA vs la renta variable
Según la institución, la combinación de valoraciones elevadas y una creciente concentración en determinados segmentos del mercado —como las empresas que producen componentes para la IA— deja a la renta variable particularmente expuesta a cambios repentinos en el sentimiento inversor. Un deterioro en las perspectivas económicas o noticias menos favorables respecto a la adopción de la inteligencia artificial podrían actuar como desencadenantes.
El organismo también apunta a factores internos del sistema financiero que podrían amplificar la volatilidad: desajustes de liquidez en fondos de inversión abiertos, mayor apalancamiento en fondos de alto riesgo y la falta de transparencia en mercados privados.
Aunque la incertidumbre comercial ha remitido desde los picos de abril, el BCE insiste en que continúa siendo un foco de riesgo. El vicepresidente Luis de Guindos destacó que los efectos a largo plazo de los aranceles y los acuerdos comerciales siguen pesando sobre la estabilidad financiera de la eurozona.
Correcciones abruptas
En este contexto, algunos bancos podrían enfrentar un deterioro de la calidad crediticia por parte de empresas sensibles a las tensiones comerciales, lo que comprometería su rentabilidad en un momento en el que el sistema financiero intenta consolidar su recuperación.
El mensaje del BCE es claro: el equilibrio del mercado financiero europeo vuelve a estar bajo presión, y las entidades deben prepararse para un escenario donde las correcciones abruptas dejan de ser un riesgo remoto para convertirse en una posibilidad tangible.
FUENTE: El Observador