Lei Jun, fundador y director ejecutivo de Xiaomi, calificó la respuesta del público como un “milagro” para la industria automotriz china.
Xiaomi recibió 289.000 pedidos anticipados para su nuevo SUV eléctrico en solo una hora.
El modelo, llamado YU7, tiene un precio inicial de 253.500 yuanes (unos 35.000 dólares).
En dos minutos, se registraron 196.000 pedidos pagados y 128.000 confirmados.
Las acciones de Xiaomi subieron hasta 8% y cerraron en un máximo histórico.
La presentación ocurre en medio de un impulso oficial por fomentar el consumo interno en China.
El SUV YU7 representa un paso decisivo en la diversificación de Xiaomi, que pasó de fabricar electrónica de consumo a competir en la industria automotriz. El volumen de reservas anticipadas alcanzado en tan poco tiempo no solo consolida su apuesta, sino que también posiciona a la compañía como un actor emergente en el mercado de vehículos eléctricos de China.
Lei Jun, fundador y director ejecutivo de Xiaomi, calificó la respuesta del público como un “milagro” para la industria automotriz china. En un video difundido tras el evento de lanzamiento, el empresario se mostró sorprendido por la magnitud de los pedidos recibidos en tan poco tiempo. “¡Dios mío! En solo dos minutos recibimos 196.000 pedidos anticipados pagados y 128.000 pedidos confirmados”, declaró.
Las acciones de Xiaomi que cotizan en la Bolsa de Hong Kong reaccionaron con entusiasmo. Llegaron a subir un 8% durante la jornada, aunque luego redujeron parcialmente sus ganancias. Sin embargo, cerraron en un máximo histórico, reflejando la confianza del mercado en esta nueva línea de negocio.
Xiaomi ingresó formalmente en la fabricación de automóviles el año pasado con el modelo eléctrico SU7. Este movimiento forma parte de una tendencia más amplia de los gigantes tecnológicos chinos, que buscan revitalizar el consumo interno con productos de alto valor agregado. El gobierno ha respaldado esta orientación: el primer ministro Li Qiang reiteró esta semana, durante el Foro Económico Mundial en Tianjin, la intención de China de convertirse en una “gran potencia de consumo”.
En marzo, un accidente mortal con un Xiaomi SU7 en modo de conducción asistida provocó preocupación. El hecho causó la muerte de tres estudiantes y generó interrogantes sobre la seguridad de las funciones de conducción inteligente. Si bien el entusiasmo por las capacidades tecnológicas de estos vehículos se mantiene alto, el incidente ha contribuido a un debate más cauteloso sobre su implementación.
La rápida respuesta del mercado al lanzamiento del YU7 representa un respaldo fuerte a la estrategia automotriz de Xiaomi, pero también eleva las expectativas sobre su capacidad de entrega, desempeño del producto y manejo de posibles crisis de seguridad. El contexto político también impulsa esta transformación: con el respaldo gubernamental para bienes de alto valor como los vehículos eléctricos, Xiaomi se posiciona para beneficiarse de políticas de estímulo al consumo interno. No obstante, el recuerdo reciente del accidente con el SU7 añade presión sobre la compañía para garantizar que sus avances tecnológicos no comprometan la seguridad.