Iberdrola ha inaugurado este jueves el parque eólico marino de Saint-Brieuc (Francia), el proyecto desde el punto de vista de ingeniería "más difícil que ha tenido nunca" la energética, según consideró el presidente del grupo, Ignacio Sánchez Galán, tras casi doce años para llevar a buen puerto sus 496 megavatios (MW) y con una inversión de 2.400 millones de euros, financiados íntegramente por la compañía.
Localizado en las costas de Armor, en el norte del país galo en la región de Bretaña, este parque cuenta ya con sus 62 turbinas operativas desde el pasado mes de mayo, aprovechando los fuertes vientos y grandes mareas de esta zona, que hacen de ella un lugar privilegiado para explotar el potencial energético.
Saint-Brieuc, se trata del segundo proyecto a gran escala de eólica marina en Francia y el primero de Bretaña, región del extremo oeste del país. Tiene una capacidad de producción de casi dos millones de megavatios hora (MWh) al año y dará servicio a cerca de un millón de personas en la región de Bretaña.
Cuarta instalación de eólica marina del Grupo
Este parque eólico marino se convierte en la cuarta instalación de este tipo de la compañía, tras West of Duddon Sands, ubicado en el mar de Irlanda; Wikinger, en el mar Báltico; e East Anglia ONE, uno de los parques eólicos marinos más grandes del mundo, situado en la zona sur del mar del Norte.
En este sentido, Galán aseguró que la descarbonización es "mucho más que hacer energía verde, es hacer industria, es hacer empleo y empleo de calidad, empleo de futuro y autosuficiencia para Europa".
Por ello, puso en valor como en Saint-Brieuc han participado cerca de 150 empresas europeas, de las cuales unas 60 son españolas. Mientras, los trabajos de construcción han generado más de 1.700 empleos, de los que 500 son locales.
Las 62 turbinas del parque eólico marino, fabricadas por Siemens Gamesa, cuenta con 8 MW de potencia cada una, que se extienden sobre una superficie de 75 kilómetros situada a unos 16 kilómetros de la costa francesa.
Tres años de obras
Las obras, tras un largo proceso en la tramitación de las autorizaciones, comenzaron en 2021 y se prolongaron a lo largo de tres años.
Además, Saint-Brieuc goza de ese importante sello español, pues los jackets -plataformas que sustentan los aerogeneradores marinos- y los pilotes se han construido y montado enteramente por Navantia-Windar, en Fene (A Coruña), donde se instaló una grúa oruga de 1.600 toneladas para el ensamblaje final, y Avilés (Asturias), respectivamente.
Con un valor de 350 millones de euros, se trató del mayor contrato de eólica marina de la historia de la naviera, que sostuvo más 2.000 empleos directos y miles de empleos indirectos.
Los trabajos de ensamblaje de las cimentaciones comenzaron tras la llegada de los tubos estructurales a los puertos de Ferrol y Brest. El ensamblaje final de todos los subconjuntos se realizó en las instalaciones de los astilleros gallegos.
Mientras, la fabricación de las turbinas, de 207 metros de alto cada una, fueron llevadas a cabo por Siemens Gamesa Renewable Energy. Están dotadas con tecnología de última generación direct drive y sus palas, de casi 82 metros de longitud, ofrecen un área de barrido un 18% superior al modelo anterior y una mejora de la producción anual de energía del 20% respecto a su predecesora.
FUENTE: Europa Press