La empresa española de seguridad Prosegur quiere aprovechar el auge de las criptomonedas y, para ello, se ha lanzado a la puesta en marcha de búnkers de custodia de este tipo de activos en los mercados en los que tiene ya presencia la compañía.
Prosegur, a través de su división Prosegur Cash, abrió ayer en Argentina su tercer búnker mundial de custodia de criptoactivos, que se suma a los que ya opera en Madrid y Sao Paulo (Brasil). En 2020, Prosegur Cash, división de efectivo de Prosegur, se lanzó al mercado de los criptoactivos con la creación de Prosegur Crypto, como un servicio institucional de custodia de activos digitales.
Tras la apertura del primer búnker en Madrid, para dar servicio a la región europea, Prosegur Cash responde ahora a la demanda de estos servicios en Latinoamérica, donde tiene que ir país a país, a diferencia de Europa donde hay una regulación común.
El nuevo búnker de custodia de Argentina llega, según José Ángel Fernández, máximo responsable de Prosegur Crypto y director corporativo de Innovación de Prosegur Cash, para satisfacer la demanda en el país, que tiene una penetración de criptoactivos por habitante. La firma española es la primera en ofrecer un sistema para la custodia de criptoactivos en Argentina.
Nuevas aperturas
Fernández, en declaraciones a EXPANSIÓN, señala que la instalación en Buenos Aires se abre tras recibir el visto bueno por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV) del país latinoamericano y afirma que la compañía piensa en instalar sus búnkers en más países, aunque siguiendo a la regulación.
La previsión es abrir un cuarto centro próximamente. La empresa está sondeando nuevas localizaciones donde haya oportunidades en el negocio de los criptoactivos, como Perú, Chile o Colombia, donde está siguiendo de cerca los avances de la regulación de estos activos.
El directivo destaca que esta instalación, que se ha puesto en marcha dentro de las cajas de seguridad en las que la empresa custodia dinero, utiliza tecnología militar de última generación, que suministra la empresa israelí GK8.
El objetivo es minimizar los riesgos identificados en la cadena de custodia de los activos digitales. Para ello, la firma combina protocolos de seguridad física con tecnologías de seguridad criptográfica. De hecho, las claves privadas de los clientes de la empresa se almacenan en una infraestructura física de Prosegur que no tiene conexión a Internet para evitar la posibilidad de hackeo, mientras que los activos custodiados cuentan con protección en forma de capas criptográficas.
El foco de Prosegur Crypto está concentrado exclusivamente en el cliente institucional, subraya Fernández, como entidades financieras, organismos gubernamentales, fondos y gestoras de inversión, family office o exchanges, a los que ofrece servicios de administración de sus activos digitales, entre los que se incluye el envío de transacciones blockchain sin conexión directa a Internet.
Fernández considera que el negocio de custodia de criptoactivos tiene mucho margen de crecimiento a futuro y confía en seguir progresando a través de ofrecer "el mejor servicio a los clientes".
FUENTE: EXPANSION-RIPE