Contexto
¿Por qué Groenlandia considera la visita una "injerencia extranjera"?
Groenlandia ve la visita de la delegación estadounidense, encabezada por Usha Vance y Mike Waltz, como una injerencia en sus asuntos internos, especialmente debido a la postura histórica de la Administración Trump sobre la isla. Donald Trump ha expresado abiertamente su interés en que Estados Unidos tome control de Groenlandia, lo que genera una fuerte resistencia en el territorio autónomo danés. La visita no solo coincide con esa tensión, sino que se percibe como una demostración de poder por parte de Estados Unidos.
¿Qué piensan los líderes de Groenlandia sobre la visita?
Tanto Múte B. Egede como Jens-Frederik Nielsen, el líder electo de Groenlandia, han rechazado la visita. Egede calificó la visita como "inaceptable", subrayando que el tratamiento recibido por parte de Estados Unidos durante los últimos meses ha sido "inaceptable". Nielsen, por su parte, reafirmó la postura de Groenlandia de no permitir que otros países, especialmente Estados Unidos, interfieran en su soberanía y democracia. Ambos líderes han insistido en que el país debe decidir su propio futuro sin presiones externas.
¿Cuál es el objetivo de la visita según la Casa Blanca?
Según el portavoz de la Casa Blanca, Brian Hugnes, el propósito de la visita es "aprender sobre Groenlandia" y "expandir la cooperación entre las partes en materia económica". Se enfatiza que no tiene un fin político directo, sino que busca construir una alianza y fortalecer la colaboración entre Groenlandia y Estados Unidos. No obstante, las tensiones históricas y las declaraciones previas de Trump sobre la isla hacen que esta explicación sea recibida con escepticismo por los líderes groenlandeses.
¿Cómo se relaciona la visita con las tensiones previas entre Estados Unidos y Groenlandia?
Las tensiones entre Estados Unidos y Groenlandia se remontan a las manifestaciones públicas de Trump durante su primer mandato, donde mostró un interés explícito en la compra de la isla. Esta postura fue ampliamente rechazada por Groenlandia, que considera a la isla como un territorio autónomo bajo control danés. La reciente visita de figuras clave de la Casa Blanca solo ha exacerbado las tensiones, ya que se percibe como una reafirmación de los intereses estratégicos de Estados Unidos en la región, especialmente en el contexto de la creciente influencia de Rusia y China.
Cómo sigue
La situación se complica aún más debido al contexto político interno de Groenlandia. Con la formación de un nuevo gobierno aún en proceso, la visita de la delegación estadounidense se produce en un momento crítico para el país, que está tratando de consolidar su liderazgo político y enfrentar presiones externas. Múte B. Egede ha señalado que no habrá reuniones de alto nivel con Estados Unidos hasta que el nuevo gobierno, encabezado por Jens-Frederik Nielsen, asuma oficialmente el poder.
El futuro de las relaciones entre Groenlandia y Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad del nuevo gobierno groenlandés para mantener su postura firme sobre la soberanía y evitar cualquier tipo de interferencia extranjera. A medida que se acercan las elecciones locales del 1 de abril, la cuestión de la relación con Estados Unidos se mantendrá como un tema de debate crucial para la política groenlandesa.