Cuatro personas fueron heridas en un apuñalamiento este jueves cerca de un centro comercial en la ciudad finlandesa de Tampere, situada a unos 180 kilómetros al norte de Helsinki, en el que no hubo ninguna víctima mortal y por el que ya fue detenido el presunto agresor, según informó la Policía.
"El incidente causó heridas a cuatro personas. El apuñalamiento no ha causado víctimas mortales", señaló la Policía finlandesa en un comunicado actualizado.
Los agentes a cargo de la investigación ya interrogaron al presunto autor del ataque y descartaron que tuviera un móvil terrorista o racista, aunque no brindaron más detalles sobre la posible motivación.
Dos horas y media después de producirse el ataque, la Policía levantó el perímetro de seguridad que había acordonado y abandonó el lugar de los hechos tras entrevistar a los testigos del suceso.
Quién es el agresor
Previamente la Policía había informado de que varias personas habían sido apuñaladas cerca del centro comercial Ratina, en el centro de Tampere y que había detenido una persona. En paralelo los heridos estaban recibiendo los primeros auxilios.
De momento se desconoce el motivo detrás del apuñalamiento ni si estaba planeado de antemano.
Tampoco se conocen oficialmente detalles de la personas detenida, aunque la prensa local, basándose en el testimonio de algunos testigos, sostiene que se trata de un joven de aspecto finlandés de unos 20 años que se habría entregado a la Policía sin ofrecer resistencia.
Los servicios de emergencia finlandesas fueron alertados a las 16:23 hora local (13:23 GMT) y rápidamente se desplazaron hasta el lugar al menos tres ambulancias y cuatro coches patrulla.
Otros ataques con arma blanca en Finlandia
Se trata de la tercera agresión con arma blanca que se produce en centros comerciales del país nórdico en poco más de un año.
Los dos anteriores tuvieron lugar en junio de 2024, cuando un adolescente y un militante de extrema derecha apuñalaron con pocos días de diferencia a dos personas de origen extranjero en el mismo centro comercial de la ciudad de Oulu, en el noreste de Finlandia.
La Policía sospechó entonces que ambas agresiones, una de ellas perpetrada por un antiguo miembro del ilegalizado grupo neonazi Movimiento de Resistencia Nórdico (PVL, por sus siglas en finés), tuvieron una motivación racista.