Banderas amarillas flamean en las playas de Alicante y San Sebastián ante la reciente aparición de la medusa más agresiva: la carabela portuguesa.
Las altas temperaturas del mar propician la presencia de esta especie mucho más agresiva que las comunes y requiere cuidados especiales.
Con apenas rozar sus tentáculos la (Physalia physalis), provoca un ardor y escozor inmediato junto con fuerte dolor en la piel.
Los últimos días, las orillas de estas playas se poblaron de estas medusas que se pueden distinguir por su gran tamaño y color, Puede medir de 15 a 30 centímetros y son de un color morado y azul.
El viento y las olas permiten que se trasladen a una velocidad de hasta de unos 20 metros por segundo.
Los síntomas
La picadura de la Carabela provoca, inmediatamente erupción cutánea leve, calambres y hasta dificultad respiratoria. En casos más extremos, cambios en el pulso, desmayo, , dolor de cabeza y espasmos en distintas partes del cuerpo. Deja una mancha en el cuerpo de color rojo y voluminoso, y también puede causar dificultades en la visión.
Qué hacer ante una picadura
Ante una picadura, lo mejor es aclarar la zona con agua del mar para hacer más leve la reacción en la piel. Retirar los restos de medusa que puedan quedar en el cuerpo usando unas pinzas.
También se debe frío durante unos 15 minutos, aunque no directamente, sino utilizando con una toalla o un plástico para aislar.
Si es necesario, se puede recurrir a analgésicos y antihistamínicos para calmar el dolor y la inflamación.
Pero fundamentalmente, debido a su color y gran tamaño, es recomendable estar atento a su presencia antes de darse un chapuzón.