El Centro de Farmacovigilancia de Navarra emitió una alerta tras detectar once casos de bebés afectados por hipertricosis, también conocida como el síndrome del hombre lobo, debido al contacto accidental con minoxidil, un medicamento utilizado por los padres de los lactantes para tratar la calvicie.
Esta condición, caracterizada por el crecimiento excesivo de vello en zonas inusuales como la espalda, las piernas y los muslos, generó preocupación por sus posibles efectos secundarios, que incluyen un mayor riesgo de problemas hepáticos y cardíacos.
El primer caso de un bebé con síndrome del lobo
El primer caso de hipertricosis en un bebé fue notificado en abril de 2023, cuando un pequeño mostró un crecimiento anormal de vello en su cuerpo, y tras una exhaustiva investigación, los médicos descubrieron que el padre del bebé utilizaba minoxidil tópico al 5% para combatir la calvicie.
El contacto del medicamento con la piel del lactante, que es más permeable y sensible, habría facilitado la absorción del fármaco, causando la aparición de vello en zonas inusuales del cuerpo. Al suspender el uso del minoxidil, los síntomas desaparecieron por completo.
Tras ese caso, se revisaron los registros en el Sistema Español de Farmacovigilancia, y fueron hallados otros seis.
A nivel europeo, la base de datos de la Agencia Europea de Medicamentos reportó tres casos más, al que se sumó otro hallado en informes médicos, lo que dio un total de once bebés afectados por este fenómeno.
Tratamiento para alopecia
El minoxidil, conocido por su efectividad en el tratamiento de la alopecia, es especialmente popular en países como España, donde un 42,6% de la población masculina sufre de pérdida de cabello.
Sin embargo, el medicamento puede causar efectos secundarios como la hipertricosis, que es el crecimiento excesivo de vello en áreas del cuerpo donde normalmente no crece.
Este fenómeno no solo afecta a los adultos que utilizan minoxidil de manera incorrecta, sino que también puede ocurrir en bebés que entran en contacto con el medicamento.
Los investigadores advierten que la mayor vulnerabilidad de los bebés radica en la mayor proporción de superficie corporal en relación con su peso, lo que hace que incluso una pequeña cantidad de fármaco pueda ser absorbida de manera significativa.
Como medida preventiva, se recomienda a los padres que eviten el contacto de sus hijos con las zonas del cuerpo donde se haya aplicado minoxidil.
El Centro de Farmacovigilancia advirtió a las familias que para prevenir la exposición accidental de los menores al minoxidil y evitar consecuencias como la aparición del síndrome del hombre lobo es fundamental que los padres que utilicen este medicamento en su tratamiento capilar tomen precauciones, como evitar el contacto directo con la piel de sus hijos y lavar bien las manos tras su aplicación.