España ha logrado un crecimiento destacado en la matriculación de vehículos eléctricos, posicionándose como líder en Europa en este sector, con una reducción de emisiones contaminantes de hasta un 3 % en el primer semestre de 2025.
Sin embargo, el país aún no está "al ritmo" necesario para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, que estipulan que uno de cada cinco coches que circulen en las carreteras europeas debe ser eléctrico.
May López, directora de desarrollo de la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible, destacó que este primer semestre de 2025 ha sido "espectacular" para la movilidad eléctrica en España, pero subrayó la importancia de no "bajar la guardia", ya que la producción de vehículos tradicionales de combustión, que no cuentan con enchufe, sigue en aumento y no ayuda a reducir la contaminación.
López presentó el "V Informe sobre movilidad eléctrica" de la organización OBS Business School, realizado con motivo de la Semana Europea de Movilidad (SEM), que se celebrará del 16 al 22 de septiembre bajo el lema "Movilidad para todas las personas". En este informe se analiza el panorama actual de la movilidad eléctrica y se destacan los retos y avances en el sector.
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Avances en el sector, pero retos a largo plazo
A pesar de los avances, España no alcanzará la meta de 5,5 millones de coches eléctricos con enchufe en sus carreteras para 2030, como estipula el Plan Integrado de Energía y Clima (PNIEC), debido a la creciente popularidad de los vehículos híbridos no enchufables (HEV). Aunque estos vehículos no son completamente eléctricos, muchos consumidores los adquieren como una alternativa más accesible, lo que retrasa la transición a una movilidad completamente eléctrica.
El estudio también ha puesto de relieve que, por primera vez en la Unión Europea, los coches eléctricos se han consolidado como la segunda opción de compra, superando a los vehículos de combustibles alternativos, pero aún por detrás del diésel, que sigue siendo el combustible más elegido, aunque su cuota en el mercado va en descenso.
El dilema de los vehículos híbridos no enchufables
Uno de los principales obstáculos para alcanzar los objetivos climáticos es el auge de los vehículos híbridos no enchufables (HEV). Según López, los HEV son más contaminantes que los coches completamente eléctricos y, debido a que no cuentan con enchufe, no contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, a partir de 2035, estos vehículos dejarán de poder matricularse en la Unión Europea.
"El destino del 90 % de la producción de vehículos eléctricos en España es Europa," indicó López, pero la creciente popularidad de los HEV podría generar una situación complicada, ya que estos vehículos no se contabilizan para cumplir con los objetivos climáticos de la UE. La experta también pidió una diferenciación clara entre los vehículos eléctricos con enchufe y los híbridos no enchufables, ya que estos últimos se están vendiendo como eléctricos, lo que puede generar confusión en los consumidores.
Infraestructura de recarga y coste de los vehículos eléctricos
Otro desafío importante para la expansión de la movilidad eléctrica en España es la infraestructura de recarga. A pesar de que España se ha convertido en un referente mundial en el despliegue de puntos de recarga, con un total de 47.591 puntos en el primer semestre de 2025, un 20 % de estos puntos no funcionan debido a retrasos en la conexión a la red eléctrica. López alertó que "los plazos para conectar estos puntos a la red pueden ser hasta tres años," lo que representa un coste de 114 millones de euros.
Además, una gran parte de la oferta de vehículos eléctricos en España son de gran tamaño, lo que hace que sean más costosos y menos accesibles para la mayoría de los consumidores. La Comisión Europea ha instado a los países europeos a fabricar vehículos pequeños, que son más eficientes desde el punto de vista del consumo energético y más accesibles económicamente para el público en general.