Fernando Martín, entrenador del Valencia CF, y los tres menores estaban en los camarotes durante el hundimiento.
Las autoridades indonesias mantienen la búsqueda de cuatro víctimas españolas desaparecidas tras el naufragio del barco turístico KM Putri Sakinah, hundido el viernes frente a la isla de Padar.
Las víctimas son el entrenador Fernando Martín Carreras y tres menores, cuyos cuerpos no han sido localizados.
Siete personas fueron rescatadas, incluida la madre y una hija, además de tripulantes y un guía local.
Las familias solicitaron mantener vigente el esfuerzo de búsqueda y agradecieron el apoyo recibido.
“Rogamos que continúen los esfuerzos hasta encontrarlos", indica el comunicado difundido el domingo.
Agradecieron el trabajo de autoridades indonesias, el cuerpo diplomático español y los equipos del rescate.
También valoraron el respeto de los medios y confirmaron viajes de familiares para acompañar el operativo.
El SAR de Indonesia amplió el área a 5,25 millas náuticas por fuertes corrientes y mal tiempo.
Participan 80 rescatistas, embarcaciones, buzos y fuerzas de seguridad; se esperan nuevos despliegues.
Se recuperaron restos del barco: partes del casco, una bombona y secciones de la cabina del capitán.
Fuertes vientos y olas de hasta 1,5 metros dificultan los trabajos, según Fathur Rahman, jefe del SAR.
El barco navegaba entre Komodo y Padar cuando perdió potencia y fue golpeado por el oleaje. La BMKG indicó que el oleaje intenso sería consecuencia de un sistema formado el día de Navidad. La familia se encontraba de vacaciones y el Valencia CF confirmó la identidad de Fernando Martín. El club expresó su pesar y trasladó apoyo y condolencias a allegados y compañeros del entrenador.
El consulado en Yakarta asiste a las supervivientes, fuera de peligro y con acompañamiento. Exteriores señaló seguimiento permanente, coordinación local y despliegue de personal en la zona. Familiares remarcan sentirse arropados por instituciones españolas e indonesias. Solicitan que la búsqueda no concluya con el plazo estándar de 4 a 6 días previsto por protocolo.
Labuan Bajo es puerta de entrada al Parque Nacional de Komodo, con aumento del turismo marítimo. El crecimiento acelerado genera preocupación por supervisión y control en embarcaciones turísticas. Indonesia registra accidentes marítimos recurrentes en temporada de monzones por cambios bruscos. Factores como infraestructuras precarias y clima adverso elevan el riesgo en rutas insulares.
Enrique Ortuño, padre de Andrea y abuelo de tres de las víctimas, aseguró que las opciones de recuperación son limitadas. “Los cuerpos deben estar en el fondo del mar. Difícil recuperarlos si no hay un milagro”, indicó. Añadió que “aún no se puede decir que han fallecido porque no se han hallado los cuerpos, pero sí están desaparecidos”.
Ortuño destacó el esfuerzo de las instituciones españolas e indonesias: “El Ejército, la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Generalitat... Todos nos están apoyando”. También viajó a Indonesia otro hijo suyo, para acompañar a Andrea durante las labores de búsqueda.
La Embajada de España en Yakarta mantiene contacto con la familia y ofrece asistencia consular continua. El Ministerio de Asuntos Exteriores informó que se realiza un seguimiento permanente de las operaciones y que existe coordinación con las autoridades locales.
En Valencia, familiares y allegados reciben apoyo institucional y comunitario, mientras se mantiene la expectativa por los avances del operativo marítimo en la zona del naufragio.
El archipiélago indonesio, con más de 17.000 islas, depende en gran medida del transporte por barco. No obstante, los accidentes marítimos son frecuentes, debido a infraestructuras deficientes, condiciones meteorológicas adversas y escaso control sobre las normas de seguridad.
El hundimiento del KM Putri Sakinah se enmarca en este contexto, y afecta a una familia española que realizaba su primer gran viaje turístico conjunto.
Según testimonios recogidos por medios locales, la familia Martín Ortuño era aficionada al deporte y a los viajes. “Estaban en un viaje de placer”, señaló Enrique Ortuño, quien agregó que otros dos hijos pequeños del matrimonio permanecen en Valencia al cuidado de sus abuelos.
El impacto emocional del suceso se extiende tanto en España como en la comunidad internacional. La familia confía en que la labor de búsqueda permita recuperar los cuerpos y dar cierre a una tragedia que conmueve por su dimensión humana y familiar.