Honduras elige presidente: de las acusaciones cruzadas de fraude a la intervención de Trump, qué está en juego

Después de 12 años de gobiernos de derecha, el ex mandatario volvió al primer plano en 2021, cuando su esposa se convirtió en la primera mujer presidenta del país, de la cual es su principal asesor.

La transparencia, un desafío de la elección

Esta no es la primera vez que en Honduras hay desconfianza en los resultados electorales, aunque en general eso ocurre después de la votación. Eso pasó en 2013 y 2017, cuando fueron cuestionados por Castro y Nasralla, respectivamente. En ambas ocasiones fue declarado ganador Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, pese a que la reelección está prohibida en la Constitución. El año pasado, el ex presidente fue condenado en Estados Unidos a 45 años de cárcel por narcotráfico, tanto por delitos ocurridos durante como antes de su mandato.

Uno de los motivos de preocupación en estas elecciones es la acusación de injerencia de las Fuerzas Armadas en el proceso, cuya cúpula es cercana a Castro y Zelaya. El jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, pidió a los integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE) que el día de la votación le entreguen una copia del acta con los resultados, algo inédito.

Honduras - elecciones - 24-11-25 - AFP

"Es preocupante porque actualmente responden a la presidenta" y esa "extralimitación de funciones" pondría los comicios "en un escenario muy adverso", dijo a la agencia AFP la directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Ana María Méndez.

La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, quien por discrepancias internas en el organismo estuvo a punto de renunciar en julio y denunció amenazas contra ella y su familia, cuestionó una posible injerencia: "Mal harían las Fuerzas Armadas en ir más allá de la misión constitucional que le ha sido asignada". En una entrevista con la agencia EFE, aseguró que las denuncias sobre irregularidades en la recta final de las elecciones "se han ido atendiendo según la situación" y que "el CNE ha tomado realmente todas las medidas oportunas".

La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos en Honduras, ya desde las primarias de marzo, cuando se vislumbraron las primeras interferencias en el proceso, cuando el material electoral no llegó a tiempo y se vulneró la cadena de custodia.

La Organización de los Estados Americanos (OEA), Naciones Unidas, la Unión Europea y Estados Unidos exigieron a las autoridades garantías de la independencia de la Justicia electoral, que deriven en elecciones transparentes y libres.

La intervención de Trump

El subsecretario de Estado de EEUU, Christopher Landau, advirtió esta semana ante la OEA sobre las amenazas que se ciernen sobre el proceso. "Los miembros de la OEA deben alzar la voz ahora, antes de las elecciones. Sin sus voces reclamando un proceso transparente, libre de fraude y de violencia, temo que Honduras se enfrente a un futuro incierto", señaló el martes en una reunión convocada por Washington, Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay.

Un día después, Trump se metió de lleno en la elección, que se da después de las votaciones de este año en Ecuador y Bolivia, donde ganó la derecha, con Daniel Noboa y Rodrigo Paz, y de la de Chile, que el 14 de diciembre podría virar también a la derecha si José Antonio Kast le gana a la oficialista Jeannette Jara en el balotaje. Pese a su lema de "Estados Unidos primero" (America First) el republicano ha estado mirando con atención al continente, donde busca aliados, como el presidente argentino Javier Milei o el ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro, mientras intenta frenar la influencia de China.

Donald Trump. AP

En ese contexto, el presidente estadounidense publicó un mensaje en su red Truth Social en el que le dio su apoyo a Asfura, al que describió como el "único verdadero amigo de la libertad" y su aliado para "combatir a los narcocomunistas" de Cuba, Nicaragua y Venezuela, e impedir así que Nicolás Maduro "tome el control" del país.

Trump aprovechó el mensaje para cargar contra los otros dos principales candidatos presidenciales, a quienes acusó de "engañar" al pueblo de Honduras "otra vez". "Los comunistas intentan engañar al pueblo presentando a (...) Salvador Nasralla (...), casi comunista, quien ayudó a Xiomara Castro presentándose como su vicepresidente (...) y ahora finge ser anticomunista solo para dividir el voto de Asfura", apuntó sobre el postulante del Partido Liberal. "No es un aliado confiable para la libertad, y no se puede confiar en él", insistió.

Sobre Rixi Moncada, la candidata de izquierda, recordó su afinidad con Fidel Castro, "quien dice es su ídolo", y advirtió de los riesgos de que el país elija esta senda. "No puedo colaborar con Moncada y los comunistas", así que "espero que el pueblo de Honduras vote por la libertad y la democracia", cerró el mandatario.

Y el viernes sumó una nueva intervención: anunció que indultará al ex presidente Hernández, del mismo partido que Asfura, y amenazó con un recorte de la ayuda al país centroamericano si su candidato preferido pierde las presidenciales del domingo. "Si (Asfura) no gana, Estados Unidos no malgastará más dinero, porque un líder equivocado solo puede traer resultados catastróficos a un país, sea cual sea", aseguró.

Juan Orlando Hernández - EFE

Tras el anuncio de Trump, Asfura aseguró que no tiene "ninguna vinculación" con Hernández. "Yo no tengo ninguna vinculación (con Hernández). Él fue presidente de la República, el partido no es responsable de las acciones personales", aseguró el candidato a la agencia AFP.

Hernández llegó extraditado en abril de 2022 a Estados Unidos, donde en marzo de 2024 lo sentenciaron a 45 años de prisión por tres cargos de narcotráfico y armas, más cinco años de libertad vigilada. Al ex mandatario lo acusaron de haber recibido dinero del "Chapo" Guzmán para financiar fraudes electorales a cambio de participar en una conspiración que introdujo más de 500 toneladas de cocaína en el país.

El año pasado, tras la sentencia contra Hernández, el fiscal general del ex presidente Joe Biden, Merrick Garland, dijo que el dirigente había "abusado de su poder para apoyar una de las conspiraciones de narcotráfico más grandes y violentas del mundo".

Los desafíos: violencia y pobreza

Pese a su retórica de izquierda, Xiomara Castro se mostró pragmática en su relación con la administración Trump y recibió la visita de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y de Laura Richardson, cuando la generala estadounidense encabezaba el Comando Sur de EEUU. Además, dio marcha atrás con su decisión de poner fin al tratado de extradición de Honduras y a la cooperación militar con Estados Unidos.

La oposición había acusado a la mandataria de querer cancelar el tratado, que permitió encarcelar a medio centenar de narcotraficantes hondureños, entre ellos el ex presidente Hernández, para proteger a miembros de su gobierno y de su familia. El año pasado, su cuñado Carlos Zelaya, diputado y secretario del Congreso, renunció a su cargo tras admitir ante la fiscalía que se reunió con narcos en 2013. Esto derivó a su vez en la dimisión del ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, sobrino de la mandataria e hijo de Carlos.

Xiomara Castro con Manuel Zelaya

Honduras, uno de los países más violentos de América Latina, sufre también el terror de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha. Desde diciembre de 2022, el gobierno de Castro mantiene un estado de excepción similar al que impuso el mandatario Nayib Bukele para reducir a mínimos históricos los homicidios en El Salvador, una estrategia criticada por defensores de los derechos humanos porque suspende derechos constitucionales.

La mayoría de los municipios de Honduras operan ahora bajo esa orden de emergencia y el ejército ha vuelto a desempeñar un papel central, pese a la promesa contraria que la mandataria hizo en campaña. El año pasado, Honduras registró su tasa de homicidios más baja en 30 años, de 26 cada 100.000 habitantes. De todas formas, analistas advierten que la caída se dio principalmente en la capital, Tegucigalpa, y en San Pedro Sula, y que el crimen organizado se ha ido desplazando a las zonas rurales.

En tanto, el índice de pobreza, que era el más alto en 20 años cuando asumió Castro, por el impacto de la pandemia y dos huracanes, bajó unos diez puntos hasta el 60%, que de todas formas es uno de los más altos de la región. Su sucesor recibirá una economía de crecimiento moderado, con una inflación cercana al 5%, fuerte dependencia de remesas e inversión extranjera y una deuda pública que supera los 18.000 millones de dólares, en un país que cuenta además con escaso empleo formal.

Honduras - elecciones - AFP

Quiénes son los candidatos

Moncada, una abogada de 60 años, se presenta por el oficialismo y es, por tanto, vista como la sucesora de Castro. Su carrera política incluye varios cargos gubernamentales, entre ellos como secretaria de Trabajo, gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), secretaria de Finanzas y secretaria de Defensa. Fue, además, la primera mujer en estar al frente de la cartera de Defensa, que ocupó durante la presidencia de Castro, y una de las fundadoras del partido Libre.

Antes de estudiar leyes, con especialidad en Derecho Penal y Derecho Constitucional, por la Universidad de Salamanca (España), se graduó de maestra de educación, profesión que también ha ejercido en los niveles de primaria y universitaria.

Bajo el lema "salvar el sector público", su campaña se centra en el rechazo a la privatización y la defensa de la redistribución de la riqueza dirigida por el Estado.

Honduras - Rixi Moncada - 23-11-25 - AFP

"La lucha es el domingo 30 entre dos modelos: el modelo de la oligarquía y el modelo socialista democrático", señaló el domingo pasado en un acto en Tegucigalpa. En campaña, arremetió contra las "élites" económicas, a las que promete cobrar impuestos. Su declarada admiración por los "pueblos" de Cuba y Venezuela alimentó ataques de sus rivales.

Nasralla, ingeniero industrial de profesión, de 72 años, también cuenta con antecedentes en la política. Su nombre resuena ya desde 2013, cuando fundó el Partido Anticorrupción y se presentó a las elecciones. Tras su fracaso, intentó nuevamente en las presidenciales de 2017 y ante una nueva derrota fundó el Partido Salvador de Honduras, dos años más tarde. Este será su cuarto intento.

Honduras - Salvador Nasralla - 24-11-25 - AFP

El narrador de fútbol, presentador de concursos de belleza y estrella de la televisión local fue parte del gobierno de Castro con un cargo equivalente al de vicepresidente, pero el año pasado se peleó con el oficialismo.

La reducción, simplificación y digitalización de la burocracia estatal para impulsar la actividad económica es el eje central de la plataforma de Nasralla.

"La gente no quiere comunismo", repitió en campaña el candidato, quien promete recuperar la agricultura, combatir el narcotráfico y la corrupción y hacer en cuatro años lo que no hicieron otros "en 200". Admira al presidente de Argentina, Javier Milei, por el manejo de la economía, y al de El Salvador, Nayib Bukele, en su política de seguridad. "Lo voy a copiar para que en Honduras no haya extorsión y la gente ande tranquila", afirmó.

Honduras - Nasry Asfura - 22-11-25 - AFP

Asfura, empresario del rubro de la construcción, de 67 años, buscará la presidencia por segunda vez, tras haber fracasado en 2021. Sin embargo, ello no lo mantuvo lejos de la política: fue alcalde del Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela) en dos períodos, entre 2014 y 2022.

Su apuesta, de llegar a ser presidente, es por la estabilidad fiscal, empleo e infraestructura productiva, fortalecer el sector agropecuario, mejorar la conectividad y priorizar proyectos con impacto inmediato en la economía local.

En su campaña, apeló a la participación popular y a la defensa del voto. Acudan "a los centros de votación con firmeza, con valor, con coraje, sin miedo (...) No vamos a aceptar ideologías fracasadas (...) No los voy a defraudar", dijo con confianza.

"Es hoy o nunca" que hay que sacar a los comunistas del poder, repitió el empresario, que fue acusado de malversación de fondos y apareció en la lista de los Pandora Papers de empresas offshore que evadían impuestos. Ninguna causa prosperó judicialmente.