12 de julio 2025 - 9:52hs

El encargado de negocios de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, volvió a Bogotá con un mensaje firme y calibrado. Su presencia, tras haber sido llamado a consultas por Washington en medio de una crisis diplomática, marca el reinicio del contacto formal entre EEUU y el gobierno del presidente Gustavo Petro. Pero no hay reconciliación plena: el comunicado que acompañó su regreso advierte sobre una "tendencia negativa" en la relación bilateral y exige "pasos concretos" para recomponerla.

El representante diplomático afirmó que retornó a Colombia "con preocupaciones persistentes" del gobierno de Estados Unidos "sobre la retórica y acciones de los más altos niveles del gobierno colombiano que ponen en riesgo la relación” y agregó que lamenta ver hasta dónde la alianza, "formada por sacrificios mutuos y confianza mutua, ha llegado hoy en día".

McNamara sostuvo que espera reunirse con representantes del gobierno colombiano para plantear las acciones "que la administración Trump busca con urgencia". En el comunicado, el funcionario delineó los temas prioritarios para Washington y afirmó que "Estados Unidos continuará tomando medidas decisivas para frenar la migración ilegal, abordar los múltiples temas pendientes en nuestra relación comercial, contrarrestar el flujo de narcóticos hacia nuestras fronteras, llevar a los narcotraficantes ante la justicia y fortalecer la seguridad en toda la región".

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John McNamara volvió a Bogotá tras la tensión diplomática

John McNamara volvió a Bogotá tras la tensión diplomática

La crisis diplomática que los dos países tratarán de dejar atrás estalló cuando Petro involucró al secretario de Estado, Marco Rubio, en un supuesto complot para derrocarlo: "Dice un presidente vecino (el venezolano Nicolás Maduro) que Marco Rubio está organizando un golpe de Estado contra mí", afirmó durante un acto político el pasado 11 de junio.

Washington llamó a consultas a McNamara, argumentando declaraciones de altos funcionarios colombianos que calificó como "infundadas y reprensibles". En respuesta, el presidente Petro también llamó a consultas al embajador colombiano en Estados Unidos, Daniel García-Peña. Para ese momento, ya circulaban audios en los que el ex canciller de Colombia, Álvaro Leyva, afirmaba haber contactado a congresistas estadounidenses cercanos a Rubio con el objetivo de sumarlos a un presunto complot para derrocar al mandatario colombiano.

El embajador de Colombia regresó a Washington y se esforzó por dejar atrás la controversia. En rueda de prensa, declaró enfáticamente que “el secretario de Estado, Marco Rubio, y el Gobierno de Estados Unidos no tienen ninguna participación en un golpe de Estado ni en ningún intento de desestabilización”. Reconoció, sin embargo, que las diferencias persisten y agregó: “Si bien tenemos diferencias, tenemos que concentrarnos en los temas en los cuales hay coincidencias”.

Desde Colombia, junto a las advertencias, McNamara también buscó sentar las bases para el diálogo. En su comunicado, indicó que "a pesar de las diferencias en nuestras políticas actuales, Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial en América Latina".

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Petro involucró al secretario de Estado, Marco Rubio, en un supuesto complot para derrocarlo

Petro involucró al secretario de Estado, Marco Rubio, en un supuesto complot para derrocarlo

La posible descertificación

La posibilidad de alcanzar acuerdos en materia de lucha contra las drogas, extradición de narcotraficantes y comercio se presenta más compleja que el gesto diplomático con el que ambos países buscan superar la crisis provocada por las declaraciones de Petro y el episodio de los audios.

En septiembre, la administración de Donald Trump decidirá si Colombia mantiene la certificación en la lucha contra las drogas. Este aval, que el país ha recibido de forma ininterrumpida durante más de tres décadas, resulta crucial para sostener la cooperación bilateral en materia de seguridad y evitar sanciones como la suspensión de ayudas o restricciones en el acceso a financiamiento internacional. Sin embargo, el contexto actual hace probable que no se concrete.

Aunque Washington ha reconocido avances en materia de incautaciones y en el enfoque de la nueva política antidrogas, también ha exigido resultados concretos frente al crecimiento de los cultivos ilícitos, lo que mantiene abierta la posibilidad de una descertificación.

"Nos preparamos, obviamente, para un escenario de certificación", afirmó en abril la entonces canciller de Colombia, Laura Sarabia, en una conferencia de prensa. No obstante, dejó entrever la preocupación del Gobierno al añadir que también se están tomando medidas "para un escenario de descertificación, en el cual yo no quisiera ahondar porque es un escenario hipotético".

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Incautación de droga en Colombia

Incautación de droga en Colombia

El Informe Mundial sobre las Drogas 2025 de las Naciones Unidas consolidó a Colombia como el mayor productor de coca del planeta. Con 253.000 hectáreas sembradas al cierre de 2023 -último año con datos disponibles- el país concentró el 67% de los cultivos a nivel global.

La tensión comercial

Las relaciones comerciales no atraviesan su mejor momento y podrían convertirse en un foco de tensión relevante para la economía colombiana, altamente dependiente de sus exportaciones hacia Estados Unidos. En abril, la administración Trump impuso un arancel unilateral del 10% sobre los productos colombianos, y el riesgo de que esta cifra aumente sigue latente.

Washington considera como barreras comerciales algunos reglamentos que Colombia aplica al mercado automotriz. A esto se suma la reciente incorporación de Colombia al Banco de Desarrollo creado por los BRICS, una decisión que despertó recelos en la administración Trump. El mandatario ha amenazado con imponer un arancel adicional del 10% a los países miembros de esa asociación. Si bien Colombia no forma parte del grupo como tal y su vinculación se limita, por ahora, a la entidad financiera, está por verse cómo el líder republicano evaluará este acercamiento.

Entre enero y mayo de 2025, Estados Unidos fue el principal destino de las exportaciones colombianas, con una participación del 29,8%. Le siguieron Panamá, Países Bajos, Ecuador, China, India y Brasil. La canasta exportadora hacia el mercado estadounidense está compuesta, en su mayoría, por combustibles, productos vegetales, café y flores.

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Las flores son uno de los principales productos de exportación de Colombia a EEUU

Las flores son uno de los principales productos de exportación de Colombia a EEUU

Freno a la extradición

La política de extradiciones se ha convertido en otro frente de tensión. El gobierno de Petro suspendió de manera indefinida la entrega a Washington de Willinton Henao, alias Mocho Olmedo, jefe del Frente 33 de las disidencias de las FARC. Según una resolución firmada por el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, la decisión se mantendrá mientras el guerrillero “contribuya con aportes verificables y resultados concretos” en el proceso de paz total.

El caso no es aislado. En junio, el gobierno tomó una decisión similar con Gabriel Yepes Mejía, alias HH, líder de un frente disidente del ELN.

Ambas posturas responden al objetivo de preservar los avances de la paz total, que busca negociar simultáneamente con varios grupos armados. Sin embargo, la estrategia ha encendido alertas en Washington, donde se considera que el congelamiento de las extradiciones afecta directamente la cooperación judicial y la lucha contra el narcotráfico.

El diálogo se ha reactivado, pero el vínculo bilateral aún navega un clima de tensión que difícilmente encontrará resolución inmediata.

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