El Senado aprobó este martes el "grande y hermoso" proyecto de ley presupuestario de Donald Trump, cuestionado por la oposición demócrata y hasta por aliados del mandatario, como Elon Musk. El proyecto de gastos e impuestos, clave para que Trump lleve adelante su agenda MAGA, avanzó gracias al voto del vicepresidente JD Vance, que desempató tras una votación 50-50. Ahora pasará a la Cámara de Representantes y el objetivo es que sea promulgado por el presidente antes del 4 de julio.
Después de una maratónica sesión de 24 horas de debate, en la que los senadores votaron sobre decenas de cambios propuestos a la legislación, la propuesta recibió 47 votos en contra de los demócratas, a los que se sumaron los republicanos Rand Paul, de Kentucky, Thom Tillis, de Carolina del Norte, y Susan Collins, de Maine. La aprobación, gracias al voto de desempate de Vance, representa una importante victoria para Trump y para el líder de la mayoría republicana en la cámara alta, John Thune.
El paquete, que había sido aprobado en mayo en la cámara baja, le permitirá a Trump cumplir algunas de sus promesas de campaña, como extender las enormes exoneraciones fiscales aplicadas desde su primer mandato, que expiran a fin de año, o eliminar los impuestos a las propinas. A la vez, dedica miles de millones de dólares a la seguridad fronteriza, en el marco de su política migratoria, con la que quiere llevar adelante la "mayor operación de deportación de la historia".
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Según las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un organismo técnico y apartidista, en los próximos diez años el proyecto de ley provocará una caída de los ingresos de unos 4,5 billones de dólares y un recorte del gasto de 1,2 billones, y llevará la deuda nacional a 3,3 billones de dólares.
Para financiar los menores ingresos fiscales y el aumento del gasto, los republicanos proponen fuertes recortes a Medicaid, el seguro de salud instaurado por Barack Obama y del cual dependen más de 70 millones de estadounidenses de bajos ingresos, a cupones de alimentos, además de rescindir una serie de créditos fiscales a las energías limpias aprobados por los demócratas de Joe Biden en 2022.
A continuación, cuatro claves del proyecto de ley, de más de 900 páginas, que fue aprobado en el Senado.
Exenciones impositivas
Los republicanos quieren extender de manera permanente las exenciones impositivas que están vigentes desde el primer mandato de Trump en 2017, que expiran pronto y benefician a los tramos de mayores ingresos.
Además, la normativa eleva el límite de dinero que los contribuyentes pueden deducir de impuestos estatales y locales (SALT, por sus siglas en inglés) de 10.000 dólares a 40.000 dólares para quienes declaran conjuntamente y ganan menos de 500.000 dólares al año.
A la vez, sumará nuevas exenciones fiscales que Trump prometió durante la campaña electoral, como la eliminación de los impuestos a las propinas y a las horas extra, o la posibilidad de deducir el pago de intereses de algunos préstamos para la compra de autos fabricados en Estados Unidos, junto con una deducción de 6.000 dólares para adultos mayores que no ganen más de 75.000 al año.
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El líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune
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Los republicanos del Senado quieren aumentar de manera permanente el crédito fiscal anual por hijos a 2.200 dólares. Los miembros del GOP en la cámara baja propusieron aumentarlo a 2.500 dólares, pero reducirlo a 2.000 después de 2028.
De acuerdo con un análisis realizado por la CBO a la versión aprobada en la Cámara de Representantes, la legislación provocará que los hogares más ricos vean un aumento en sus ingresos de 12.000 dólares, mientras que para los más pobres se reducirían en 1.600 dólares al año. Además, los contribuyentes de rentas medias se beneficiarían de una rebaja fiscal de entre 500 y 1.500 dólares.
Aumento de los fondos para la seguridad
El proyecto de ley prevé unos 350.000 millones de dólares para la agenda fronteriza y de seguridad nacional de Trump, entre ellos 46.000 millones de dólares para el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, que incluyen también fondos para infraestructura asociada, como caminos, cámaras, luces y sensores. Otros 45.000 millones de dólares son para sumar 100.000 camas en centros de detención de migrantes.
También se destinarán fondos para la contratación de 10.000 nuevos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y a un aumento de agentes de la Patrulla Fronteriza. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dispondría de un nuevo fondo de 10.000 millones de dólares para subvenciones a los estados que colaboren en la aplicación de las leyes federales de inmigración y en las medidas de deportación, según recogió AP.
Donadl Trump en la Frontera. con México. EFE.jpeg
El proyecto también contempla 25.000 millones de dólares para el nuevo sistema de defensa antimisiles "domo dorado" de Trump, otros 29.000 millones para la construcción de buques militares y 15.000 millones para disuasión nuclear.
Recortes a Medicaid y cupones de alimentos
El proyecto contempla recortes significativos en el gasto social, principalmente a través de un aumento en los requisitos para acceder a programas como el seguro médico Medicaid o el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
Entre los requisitos están el de que muchos de los adultos que reciben Medicaid o SNAP tengan que trabajar 80 horas por mes, salvo los mayores de 65 años o los padres con hijos menores de 14 años.
Además, se propuso establecer un nuevo copago de 35 dólares para los pacientes que usen los servicios de Medicaid.
Un informe de la CBO calculó que esas medidas podrían dejar sin seguro médico a 10,9 millones de personas para 2034. Además estimó que casi cuatro millones de personas quedarían sin derecho a recibir cupones de alimentos del programa SNAP, que beneficia a más de 40 millones de estadounidenses de bajos ingresos.
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Protesta contra recortes en Medicaid
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Un golpe a la energía verde
Otro de los recortes de gastos que prevé el plan de presupuesto es rescindir los créditos fiscales a los autos eléctricos y a los proyectos de energía renovable, entre estos los de las industrias eólica y solar.
De todas formas, en este punto hay algunas diferencias entre los republicanos en el Senado y los de la Cámara de Representantes. Estos últimos quieren poner fin completamente a estos créditos fiscales, mientras que la propuesta de la cámara alta es que las compañías que comenzaron a construir parques eólicos y solares este año puedan contar con estos créditos, que se reducirían al 60% para las que inicien obras en 2026 y al 20% en 2027. El crédito desaparecería en 2028.
En lo que coinciden todos es que no quieren que las compañías que utilicen suministros de China tengan acceso a estos créditos.
El senador demócrata Ron Wyden, de Oregon, llegó a calificar las disposiciones del Partido Republicano de "sentencia de muerte para las industrias eólica y solar de Estados Unidos y de inevitable subida de las facturas de los servicios públicos".