En medio de un clima de euforia, Tim Walz hizo su primera aparición pública desde que fue elegido por Kamala Harris como su compañero de fórmula en un acto de campaña en Philadelphia en el que le agradeció a la vicepresidenta por "traer de vuelta la alegría" y dejó una serie de frases y polémicas para el recuerdo.
La referencia al regreso de la alegría fue un reproche casi inconsciente a la postulación fallida de Joe Biden, quien se resistió más de la cuenta a bajarse de la carrera. A raíz de sus evidentes achaques, Biden volvía incómoda y carente de toda épica la campaña demócrata. Ahora el partido busca cambiar la energía en los tres meses que restan rumbo a la presidencial.
“Es el tipo de persona que infunde en la gente un sentimiento de pertenencia y la inspira a soñar en grande (...) Ese es el tipo de vicepresidente que Estados Unidos merece", dijo Harris la noche del martes al presentar al gobernador de Minnesota, que la acompañará en los próximos días en un recorrido de campaña por una serie de estados claves para las elecciones de noviembre, para las que fue confirmada oficialmente como candidata demócrata esta semana.
"Somos los menos favorecidos en esta carrera, pero tenemos el impulso, y sé exactamente a qué nos enfrentamos", afirmó la vicepresidenta, que reemplazó a Biden, de 81 años, después de que éste renunciara a la reelección en medio de las dudas sobre su agilidad mental tras el fallido debate con Donald Trump.
Harris recordó entonces el recorrido de Walz como docente, entrenador de fútbol americano, como sargento en la Guardia Nacional del Ejército y como congresista. Y aseguró que es un "orgulloso producto de una familia de clase media en la Nebraska rural".
Con una sonrisa, pero duro con Trump y Vance
"Gracias vicepresidenta por la confianza que depositó en mi, pero, sobre todo, gracias por traer de vuelta la alegría", manifestó Walz al tomar la palabra, en un discurso en el que desplegó espontaneidad y mantuvo siempre presente su sonrisa, pese a la dureza del tono contra la fórmula rival de Donald Trump y J.D. Vance.
El gobernador de Minnesota también aprovechó para elogiar a su compañera de fórmula: "Se enfrentó a los depredadores, a los estafadores y a las bandas transnacionales. Se enfrentó a poderosos intereses corporativos, y nunca dudó en cruzar la línea divisoria si eso significaba mejorar la vida de la gente. Y quiero que todos ustedes retengan esto y no subestimen nunca su poder: lo hace todo con alegría".
Tras recordar su crianza en un pequeño pueblo de Nebraska y cómo se desarrolló su carrera, dijo que Trump "ve el mundo de manera un poco diferente" y que no sabe nada de servicio porque está "demasiado ocupado sirviéndose a sí mismo".
"Llevó nuestra economía al suelo. Y no se equivoquen, los delitos violentos aumentaron con Donald Trump. Eso sin contar los crímenes que cometió", señaló.
Walz fustigó a los republicanos por su avanzada contra el aborto y defendió el derecho de cada uno a tomar decisiones sobre la salud reproductiva, al recordar cómo tuvo que recurrir junto a su mujer a la fertilización in vitro para tener hijos.
Una particular invitación a debatir
A la vez, dijo que su rival en la fórmula republicana, Vance, comparte la "agenda peligrosa y retrógrada" para el país de Trump.
"Como toda la gente normal del corazón de Estados Unidos, JD Vance estudió en Yale, su carrera fue financiada por multimillonarios de Silicon Valley y escribió un bestseller destrozando a esa comunidad", aseguró, irónicamente.
"Me muero de ganas de debatir con él, si es que está dispuesto a levantarse del sofá y presentarse", dijo en medio de la aclamación del público, en referencia a una broma que circuló en redes sociales de que supuestamente el candidato a vice de Trump tuvo sexo con un sofá.
"Simplemente lo diré: Donald Trump y JD Vance son espeluznantes y, sí, raros. No vamos a volver a eso", aseguró más adelante.
"Tenemos 91 días. Dios mío, qué fácil. Ya descansaremos cuando estemos muertos", dijo.
