El Departamento de Justicia anunció la incautación de más de 30 dominios de Internet que, según dijo, estaban siendo utilizados por el gobierno ruso. Identificó a Sergei Kiriyenko, un antiguo asesor de Putin, como supervisor de los sitios web de Internet, que fueron diseñados para parecer a los lectores como los principales sitios de noticias de Estados Unidos, pero que, de hecho, estaban llenos de propaganda rusa.
Cómo es la operatoria de medios, influencers y redes
El Departamento del Tesoro estadounidense señaló a dos entidades y diez personas, entre ellas la editora en jefe de RT, Margarita Simonovna Simonyan, y su adjunta Elizaveta Yuryevna Brodskaia.
El medio es acusado de reclutar de forma encubierta a "influenciers estadounidenses involuntarios" para apoyar una "campaña" de RT, antes conocido como Russia Today. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que la entidad "no vacilará" en el compromiso de "salvaguardar nuestros principios democráticos y la integridad de nuestros sistemas electorales".
Según el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dos empleados de RT fueron acusados en Nueva York por lavado de dinero y violación de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros.
Se los acusa de canalizar 10 millones de dólares a una empresa con sede en el estado de Tennessee "para difundir contenido considerado favorable al gobierno ruso", añadió.
La firma estadounidense, que no fue identificada, publicó videos en inglés en TikTok, Instagram, X y YouTube, según la acusación, y "nunca les reveló a los influencers ni a sus millones de seguidores sus vínculos con RT y el gobierno ruso", dijo Garland. Aunque la acusación no nombra a la empresa con sede en Tennessee, los detalles coinciden exactamente con Tenet Media, una empresa de medios en línea que se jacta de albergar "una red de comentaristas heterodoxos que se centran en cuestiones políticas y culturales occidentales".
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El fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, dio detalles de la denuncia contra el gobierno de Putin.
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Simonyan fue una "figura central en los esfuerzos de influencia maliciosa del gobierno ruso", mientras que Brodskaia "informó al presidente ruso" Vladimir Putin y a otros funcionarios, dijo el Departamento del Tesoro sobre las dos editoras de RT.
A través del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, la Casa Blanca aseguró que Putin "estaba al tanto de las actividades de RT" para interferir en las elecciones de 2024 en Estados Unidos.
La respuesta de RT y de Rusia
RT reaccionó a través de su canal en Telegram y desestimó las acusaciones de Estados Unidos, a las que calificó como "trillados clichés".
"Tres cosas son inevitables en la vida: la muerte, los impuestos y la 'interferencia de RT en las elecciones estadounidenses'", ironizó el medio.
La portavoz del ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, cuestionó la decisión de Estados Unidos en una entrevista a la agencia de prensa Ria Novosti ."Evidentemente se trata de una operación, de una campaña de información (...) preparada de hace tiempo y que resulta necesaria ahora que se acerca la última fase del ciclo electoral", comentó.
La diplomática afirmó que Moscú, "evidentemente", prepara una respuesta a esas nuevas sanciones, que hará "temblar a todo el mundo" a dos meses del duelo electoral en Estados Unidos entre Donald Trump y Kamala Harris.
"Nunca hemos interferido en los asuntos internos de Estados Unidos y no tenemos la intención de hacerlo en el futuro", dijo el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, en comentarios publicados en la aplicación de mensajería Telegram. "Rechazamos categóricamente las falsas acusaciones contra las estructuras de información rusas y exigimos el levantamiento de las restricciones administrativas impuestas al trabajo de nuestros periodistas en Estados Unidos".
Los funcionarios estadounidenses dicen que las tácticas de Rusia han evolucionado desde 2016, incluso cuando sus intenciones siguen siendo en gran medida las mismas.
Acusaciones desde la elección de 2016
Washington ha acusado a Moscú de tratar de influir en las elecciones presidenciales desde la contienda de 2016 entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
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Siluetas de Donald Trump y Hillary Clinton en el campaña de 2016, donde los demócratas señalaron injerencia rusa.
AFP
Una de las hipótesis que se manejan de por qué Rusia habría intervenido en las elecciones de 2016 para favorecer a Trump obedece a un enojo que Putin sentía hacia Hillary Clinton, informó The Conversation.
Este conflicto tiene sus raíces en diciembre de 2011, cuando estallaron protestas en Moscú tras el anuncio de Putin de postularse nuevamente a la presidencia. En ese entonces, el Kremlin acusó a Clinton, quien era secretaria de Estado de EE.UU., de fomentar las manifestaciones y de entrometerse en los procesos electorales rusos, lo que agudizó la tensión entre ambos líderes.
Tras las elecciones de 2020, funcionarios de inteligencia estadounidenses han señalado a Putin de autorizar "operaciones de influencia" para favorecer la votación de Trump.
También sucedió en 2020. Un informe de inteligencia desclasificado por la Oficina del Director Nacional de Inteligencia concluyó que Rusia intentó influir en las elecciones de ese año para favorecer la reelección de Trump y desacreditar a su oponente, Joe Biden. Las tácticas incluyeron la difusión de desinformación y la creación de narrativas negativas sobre Biden, particularmente relacionadas con su hijo, Hunter Biden.
Emplearon otras estrategias. Según recoge el documento de inteligencia publicado en marzo de 2021, Rusia e Irán se dedicaron a “esparcir declaraciones falsas o exageradas que aseguraban que, supuestamente, los sistemas de votación no eran de fiar, lo que debilitó la confianza del público en el proceso y el resultado”, recuerda El País de Madrid.
En respuesta a las acciones rusas, el presidente Joe Biden anunció sanciones contra el gobierno ruso, que incluyeron la expulsión de diplomáticos y restricciones financieras.
¿Putin juega para Trump?
Vladimir Putin se convierte en un actor relevante de las elecciones estadounidenses por tercera vez consecutiva. Y los demócratas quieren que esa presencia les juegue en su favor.
En febrero pasado, Biden llamó a Putin loco hijo de puta. En respuesta, el presidente de Rusia declaró. "Estamos dispuestos a trabajar con cualquier presidente. Pero creo que, para nosotros, Biden es un presidente preferible para Rusia, y a juzgar por lo que acaba de decir, tengo toda la razón", dijo a la televisión estatal, con una leve sonrisa. ¿Señal de falsa bandera por parte de Putin? El tiempo lo dirá.
