Al mercado, sin embargo, la ambigüedad le resultó preocupante. Patricia Bullrich después lo aclararía ante El Observador.
"De lo que habló Trump fue de un cambio de filosofía. Él dejaría de apoyar si hay un cambio de filosofía, la vuelta al populismo, al país de la pobreza que cambia un acuerdo con el FMI al 4% por uno al 16% con Venezuela", le dijo la ministra de Seguridad a este medio. "No se refería a la elección de medio término del 26 de octubre. El cambio de filosofía no se da ahora", remató Bullrich, una de las comensales del almuerzo.
El ministro de Economía Luis Caputo también salió a aclararlo ante los periodistas. "Mirá si Estados Unidos va a estar haciendo todo esto sujeto a una elección de medio término dentro de ocho días. Imagínate todo lo que estamos haciendo. No resiste análisis la interpretación esa. Es una cosa que generó confusión", dijo Caputo.
Toto no fue el único Caputo presente en Washington, según le confirmaron a El Observador. El asesor Santiago Caputo también viajo a la capital estadounidense y, con perfil bajísimo, tal su costubre, mantuvo reuniones con políticos de diverso color político en la capital del país. Caputo es uno de los funcionarios mileístas que construyó redes de contacto directas con la elite de DC.
Cómo fue el encuentro en la Casa Blanca
La visita de Milei a la Casa Blanca se dividió en partes. El presidente viajó a la capital de EEUU con su hermana Karina, el ministro de Economía Luis Caputo, la de Seguridad Patricia Bullrich y el jefe del Banco Central, Santiago Bausili. En la capital estadounidense se les unieron el canciller Gerardo Werthein y el embajador Alec Oxenford.
La reunión bilateral prevista en el Salón Oval quedó a medias. Hubo un encuentro de presidentes y funcionarios en el despacho del mítico West Wing que duró 15 minutos. Fue antes del almuerzo de trabajo compartido entre delegaciones. Ahí, Trump les mostró a los funcionarios argentinos los proyectos que tiene en danza para remodelar el Salón Oval. El show del líder MAGA apenas empezaba.
De ahí, todos pasaron a la sala de gabinete. En una mesa de madera larga, las delegaciones se sentaron en espejo. Trump y Milei en el centro, con sus funcionarios a los costados. Al libertario lo rodearon su hermana Karina y el canciller Gerardo Werthein. A Trump, Marco Rubio y JD Vance, a sus costados. El secretario del Tesoro se ubicó a la izquierda del vicepresidente. En la punta, el embajador de EEUU en Argentina Peter Lamelas se mantuvo en silencio. Lamelas se quedará en Estados Unidos hasta después de las legislativas del 26 de octubre, según supo El Observador.
Del lado MAGA argentino, Milei apenas habló. Le agradeció al presidente estadounidense por su papel en el acuerdo de paz celebrado en Medio Oriente. Lo hizo en español. El canciller Werthein fue el único que alzó la voz brevemente. Y lo hizo en un inglés fluido. El ministro de Economía Luis Toto Caputo se entregó a un riguroso silencio. Por detrás de ese perfil bajo, Caputo se quedará en Washington por unos días más. Milei volverá a Buenos Aires esta noche de martes, pero Toto seguirá de cerca el encuentro anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
También, según le comentaron a este medio, compartirá agenda de trabajo con el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, con el objetivo de eliminar aranceles cruzados entre países. Werthein sigue ese tema desde hace meses junto a Howard Lutnick, Secretario de Comercio de Trump y otro de los comensales del encuentro.
"Los anuncios económicos van a estar tan pronto los tengamos listos, están trabajando fuerte tanto la Cancillería como la Secretaría de Comercio para terminar de formalizarlos", comentó Caputo ante El Observador y otros medios.
El ministro de Economía agregó que Trump sugirió "dos o tres cosas que van a ser bien recibidas, son muy positivas para nuestro país". Se refería a un inminente anuncio sobre un posible alivio a las trabas arancelarias entre países.
Trump con Milei - 14-10-25 - AFP
El soliloquio del anfitrión, cruzado por un dinámico pingpong del republicano con los periodistas presentes, incluido El Observador, duró más de una hora. El mandatario estadounidense habló de la paz en Gaza, el shutdown, se la agarró con los medios tradicionales de EEUU y con el candidato a alcalde de Nueva York Zohran Mamdani, favorito para los comicios de noviembre.
El encuentro escenificó el fuerte respaldo de Trump su socio en la región. Pero a la vez el líder republicano advirtió que la ayuda también dependerá de quién gane las próximas elecciones. ¿Qué gana EEUU con ese auxilio? Esa fue la pregunta y repregunta de El Observador al mandatario estadounidense. "Es simple. No tenemos que hacerlo. Queremos que tenga éxito y verlo. No hace una gran diferencia para nosotros. Pero sí lo hará en términos de América del Sur. Argentina es uno de los países más hermosos que vi. Si le va bien, otros países lo seguirán y ya lo están haciendo", le dijo a este medio.
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Bessent a su vez diseccionó el significado de la cruzada MAGA para que China pierda peso en la región. El poderoso secretario del Tesoro aclaró que no pretende un imposible. ¿Cuál? Que la potencia asiática deje de ser el principal socio comercial de varios países latinoamericanos. Limitó la advertencia a la presencia china en áreas estratégicas, especialmente la militar. Un alivio para Argentina, que depende como el agua de las compras agropecuarias chinas y, al menos por ahora, también del swap vigente de 18.000 millones de dólares.
En breve, ¿lo podría reemplazar por el intercambio de monedas por 20.000 millones que anunció Bessent? Caputo lo negó ante este medio. Confirmó que los términos del intercambio de monedas, desde el plazo hasta la tasa, aún está siendo negociados.
"No tiene nada que ver el swap americano con el swap chino, nada que ver", afirmó Caputo ante la consulta de El Observador. "El tesoro americano tiene todos los instrumentos arriba de la mesa para actuar cuando crea conveniente en los diferentes mercados. Puede ser en el mercado libre de cambios, puede ser en el dólar financiero, puede ser en el dólar futuro, puede ser con el dólar", agregó más tarde.
Tras la primera etapa de la cita en la capital de EEUU, llegó el almuerzo en platos de porcelana y vajilla de plata. Duró más de una hora y fue, nuevamente, monopolizado por la figura de Trump. El presidente impuso el tono y los temas del lunch. En ese momento, la delegación argentina ignoraba el impacto (negativo) que las palabras de Trump habían tenido en los mercados. Los funcionarios de Trump no habían mirado su celular. Pero igualmente sentían cierta inquietud por el dramatismo del planteo trumpista. Por eso buscaron despejar malentendidos en la charla distendida con Trump.
"Nos quedó clarísimo que no se refería al desenlace del 26", le dijo un comensal a este medio.
Milei en la Casa Blanca - 14-10-25
Una vez finalizado el almuerzo, las delegaciones volvieron al Salón Oval. Ahí Trump y Milei mantuvieron una breve bilateral a solas en esa mítica zona del West Wing.
Tras ese mano a mano, el grueso de la comitiva argentina se retiró. Los funcionarios volvieron a la Blair House, ubicada frente a la Casa Blanca, donde son invitados de Trump. Pero Milei, Karina y Werthein se quedaron en el homenaje a Charlie Kirk. El trío se sentó en la primera fila, cerca de la viuda, los hijos y padres del activista brutalmente asesinado.
Durante su discurso, Trump elogió nuevamente a Milei y lo llamó "superstar". El argentino, quien había conocido a Kirk en Mar-a-Lago, le agradeció el apodo.
La gira de Milei por Washington no dejó otros anuncios. Por ahora, no se difundieron detalles sobre las negociaciones en marcha para reducir aranceles cruzados o respecto a las inversiones estadounidenses que anticipó el embajador Lamelas. Milei se retiró conforme con el nuevo gesto de afinidad trumpista. "Todo sigue igual. El swap es efectivo y que nadie entre en pánico. Vamos a tener una buena elección el 26 de octubre, aunque no se habló de eso, sino del riesgo que tiene la vuelta de un gobierno anti-americano a la Argentina", sintetizó Bullrich poco antes de volver al país.