¿Cuál es la cuarta razón de los aranceles?
La cuarta, y quizás la más importante a la que se debería prestar atención, es que los aranceles se usan para recaudar dinero para el gobierno federal estadounidense. Es una forma de aumentar ingresos para el presupuesto y los balances fiscales. Es decir, los aranceles están siendo usados como un impuesto para recaudar fondos, sobre todo porque Trump tiene una propuesta fiscal expansiva que aumentaría la deuda, pero enfrenta limitaciones políticas en su propio partido en el Congreso. Entonces, parte del argumento para justificar que los balances no están tan mal es que habrá dinero entrando a través de los aranceles.
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Restrepo discute amablemente en la Florida International University con Juan Cruz, ex asesor de Donald Trump en temas de Seguridad.
¿Ese afán recaudatorio se cumplirá de forma lineal o existen riesgos de no alcanzar el objetivo?
Claro que existen riesgos políticos, y esa es una de las razones por las cuales el uso de los aranceles puede generar tensiones internas. No hay una teoría coherente y unificada detrás del uso de los aranceles; se están usando por distintas razones, y esto genera contradicciones. La contradicción más grande es que Trump fue electo en gran parte por un rechazo a la inflación, pero la política de aranceles es inflacionaria, y eso genera una tensión importante dentro de la administración.
Seguridad global y sistema financiero en crisis
La guerra de aranceles implica también un cambio en la arquitectura geopolítica postguerra. ¿Cuánto va a cambiar realmente?
Creo que la infraestructura geopolítica que surgió después de la Segunda Guerra Mundial ya está en proceso de cambiar o ha cambiado en gran parte. Esa arquitectura estaba basada en la confianza, como la OTAN, que es un acuerdo basado en la idea de que un ataque a uno es un ataque a todos. Pero cuando esa confianza se pierde, reconstruirla no es cosa de un día ni de un presidente. Lo mismo pasa con el sistema comercial global, especialmente en su parte financiera, que dependía mucho de la predisposición de Estados Unidos. Eso ya no existe como antes. Trump introdujo una desconfianza estructural sobre EEUU que será difícil de revertir.
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El ex asesor de Obama dice que "los dos pilares fundamentales del sistema de post-guerra, el de la seguridad y el financiero, ambos basados en la confianza", entraron en crisis.
¿La seguridad que brindaba la OTAN y la previsibilidad financiera de EEUU están en crisis?
Eso ya no existe. Cambiaron los dos pilares fundamentales del sistema de post-guerra: el de la seguridad y el financiero, ambos basados en la confianza. Se introdujo una desconfianza sistemática, y recomponer eso no es algo que los próximos presidentes de los Estados Unidos van a poder lograr rápidamente.
Trump dijo que Estados Unidos fue el gran perdedor de esta arquitectura. ¿Qué opina?
Es difícil entender esa afirmación. Estados Unidos sigue siendo la economía más poderosa del mundo, un resultado directo del sistema internacional vigente en las últimas siete décadas. Claro que ha habido perdedores internos, especialmente trabajadores industriales no universitarios, pero eso no es resultado del sistema internacional, sino de los avances tecnológicos que han transformado el mercado laboral.
Trump ve a Latinoamérica como la esfera natural de influencia estadounidense. Es algo así como una “Doctrina Monroe 2.0”. Trump ve a Latinoamérica como la esfera natural de influencia estadounidense. Es algo así como una “Doctrina Monroe 2.0”.
¿Trump mira con atención a América Latina?
¿Qué hay de cierto respecto a que Trump está mirando a Latinoamérica por primera vez en décadas?
No creo que sea así. Obviamente, hay un enfoque fuerte en el tema migratorio, que sigue siendo prioritario. También están los temas de China, comercio y seguridad, pero no es algo nuevo. El gobierno de Biden, por ejemplo, también puso foco en la migración en las Américas. Lo que sí es novedad es que el secretario de Estado y asesor de seguridad nacional, Marco Rubio, tiene un historial personal con Latinoamérica, pero no creo que sea el motor principal.
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"Es una competencia asimétrica con EEUU. China tiene una ventaja porque sus empresas privadas actúan coordinadas con el gobierno", asegura.
¿Cuál es el enfoque global de Trump hacia América Latina?
Trump tiene una visión bastante tradicional, casi del siglo XIX, donde los grandes poderes tienen sus esferas de influencia, y él ve a Latinoamérica como la esfera natural de influencia estadounidense. Es algo así como una “Doctrina Monroe 2.0”. Aunque en la historia EEUU puso mucha atención a Latinoamérica, hay que diferenciar entre atención y políticas positivas.
¿Estados Unidos le está dando una agenda propositiva para competir con China en América Latina?
No realmente. Es una competencia asimétrica. China tiene una ventaja porque sus empresas privadas actúan coordinadas con el gobierno, mientras que en Estados Unidos el sector privado responde más al mercado que a la dirección gubernamental. Esto hace difícil competir uno a uno. EEUU está tratando de avanzar con herramientas como el DFC, un fondo de financiamiento de desarrollo bilateral, pero es insuficiente para competir a nivel de financiamiento y operaciones con China.
Mientras no tengan esas herramientas, ¿qué pasará en América Latina?
Mientras no estén, las decisiones de inversión van a depender del sector privado y de las condiciones de negocio en cada país latinoamericano, no de una política estadounidense. Por eso, los países de América Latina van a jugar a ambos lados, sacando beneficios donde puedan.
Sobre los aranceles, llamó la atención que no hubo demasiada discriminación entre aliados y adversarios. ¿Por qué?
Es llamativo, pero responde a que Trump tiene una obsesión personal con los balances comerciales. Por eso, incluso con países con los que EEUU tiene buenos balances comerciales, como varios en América Latina, les aplicó el 10%. No importaba el gobierno, la respuesta era la misma.
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El enviado de Trump, Richard Grenell, con Maduro en Venezuela. "Nadie tiene una solución para un régimen criminal maneja flujos legales e ilegales de dinero", dice.
AFP
Zigzagueo con Venezuela y el verdadero interés en Argentina
¿Cómo ve la política de máxima presión de Trump hacia Venezuela?
Este mes se ha visto un cambio hacia la presión. En febrero era una política más abierta, ahora es diferente. Dentro de la administración hay facciones con opiniones distintas. Nadie tiene una solución clara para Venezuela, donde un régimen criminal maneja flujos legales e ilegales de dinero. Si no se interrumpe ese flujo, será muy difícil romper la estructura criminal que gobierna el país.
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Para Restrepo, el interés de Trump es que Argentina cumpla con sus obligaciones financieras, especialmente con el FMI y otros acreedores estadounidenses.
Sobre Argentina. ¿Por qué Trump muestra tanto interés y qué rol juega el secretario del Tesoro, Scott Bessent?
No creo que Trump le dé tanta importancia a Argentina, pero es un tema sobrevalorado en el país. Lo que sí es cierto es que hay interés en ver que Argentina cumpla con sus obligaciones financieras, especialmente con el FMI y otros acreedores estadounidenses. Eso explica parte del rol activo de Bessent. También está la competencia con China; Estados Unidos prefiere que Argentina tenga una economía establecida más alineada con ellos que con China.
Pero el swap de Argentina es con China, no con Estados Unidos.
Exacto. En un mundo ideal, ese swap sería con Estados Unidos y no con China. Es una combinación de intereses lo que guía esta dinámica.