El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, anunció este martes que solicitará una moción de confianza en el Parlamento para reafirmar la solidez de su Gobierno de coalición, tras la victoria del conservador y antieuropeísta Karol Nawrocki en las elecciones presidenciales del domingo.
En un discurso en cadena nacional, Tusk dijo que su Ejecutivo de centro liberal no está dispuesto a retroceder "ni un paso" y que tomará medidas para demostrar su legitimidad frente a un posible escenario de "cohabitación difícil" con el nuevo presidente.
En Polonia el presidente tiene el poder de vetar leyes y es el comandante en jefe de las fuerzas armadas. Por sus posturas, Nawrocki podrá obstaculizar la agenda progresista de Tusk en favor de los derechos de la población LGTBQ y para suavizar las duras restricciones al aborto, entre otras políticas.
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El primer ministro polaco, Donald Tusk, en una imagen reciente
La delicada apuesta de Donald Tusk
"La primera prueba será un voto de confianza, que le pediré pronto al Parlamento", dijo Tusk, quien de esa manera busca mostrar a nivel nacional e internacional que el Gobierno comprende "la gravedad del momento", pero no cederá en su agenda reformista.
La elección de Nawrocki, respaldado por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), representa un revés político para Tusk, cuyo candidato, el alcalde de Varsovia Rafal Trzaskowski, fue derrotado por un estrecho margen: 50,89% a 49,11%.
El nuevo jefe de Estado, un declarado admirador del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sucede al también conservador Andrzej Duda, con quien el Gobierno tuvo una relación marcada por enfrentamientos institucionales.
Tusk reconoció la posibilidad de nuevos obstáculos con Nawrocki, pero aseguró que su administración ya cuenta con un "plan de contingencia" y la experiencia necesaria para gobernar en un contexto adverso. "Si tenemos que enfrentar bloqueos a los buenos cambios, sabremos cómo actuar", afirmó.
Un escenario político complicado en un país polarizado
Pero el llamado a una moción de confianza generó tensiones en la propia coalición de Gobierno. Szymon Hoownia, presidente del Parlamento y líder del partido Polonia 2050 —uno de los socios clave de Tusk—, calificó la iniciativa como una “mala idea” y un “gesto teatral”.
Hoownia adelantó que convocará a los líderes de los partidos de la coalición para revisar el acuerdo de gobernabilidad y discutir las lecciones que deja el reciente proceso electoral. "En lugar de una moción de confianza, deberíamos buscar una nueva apertura y presentar al pueblo un plan de trabajo claro", sostuvo.
Por su parte, el líder del PiS, Jarosaw Kaczyski, aprovechó el resultado de las elecciones para redoblar la presión sobre el Ejecutivo.
“Tusk ha recibido una tarjeta roja de los ciudadanos”, dijo, y propuso la dimisión del primer ministro para dar paso a un Gobierno técnico de unidad nacional.
El escenario político en Polonia se complica, y la relación entre el nuevo presidente y el actual Gobierno marcará el rumbo institucional del país en los próximos meses.
FUENTE: Con información de agencias