Donald Trump prometió que si gana las elecciones en noviembre va a promover que el gobierno o el seguro médico paguen los tratamientos para fertilizaciones in vitro (FIV). El candidato republicano se metió así en la campaña con un tema por el que ha abogado principalmente el Partido Demócrata, sobre todo después de la derogación del derecho al aborto a nivel nacional. En respuesta, ahora los demócratas dijeron que es un "mentiroso".
"Estoy anunciando hoy, en una importante declaración, que bajo la administración Trump el gobierno pagará, o su compañía de seguros será obligada a pagar, todos los costos asociados con el tratamiento de FIV", dijo el jueves en un evento de campaña en Michigan.
El candidato republicano había adelantado el anuncio a NBC News. "Siempre estuve a favor de la FIV. Está ayudando a las mujeres que tienen dificultades para tener hijos", dijo en una entrevista con esa cadena de noticias. "Todas las estadunidenses que lo necesiten, lo tendrán", manifestó.
Actualmente no hay muchas compañías de seguro médico que cubran tratamientos de fertilidad como la FIV. De acuerdo con el Departamento de Salud, el costo por paciente por ciclo es de 20.000 dólares.
El fallo de Alabama como ejemplo del peligro para la FIV
El acceso a los tratamientos in vitro, que permiten que un embrión fertilizado en un laboratorio sea transferido al útero de una mujer para buscar un embarazo, se vio puesto en duda como consecuencia de la decisión de 2022 de la Corte Suprema de derogar el fallo Roe vs. Wade, que garantizaba el derecho al aborto a nivel federal desde 1973.
El máximo tribunal está formado por una mayoría de jueces conservadores, tres de ellos nombrados durante el gobierno de Trump, por lo que los demócratas apuntan contra el republicano y su administración por la pérdida de ese derecho a nivel nacional.
Desde ese fallo, que dejó en manos de los estados la decisión sobre el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, 14 prohibieron el aborto, mientras que otros siete restringieron su acceso.
En febrero, la Corte Suprema de Alabama dictaminó que los embriones congelados pueden ser considerados niños, una decisión que frenó temporalmente la FIV en el estado. Un mes después, Alabama aprobó una ley para garantizar el tratamiento, aunque algunos consideran que no hace lo suficiente para proteger a los médicos y clínicas que lo practican.
El ex presidente, que se vanaglorió de haber "matado Roe vs Wade" e insiste en que el tema debe ser decidido por cada estado, dijo en su momento que creía que las mujeres deberían tener acceso a los tratamientos in vitro, como forma de distanciarse del fallo de la corte de Alabama.
"Sigo escuchando que estoy en contra, y en realidad estoy muy a favor. De hecho, en Alabama, donde (...) un juez falló en contra, me opuse al juez y salí con una declaración muy fuerte a favor", dijo Trump el jueves por la noche en un encuentro con seguidores en Wisconsin, moderado por la ex congresista demócrata Tulsi Gabbard, que esta semana le dio su apoyo.
La respuesta de los demócratas
Los demócratas, de hecho, cuestionaron la sinceridad del anuncio. "La propia plataforma de Donald Trump podría prohibir efectivamente la FIV y el aborto en todo el país. Trump miente tanto o más que lo que respira, pero los votantes no son estúpidos", indicó en un comunicado Sarafina Chitika, portavoz de la campaña Harriz-Walz.
"Solo hay una candidata en esta carrera que confía en las mujeres y protegerá nuestra libertad para tomar nuestras propias decisiones sobre el cuidado de la salud: la vicepresidenta Kamala Harris", añadió.
"Las mujeres estadounidenses no son estúpidas", sumó este viernes la senadora demócrata Elizabeth Warren en una convocatoria de prensa de la campaña, en la que calificó la propuesta del candidato republicano de "humo", según consignó The Huffington Post. "Hacer vagas promesas sobre la cobertura del seguro no impide que un solo juez extremista o una legislatura estatal prohíban la FIV", añadió.
La senadora Tina Smith también cuestionó al republicano: "Las mujeres ven el intento de Trump de modular su posición radical sobre los derechos reproductivos como lo que es: una mentira total".
Y en la polémica intervino incluso Gwen Walz, la esposa del candidato a vicepresidente Tim Walz, que dijo que la gente no va a tolerar que Trump intente "rescribir su historial sobre salud reproductiva". "Donald Trump es quien derribó Roe y puso en riesgo el acceso a la FIV. Eso es un hecho", señaló en un evento de campaña con educadores en Manassas.
Referéndum sobre el aborto en Florida
Trump también se refirió el jueves al referéndum que celebrará en noviembre Florida sobre el aborto, que busca revocar la prohibición del aborto más allá de las seis semanas, promulgada el año pasado por el gobernador republicano Ron DeSantis, y permitir una interrupción voluntaria del embarazo hasta la viabilidad fetal, que es alrededor de la semana 24.
"Creo que seis semanas es demasiado poco. Tiene que ser más tiempo", dijo a NBC en relación al referéndum. De todas formas, el magnate inmobiliario, un residente de Florida, no aclaró qué votaría en la consulta.
Su equipo de campaña salió a aclarar luego que el ex presidente no dijo que votaría a favor del referéndum, sino que estaba simplemente reiterando su oposición a la prohibición más allá de las seis semanas.