El contexto
¿Por qué tantas empresas se mudan?
El atractivo de costos operativos más bajos, impuestos reducidos y mejores condiciones de vida para empleados impulsa la migración de empresas desde hubs caros como Nueva York y California hacia estados del sur y el medio oeste. Una encuesta realizada en agosto entre ejecutivos corporativos reveló que casi el 60% se planteaba la deslocalización. "Hoy en día, la selección de sede es mucho más que trasladar personas o inmuebles", afirmó John Boyd, director de la consultora Boyd Company. "Se trata de la identidad de la empresa. Se trata de acceder a los puntos fuertes de la mano de obra en determinados mercados. Se trata del acceso al mercado", señaló, según consignó la agencia Bloomberg.
Ciudades como Nueva York y California han experimentado una pérdida de empresas debido a percepciones de un clima empresarial desfavorable. Estas salidas pueden impactar en la reputación de la ciudad y reducir ingresos fiscales. A la vez, los incentivos fiscales para la reubicación de empresas pueden ser una apuesta arriesgada, desviando recursos públicos hacia compañías que podrían no cumplir sus promesas de desarrollo económico. Nathan Jensen, profesor de la Universidad de Texas, en Austin, dijo a ProPublica que estos subsidios resultan de suma cero, ya que le sacan recursos a las escuelas y otros servicios públicos: "Piensen en estos acuerdos como costos para la sociedad".
¿Qué lugares lideran en la elección de una nueva sede?
Texas, Florida y Tennessee destacan, mientras que lugares como Pittsburgh han reinventado su economía para atraer a empresas tecnológicas y nuevas industrias. "Pittsburgh se está convirtiendo rápidamente en la próxima gran ciudad tecnológica", declaró el alcalde Ed Gainey en enero, cuando la compañía tech Excelitas anunció sus planes para mudarse a la ciudad.
Cómo sigue
Se proyecta que en 2025 se registrará un aumento en las reubicaciones debido al interés por aprovechar incentivos locales, reducir costos y responder a cambios como la consolidación de oficinas tras la pandemia. Las ciudades competirán intensamente para atraer sedes corporativas, marcando una nueva etapa en la dinámica de reubicación empresarial en Estados Unidos. Al mismo tiempo, se intensificarán las discusiones sobre los impactos económicos y sociales de estos cambios, tanto para las ciudades ganadoras como para las perdedoras.