"Gracias Negrito": los riesgos de las diferencias culturales en la vida empresarial

Sin embargo, más allá de considerar si el jugador uruguayo estuvo bien o no, este tipo de cuestiones suelen estar presente a la hora de hacer negocios o relacionarse con un equipo de trabajo diverso, en donde existan valores y formas de trabajar diferentes.

Este factor cultural se constituye por normas no escritas de comportamiento y comunicación, que afectan al relacionamiento tanto dentro de la empresa como en la sociedad.  

“Las diferencias culturales existen y muchas veces se pasan por alto. Existen entre Montevideo y el interior o entre Uruguay y el resto de América Latina y el mundo”, explicó Gabriela Castro Fontoura, directora de Sunny Sky Solutions, consultora especializada en negocios internacionales.

La especialista puntualizó que casos como el de Cavani no son comunes en el ámbito empresarial, sin embargo, afirmó que es un error intentar aplicar costumbres propias en otros países. Castro Fontoura puso como ejemplo que todos los domingos en Inglaterra, la cena está pactada para 17:45 y no sería adecuado intentar cambiarlo si uno “es el que visita”.

Agregó que este tipo de cuestiones no son necesariamente negativas, sino que suelen ser un factor de integración y conocimiento, porque permiten abrir el espectro hacia otras formas de trabajar. “Te abre la cabeza, te expone a otras formas de concebir la vida y los negocios”, dijo. Más allá de esto, Castro Fontoura subrayó que no tenerlas en cuenta es un error, porque los colaboradores y la empresa en su conjunto se exponen a consecuencias negativas.

Sobre lo sucedido al jugador de Manchester United, la experta comentó que se puede “polemizar durante años” pero considera que no fue correcto publicar algo así. “Más allá de si está bien o no, creo que le faltó una segunda mirada. Si me lo hubiera mostrado a mí, le hubiera dicho que no lo ponga”, comentó.

Los modos de trabajar

Castro Fontoura sostuvo que las diferencias no solo se dan en el lenguaje o en la actitud corporal, sino en las formas de trabajar. Es sabido que los ingleses, por ejemplo, se caracterizan por tener una puntualidad magistral en donde no se permiten llegar ni un minuto tarde ni uno temprano. “Un inglés te dice que te va a ver mañana a la 16:00 horas y va a estar allí”, ejemplificó.

Pero de este lado del globo esto no sucede a menudo. Estas diferencias suelen traer complicaciones en caso de que no haya una capacitación antes de desembarcar en otro país, por eso nutrirse de conocimiento es vital. “El concepto de regla o de plazo es diferente para un latinoamericano”, afirmó Castro Fontoura e insistió en que no anticiparse a este tipo de problemas, puede traer inconvenientes en la forma de trabajar.

En casos de que una empresa tenga un equipo con integrantes de diferentes nacionalidades, la especialista recomendó que el empleador debe darle herramientas para evitar malos ratos. “Hay temas, en algunos países, de los que no se habla. En Inglaterra, el racismo es uno de ellos y son normas que uno tiene que acatar”, enfatizó.

No anticiparse a este tipo de cuestiones no solo puede romper vínculos, sino que también negocios y dinamitar oportunidades de empleo. Castro Fontoura, que suele trabajar con pymes, contó que en Uruguay falta avanzar en este sentido, sobre todo en entender que “las reglas las ponen ambas partes”, no solo uno. “Tenemos que entender también que nosotros vamos a tener que ceder cuando hacemos negocios con el exterior. Así como la FA no puede imponer su visión del mundo, nosotros tampoco”, explicó.

“Prueba y error”

En coincidencia con la especialista, el presidente de Zonamérica, Orlando Dovat, dijo que informarse antes de entablar conversaciones de negocios es vital. De acuerdo a su experiencia, tener contactos diplomáticos es de gran ayuda, porque permite saber de primera mano cuáles son las costumbres del país.

Contó que la experiencia en este sentido también es muy importante, porque “los detalles” se aprenden yendo al país y conversando con las personas. “Uno puede leer cuestiones más generales, pero como la vivencia misma no hay”, sentenció.

En este sentido, recomendó entender que en el proceso de aprendizaje “la prueba y el error son importantes”.

Dovat puntualizó que los empresarios uruguayos suelen “ceder” cuando llegan a otra nación, porque saben que están en una cierta desventaja. “Cuando viene un estadounidense o europeo, suele querer imponer su cultura. Pero cuando vamos nosotros, esto no es así”, explicó.

El liderazgo

Es recomendable que las compañías tengan liderazgos fuertes, que contemplen todas las diferencias culturales del equipo, de acuerdo a lo que dijo Gonzalo Icasuriaga, encargado de Estrategia y Capital Humano en CPA Ferrere.

El paso fundamental, según el experto, es reconocer los diferentes valores y costumbres que tiene la empresa en su interna. “El darle legitimidad, desde el liderazgo, a otras maneras de hacer las cosas es clave”, señaló.

Para Icasuriaga esto va a ser cada vez más importante y el caso de Cavani lo puso de manifiesto, sobre todo porque pone sobre el tapete la necesidad de mejorar la capacidad de integración y conocimiento del otro. “Esto es clave, porque puede poner en jaque a los negocios”, insistió.