“Hay que implementar soluciones para sustituir el petróleo”

En UTE lideró el primer proyecto de energías renovables de Uruguay: una planta fotovoltaica que está instalada en Salto, que llegó al país a través de una donación del gobierno de Japón. Gracias a esa colaboración con el gobierno japonés, a Marcelo Mula le surgió la oportunidad de ir a estudiar al país nipón y allí profundizó sus conocimientos sobre energía fotovoltaica.

En 2013 Mula dio un giro a su carrera y de UTE pasó al sector privado, donde se desempeñó como director de Desarrollo en Tecnova Renovables y como director Ejecutivo en Tecnogroup. En esta última empresa permaneció cinco años, hasta que en 2020 decidió emprender por la cuenta. Junto con Marcos González y José Mier, creó la empresa M2G Soluciones, dedicada al desarrollo de proyectos de energía renovable. También el año pasado, Mula asumió como presidente de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (Auder).

¿Cómo viene siendo la experiencia de su empresa M2G?

La verdad es que no nos podemos quejar, nos ha ido muy bien, pese a que el año de la pandemia estuvo complicado para algunos sectores. Promovido a través de la ley de Inversiones y por la Comisión de Aplicación de la ley de Inversiones (COMAP), varias empresas del sector comercial, industrial y logístico en este momento en Uruguay están invirtiendo en producir su propia energía para abaratar sus costos operativos. Si bien cuando empezamos lo hicimos pensando en el sector residencial, –porque tengo la visión de que tarde o temprano va a llegar a cualquier hogar ya que han bajado los precios y es una inversión que se recupera en cuatro años– por el tema de la pandemia y que el gobierno empezó a promover la inversión en producción más limpia, se abrió el espectro y ahora estamos trabajando para empresas de mediano y gran porte y no solo con instalaciones solares, sino haciendo una gestión integral de la energía, sobre todo, evaluando proyectos con almacenamiento de energía.

¿En qué consiste el almacenamiento de energía?

Implica que uno pueda almacenar energía renovable, que antes no se podía hacer. El gran problema con las energías renovables era que tenías que consumir en el momento en que se estaba generando. Ahora, con las baterías de litio –que son como las de los celulares pero a gran escala– se lograron unos costos y unas capacidades de almacenamiento que ya son rentables. Uno puede acumular la energía solar y de ahí brindar servicios para abastecer los picos de demanda o mejorar la calidad del producto de la energía eléctrica, por ejemplo. En enero de 2020 se habilitó la instalación de estas baterías en casas, fábricas o comercios, para que puedan almacenar energía y gestionar la oferta energética, lo que hace desfasar el consumo de la generación.Esto abrió una unidad de negocio nueva y potenció a la empresa. Hoy estamos instalando el primer sistema de almacenamiento de gran porte en Uruguay –es el segundo de Latinoamérica–, que es como un contenedor lleno de baterías.

¿Qué objetivos se planteó el nuevo directorio de Auder que usted encabeza?

El nuevo directorio asumió en noviembre, en diciembre hicimos el plan estratégico para nuestro mandato de dos años y ahora en febrero empezaremos a implementar los planes. Las líneas de trabajo son, por un lado, promover la incorporación de más generación distribuida, es decir, que las empresas, los comercios y los hogares puedan generar su propia energía. Por otro lado, estamos viendo cuál es el rumbo en cuanto a las nuevas oportunidades de negocio para el sector, ya que desde que finalizó el proceso de cambio de la matriz energética de Uruguay en 2019, no se hizo más nada (hoy en día, teniendo un año de lluvias normal, el 97% de la energía que se genera es renovable, no hay mucha más capacidad de inversión de recambio). Otras líneas de trabajo de Auder son promover la implementación del almacenamiento de energía y lo vinculado a la movilidad eléctrica, así como el fortalecimiento de los vínculos con las autoridades nacionales y con la academia. También está el tema del hidrógeno verde y cómo se puede implementar en Uruguay la descarbonización de la matriz primaria de energía. Se ha invertido mucho en energías renovables y no se ha parado la curva de emisiones de carbono, por lo que, a nivel mundial se tomó la decisión de buscar una solución de fondo y atacar el problema de raíz. Eso implica que tenemos que implementar soluciones para sustituir el petróleo.

¿Qué es lo que se viene en materia energética para ese proceso de descarbonización?

El hidrógeno verde es la vedete a nivel mundial, todos los congresos de energías renovables apuntan a ver cómo generar ese hidrógeno, que se obtiene a través de la electrólisis del agua y es verde porque se usan energías renovables para generarlo. Ese es el vector nuevo que sustituirá al petróleo, porque se puede usar para el transporte, para la industria, para almacenar energía, para quemar. Todos los países están viendo cómo implementar el hidrógeno verde y desde Auder proponemos trabajar en eso y hacer lo mismo que se hizo en 2008-2009 con la energía solar, hacerlo ahora con una hoja de ruta con un acuerdo multipartidario que defina las políticas en base al hidrógeno verde. Uruguay tiene las condiciones ideales para ser productor de hidrógeno verde y hacer un producto competitivo.

¿El hidrógeno verde es más rentable que el petróleo?

Lo que se está haciendo ahora es viabilizar los usos. No sé si es más barato o más caro, pero lo que va a pasar es que el petróleo no se va a poder usar más y habrá que buscar un sustituto. Entiendo que el hidrógeno verde es un producto rentable. Uruguay tiene un buen recurso eólico y solar, y tiene buena complementariedad de esos recursos. Me consta que el gobierno está por sacar una hoja de ruta sobre cuál es la idea de inversión que podría llegar a atraer Uruguay con esta nueva modalidad. Creo que es la gran oportunidad a nivel país para generar industria y mano de obra, porque la inversión en hidrógeno verde es del tipo de la de UPM. Son de esas obras que se hacen y mueven muchísimo dinero y hay que estar preparado para poder suministrar los materiales, la mano de obra, el transporte, creo que es algo que va a ser un impacto muy grande.

¿Hay suficientes profesionales capacitados en el área?

En cuanto a energías renovables, como solar y eólica, ya hay cursos de posgrado y maestrías en Uruguay de alto nivel, en ese sentido, estamos bien. En lo que refiere al tema de hidrógeno verde, creo que es una adaptación que la Academia tendrá que hacer, pero creo que estamos muy bien preparados. Uruguay quedó en el puesto 20 de países del ranking Futuro Verde, un estudio realizado por la Masachussets Institute ot Technology Review Insights en asociación con Citrix, Morgan Stanley y Salesforce. Llegar ahí implica tener un soporte profesional y de políticas. Por eso, lo que nos preocupa en Auder es no dormirnos con el tema del hidrógeno y ser otra vez pioneros: reglamentar lo que haya que reglamentar a nivel jurídico y atraer las inversiones. Lo que tiene de bueno Uruguay es que al ser de escala chica, todo lo podemos hacer más rápido. Tenemos que aprovechar, siempre dijimos que las energías renovables son como nuestro petróleo y lo van a terminar siendo.