¿Por qué se moderó la suba en el costo de la educación privada?

El incremento de la canasta de enseñanza privada está en su nivel más cercano a la inflación de los últimos 13 años

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10 de enero de 2019 a las 05:00

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La suba del costo educativo está en su nivel anual más cercano a la inflación en al menos 13 años, una tendencia que seguramente se vea reflejado en los ajustes para las cuotas y las matrículas que los centros educativos definirán para al arranque del año lectivo 2019. Otro aspecto determinante para esa corrección será la suba salarial que recibirán los trabajadores de la educación privada este año que fue acordado en la última ronda de los Consejos de Salarios. Ese componente representa la mayor parte de los costos que deben afrontar estos centros educativos, que han cedido terreno en la cantidad de alumnos frente a la opción pública en los últimos tres años. 

Según los datos de cierre de 2018 publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el incremento del costo educativo fue de 9,24% mientras que el índice de Precios al Consumo (IPC) se ubicó en 7,96%. Eso mostró que la brecha entre la suba de precios de la educación y la inflación general fue de 1,28 puntos porcentuales. La diferencia es la más cercana desde al menos diciembre de 2005.

El costo educativo también tuvo una moderación interanual ya que en el cierre de 2017 se ubicó en 10,8%.Ese año la brecha con la inflación fue de 4,2 puntos porcentuales (el IPC había sido de 6,6%). Además, lleva una desaceleración de cuatro años consecutivos y está en su nivel más bajo desde 2006.

En 2014 alcanzó su nivel más alto cuando llegó a 14,3% con una brecha de 6 puntos porcentuales frente a la suba de precios en general. A partir de allí comenzó a moderarse y en 2015 se ubicó en 12,1% y al año siguiente cayó a 11,9%.

Este año, dentro del 9,2% del total, el incremento más significativo se dio en la enseñanza primaria con 11,5%  y en las clases particulares con 10,5%.En la línea opuesta, se ubicaron los cursos de posgrados con alzas de 3,7% y la educación terciaria con 4,2%.

¿Cómo se comportó la matrícula en la educación privada? 

Según información de la División de Investigación, Evaluación y Estadística de la Administración Nacional de Educación Pública( ANEP), la enseñanza privada ha perdido peso frente a la pública en los últimos años. 

La matrícula en la educación inicial privada perdió 2 puntos porcentuales entre 2014 (año en el que pico) y 2017 (último dato disponible) que cerró en 24,9% del total. En el caso de la enseñanza primaria la cantidad de alumnos se mantuvo prácticamente sin cambios, aunque desde el pico de 2014 se perdieron unos 3 mil alumnos al cierre de 2017 (que tenía 54.371 alumnos). Cabe precisar que en este caso hubo una caída en la educación primaria, que también abarcó a la opción pública. 

A su vez, la inscripción en la educación secundaria privada cayó en el mismo período 1,5 puntos porcentuales (15% del total), mientras que en esa comparación la pública sumó casi 10 mil alumnos.  

En la suma de los tres ciclos, en 2014 las instituciones privadas contaban con 131.533 matriculados, mientras que en 2017 la cifra bajó a 124.211, con un descenso de 5,6%. En contrapartida, en el sector público se verificó un crecimiento en la cantidad de alumnos de 0,4%, desde 566.641 hasta 569.038 en la misma relación.

Incidencia en ajuste de cuotas

¿La moderación del costo educativo puede incidir en el ajuste de cuota que los colegios privados definirán en febrero previo al comienzo de clases el 1° de marzo? La respuesta es que es solo una posibilidad ya que el porcentaje del reajuste de cuotas es una decisión que toma cada una de los centros educativos en función de su estructura de costos. 

La presidenta de la Asociación de Institutos de Educación Privada (Aidep), Zózima González, explicó a El Observador que hay varios indicadores que conformar los presupuestos de los colegios y se toman en cuenta al momento de fijar el reajuste de la cuota. “Está el mantenimiento, la cantidad de alumnos, los salarios docentes o los impuestos; todo eso se debe considerar para que la institución pueda ser sustentable”, señaló. Además, aclaró que la Aidep no regula ni pauta cuáles deben ser los reajustes porque esa decisión responde a realidades particulares.

En la mis línea opinó el presidente de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (Audec), Rafael Ibarzabal. “No hay un criterio general; Audec no los marca y el ajuste depende de cada institución”, dijo. Añadió que la suba de la cuota normalmente se estudia cada diciembre tomando en cuenta el resultado del año. A su vez, se observan distintas variables como el IPC anual o la inflación prevista. Recordó que el incremento de febrero lo aplican todas las instituciones y después puede haber uno complementario en agosto, según cómo vaya transcurriendo el año.

“Hay colegios que pueden haber ajustado bien el año anterior y por un tema de mercado pueden decidir sujetar la cuota de este”, expresó a El Observador. Hay otra variable que las instituciones educativas toman en cuenta: el ritmo de las inscripciones.  “Las nuevas inscripciones fueron un poco más lentas; ese es un indicador que marca que la gente está insegura, que no ve el futuro claro”, explicó. Por ese motivo, Ibarzabal expuso que “eso se tiene que tomar en cuenta para definir el ajuste de cuotas; las familias que ya están en el colegio y las que pueden incorporarse”.

Salarios

En noviembre pasado el grupo de enseñanza privada preescolar, primaria, secundaria y superior de los Consejos de Salarios firmó un convenio colectivo retroactivo a agosto y con dos años de duración. Los ajustes salariales correspondieron al sector intermedio establecido por el Poder Ejecutivo para la negociación. De esa manera, el primer año los trabajadores recibirán un aumento salarial anual de 7,5%. González explicó que teóricamente el costo salarial en los colegios no podría ser mayor al 70% del total. Sin embargo, supera el 80%.

A su vez, Ibarzabal expuso que tener claro cuánto será el aumento en las remuneraciones que percibirán los trabajadores de las instituciones es un elemento a tomar en cuenta al momento de fijar el ajuste de las cuotas.

Por su parte, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (SIntep), Sergio  Sommaruga, dijo a El Observador que “las empresas pueden utilizar el argumento del ajuste salarial para aumentar las cuotas,  lo que no pueden decir es que su estructura de costos en materia de matriz de cuotas está únicamente supeditado a eso porque han aumentado muy por encima”. 

El sindicato, luego de cerrar el convenio colectivo, emitió un comunicado con alguna precisión para la población. “Se buscó avisar a las familias que tuvieran en cuenta que si era por el valor del salario las cuotas de sus hijos no pueden aumentar más que el IPC”, explicó el dirigente.    

Para los Consejos de Salarios el Poder Ejecutivo repitió una recomendación de la anterior ronda. Que sectores subsidiados o con exoneraciones (como la educación privada) no trasladen a precios aumentos mayores a los incrementos salariales otorgados. Si eso se cumpliera, el reajuste de cuota no podrá superar 7,5%.

Diego Battiste

En otro orden, expresó que hay diferentes realidades en los centros educativos. Añadió que hay instituciones que captan alumnos de segmentos poblacionales distintos. “Las que están más relacionadas a la elite cobran $ 50 mil y no tienen oscilaciones”, dijo.

“El problemas es el sector donde están los hijos de los trabajadores o padres que no tiene alto poder adquisitivo; esas instituciones tienden a estar al borde; no cierran pero para salvarse empieza con los incumplimientos y generan precarización tanto de los procesos educativos como de las condiciones de trabajo de los docentes”, complementó.

Movilidad de alumnos y becas

González informó que la movilidad de alumnos ha sido normal a nivel general en los centros educativos. Agregó que básicamente se dan por ingresos y egresos del ciclo que cursen los estudiantes sin que se hayan observado otras causas.

Por su parte, Ibarzabal señaló que “puede haber algún cambio por traslado de familias o alguna situación económica de alguna de ellas que no puede seguir en la institución, pero no hay una gran movilidad”.

Para el caso de esos cambios vinculados a razones económicas recordó que los centros de estudio tienen sistemas de apoyo y de becas. “Con las becas hubo que ayudar un poco más y todas las instituciones han hecho un esfuerzo porque se percibe que la situación es un poco más complicada”, dijo. “En algunos casos el esfuerzo fue a través de un aumento de becas y en otros en una redistribución diferente para ayudar a más familias”, explicó.

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