Sí, cuando uno es el pasajero en un hotel, hay una serie de aspectos que naturalmente se observan porque uno es el cliente. Pero ¿qué diferencia a un hotel bueno de uno muy bueno? Aquí, una serie de condiciones según medios destacados que se dedican a esto todo el tiempo y que miran más allá de lo que puede llegar a ver un simple viajero de paso.
La limpieza
Algunas preguntas a contestar: ¿Hay toallas sucias? ¿Hay pelos en las piletas y demás rincones del baño? ¿Cómo huele la habitación al llegar? La clave para sitios como jetsetter.com es no hacer una inspección milimétrica buscando debajo de la cama, sino mirar con sentido común. Para publicaciones como Travel and Leisure, los críticos de
hoteles a veces incluso denuncian cosas ficticias (como por ejemplo, que hay olor a humo en el cuarto) para chequear el grado de respuesta del personal.
Seguridad
No estamos hablando aquí de que un pasajero sea solamente vulnerable a robos o acciones violentas. Considere este ejemplo: ¿qué pasa si una caja de seguridad no funciona y usted corre el riesgo de que su dinero y pasaportes queden retenidos?
El baño
Ya fue abordado el asunto de la limpieza. Pero una de las tendencias ascendentes según sitios como Travelsort es mirar qué es lo que el baño ofrece a la experiencia del pasajero: ¿de qué marca son los artículos de uso personal? ¿Hay solo jabón y crema de enjuague? ¿Hay artículos para la piel? ¿De qué marcas son?
La sensación de "estar"
Ningún hotel de nivel puede ofrecer una experiencia por fuera de la ciudad o del país en el que está. Y además, hay que hacerlo con buen gusto, no alcanza con poner nombres alusivos a la ciudad a las salas del hotel. Opciones: algunos regalos vinculados a la zona, arte local en áreas comunes o un bar o
restaurante que ofrezca una carta de bebidas y comidas vinculables a la ciudad y/o la región del hotel.
El bar de la habitación
Piense en todas las veces que ha ido a un hotel y consumido algo del minibar. Por lo general, si el hotel no es un all inclusive, las cosas que hay en los minibares son regulares y muy caras, con un sobreprecio desmedido. Cuando el precio es acorde y el pasajero puede recurrir al minibar incluso cuando no es una urgencia hacerlo, el hotel suma puntos.
El diseño
Sí, el confort es clave, pero ¿qué tan consciente es el manejo del diseño en las distintas áreas del hotel? ¿Qué tan funcional es ese diseño con el confort de sus pasajeros? ¿Las áreas comunes solo están bien diseñadas o además de lo estético la gente puede estar un rato ahí sin estar intimidada?