Diego Battiste

A 35 años de la Copa de Oro de los grandes: cómo el clásico se convirtió en un buen negocio

El inicio de una idea revolucionaria: el torneo que hizo que solo en 1985, Nacional y Peñarol jugaran seis veces, llegando al récord de nueve en esa temporada; ¿cómo fue mutando el partido más importante del fútbol uruguayo?

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25 de julio de 2020 a las 05:04

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Lo que se llamó Copa de Oro de los Grandes, se disputaría entre 1985 y 1986 al mejor de ocho clásicos. En el primero de los años, se jugó uno por mes y cada uno de los clubes podía contratar a figuras que pudieran reforzar a su equipo.

Hace seis días se cumplieron 35 años de una idea que revolucionó el mundo fútbol en 1985 cuando los dos equipos grandes, Nacional y Peñarol, a través de sus respectivos presidentes, Rodolfo Sienra y Carlos Lecueder. En aquel 1985, las cuentas de los grandes habían tocado fondo y buscaron alternativas para poder percibir dinero fresco.

Peñarol trajo para los diferentes clásicos a figuras como Santiago Ostolaza, Julio César Giménez, Ruben Paz, el peruano Juan Carlos Cabanillas, Miguel Anzorena y Washington Aires.

Santiago Ostolaza en Peñarol: es el primero abajo; a su lado aparece Antonio Alzamendi y luego, Julio César Giménez, quien esa noche era invitado igual que el Vasco

Nacional, por su parte, se reforzó en distintos partidos con Hugo De León, el volante de la selección peruana que había eliminado a Uruguay del Mundial de España 82, José Velásquez, Martín Artigas Taborda, Luis Fabián Artime, Erardo Cóccaro, el notable paraguayo Ramón Hicks, el brasileño Mirandinha y Juan Carlos De Lima.

Era una gran idea para la que se vendieron abonos y se sorteaban automóviles 0 kilómetro en cada encuentro.

Desde julio a diciembre de 1985 se disputó un clásico por mes. El primero de todos se disputó el 18 de julio y Peñarol ganó 6-4 por penales tras igualar 2-2. El arquero aurinegro, Fernando Álvez, atajó dos penales, uno a su colega, Gualberto Velichco y otro a Guerendiain.

Carlos Pazos

“Nosotros andábamos muy bien. Fijate que los refuerzos que traíamos, nos daban una mano bárbara además. Vino Giménez y ganamos con un gol suyo y lo mismo ocurrió con Ruben Paz”, recordó Álvez para Referí.

En Nacional, no todos los refuerzos habían rendido. El peruano Velászquez jugó solo el primer tiempo del clásico al que fue invitado. Molesto, se bañó en el entretiempo, se tomó un taxi y se fue hacia el aeropuerto.

En ese primer año de la Copa, Peñarol ganó cinco de los seis clásicos (uno por definición por penales) y Nacional obtuvo uno por este mismo mecanismo.

Álvez dice que “incluso había alguno de esos clásicos que se los dimos vuelta. Roque (Máspoli, el técnico aurinegro de entonces) era un maestro. En uno de esos clásicos, debíamos viajar directo al aeropuerto porque jugábamos a los dos días con Betis en España. Nos dijo: ‘Muchachos, jueguen tranquilos. Esta copa es al mejor de ocho partidos. Cuídense porque hay que viajar y jugar en Europa en pocas horas. Dejen que ellos hagan el gasto y nosotros contragolpeamos. ¡Y les ganamos 4 a 0!”.

Ese 1985 permanece hasta hoy como el año que más clásicos se disputaron en la historia: nueve.

La copa culminó con dos partidos a fines de 1986 y el arquero tricolor era Mario Alles, campeón de América y del mundo en 1988.

“Yo justo había debutado en un clásico por la Copa Montevideo que ganamos con un gol de Jacinto Cabrera en la hora. La final se la ganamos a River argentino y ahí le atajé un penal al Beto Alonso, otro a Enzo (Francescoli) y el tercero a Montenegro. En la copa de los grandes recuerdo que nos reforzaron el hijo de Luis Artime y Erardo Cóccaro. Los clásicos son tan especiales que cuando ganás, el disfrute es increíble y si perdés, no querés salir a la calle”, explicó Alles a Referí.

Peñarol se llevó el trofeo, pero uno de los mojones fue la idea que había surgido. La intención de poder recaudar, sirvió y de mucho. El hincha fue el más feliz.

Esto marca lo que es la importancia de los clásicos en la agenda del fútbol uruguayo. El partido que todos quieren jugar y el partido que dará comienzo al retorno de la actividad luego del parate por la pandemia mundial por coronavirus, el próximo 8 de agosto.

A lo largo de la historia, se ha ido de menos a más en cantidad de encuentros entre ambos grandes. Se han buscado salidas como copas internacionales con la presencia de los dos, como para buscar justamente la pasión del hincha.

La mutación del clásico

Desde que comenzaron a jugarse los clásicos entre Nacional y Peñarol de forma profesional en 1932, los compromisos entre ambos demoraron bastante en jugarse con mayor asiduidad.

Nacional 1983

De los tres o cuatro que se disputaban por año en la primera década del profesionalismo, hubo que esperar más de tres décadas para que se vieran seis o siete veces en la cancha durante la misma temporada.

Sucedió en los años de 1960, cuando ayudados entre otras cosas por la Copa Libertadores que había comenzado en esa década, los dos del Uruguayo y algunos amistosos, jugaron siete partidos en 1967.

En la de 1970, comenzaron a jugarse torneos nuevos como la Liga Mayor y la Liguilla, y en 1976 se dispuaron ocho. Así empezó una mutación en los clásicos que se notó claramente en la década de 1980: siete clásicos en 1983 y 1987, ocho en 1986 y nueve en 1985.

La tendencia se mantuvo en los años de 1990, sobre todo, luego de que el Uruguayo se partiera en Apertura y Clausura. En 1995 y 1996 por las finales, se jugaron siete y ocho, respectivamente.

Peñarol 1987

Cuando todo indicaba que con el advenimiento de la empresa televisiva Tenfield desde 1999, habría más clásicos, los números demuestran lo contrario. Si bien en 2004, se comenzaron a jugar los encuentros de verano entre ambos, en esa década el máximo llegó al final de la misma, en 2010 con seis partidos.

En esta última, hubo años como 2013 y 2017 en los que solo se enfrentaron tres veces, cinco en 2018 y el año pasado sí fue especial: hubo ocho.  Fue la primera vez que pudieron verse en los nuevos torneos –Supercopa Uruguaya e Intermedio–. Pero aquella cifra de 1985, sigue siendo récord.

Cómo cambió el clásico con el paso de las décadas

La década de 1930

1936: (3) 1 por el Campeonato Nocturno y 2 por el Campeonato Uruguayo.

1937: (3) 1 por la Copa de Honor y 2 por el Campeonato Uruguayo.

1938: (4) 1 por el Campeonato Nocturno, 1 por la Copa de Honor y 2 por el Campeonato Uruguayo.

La década de 1940

1942: (3) 1 por el Campeonato Competencia, 1 por la Copa de Honor (1ª rueda del Uruguayo) y 1 por el Campeonato Uruguayo.

En la década de 1950

1953: (5) 1 por Copa Montevideo, 1 por Uruguayo anterior 1952, 1 por Campeonato Cuadrangular, 1 Campeonato Competencia y 1 Copa de Honor.

1959: (4) 1 por Campeonato Cuadrangular, 1 por Campeonato Competencia, 1 por Copa de Honor y 1 por Campeonato Uruguayo.

La década de 1960

1966: (6) 4 por Copa Libertadores y 2 por Campeonato Uruguayo.   

1967: (7) 1 por Campeonato Competencia, 2 por Copa Libertadores, 2 por Campeonato Cuadrangular y 2 por Campeonato Uruguayo.

La década de 1970

1971: (6) 1 por Copa Montevideo, 2 por Copa Libertadores y 3 por Campeonato Uruguayo.

1973: (6) 1 por Copa Atlántico, 2 por Copa Libertadores, 1 Torneo Ciudad de Montevideo y 2 por Campeonato Uruguayo.

1976: (8) 1 por Liguilla 1975, 2 por Copa Libertadores, 2 por Campeonato Uruguayo, 2 por Liga Mayor y 1 por Liguilla 1976.

La década de 1980

1983: (7) 1 por Campeonato Triangular Internacional, 1 por Copa Estadio Centenario, 2 por Campeonato Uruguayo, 2 por Copa Libertadores y 1 por Copa Prensa Deportiva.

1985: (9) 1 Campeonato Competencia, 6 Copa de Oro de los grandes y 2 por Campeonato Uruguayo.

1986: (8) 1 por Torneo Ciudad de Montevideo, 1 por Campeonato Competencia, 1 por Copa Bayer, 1 por Copa Los Presidentes, 2 por Campeonato Uruguayo y 2 por Copa de Oro de los grandes.

1987: (7) 1 por Campeonato Uruguayo 1986, 1 por Trofeo Ciudad de Montevideo, 1 por Copa Sebastián Elcano, 1 por Copa 500 años de Andalucía, 1 por Campeonato Competencia y 2 por Campeonato Uruguayo.

La década de 1990

1995: (7) 1 por Campeonato Apertura, 1 por Campeonato Clausura, 1 final Clausura, 3 finales Campeonato Uruguayo y 1 Liguilla.

1996: (8) 1 por Copa Hyundai, 1 por Campeonato Apertura, 1 por Campeonato Clausura, 2 por Copa Uruguay 96, 2 por finales Campeonato Uruguayo y 1 por Liguilla.

La década de 2000

2004: (5) 1 por Copa Conrad, 1 por Copa Uruguay Natural, 1 por Torneo Clausificatorio, 1 por Campeonato Apertura y 1 por Campeonato Clausura.

2010: (6) 1 por Copa Bimbo, 1 por Campeonato Clausura, 3 por finales Campeonato Uruguayo y 1 por Campeonato Apertura.

La década de 2010

2013: (3) 1 por Copa Bimbo, 1 por Campeonato Clausura y 1 por Campeonato Apertura.

2016: (4) 1 por Copa Bandes, 1 por Copa Antel, 1 por Campeonato Clausura y 1 por Campeonato Uruguayo Especial que no se jugó por incidentes.

2017: (3) 1 por Campeonato Apertura, 1 por Copa de Campeones Uruguayos y 1 por Campeonato Clausura.

2018: (5) 1 por Copa Antel, 1 por Supercopa Uruguaya, 1 por Campeonato Apertura, 1 por Campeonato Clausura y 1 por definición del Campeonato Uruguayo.

2019: (8) 1 por Torneo de Verano, 1 por Supercopa Uruguaya, 1 por Campeonato Apertura, 1 por Copa Gigantes de América, 1 por Campeonato Intermedio, 1 por Campeonato Clausura, 1 por Final del Clausura y 1 por definición del Campeonato Uruguayo.

 

EL CLÁSICO QUE NO FUE

Mario Alles, integrante del plantel campeón de la Libertadores y de la Intercontinental de 1988 con Nacional, recordó a Referí cuando se perdió la final del Uruguayo de 1986 contra Peñarol –que se disputó el 6 de enero de 1987– y que los aurinegros obtuvieron por penales. Cabe recordar que Nacional hizo más puntos que su rival, pero habían llegado a un acuerdo al principio del torneo cuando el aurinegro no se pudo presentar por problemas económicos en el primer encuentro: si los albos terminaban uno o dos puntos encima –ya que sí habían jugado en la primera fecha y tenían unpartido de más–, habría una definición entre ambos. Y así fue. Pero para llegar allí, Nacional perdió 1-0 en la última fecha con Huracán Buceo y eso le dio la posiblidad a los mirasoles a disputar la final. “El Vasco Ostolaza la pasó para atrás un poco larga y se iba al córner. Quise impedirlo, y ahí me la quitó un rival, metió la pelota al medio y Mario López anotó el gol. El técnico era el Cata Roque –un gran tipo– y me dijo en la semana que no me iba a poner en el clásico final. Le dije: ‘Cata, me matás. Me dejás como único responsable cuando fue un error en conjunto. Dejame jugar’. Pero me dijo que iba a jugar Velichco. Entonces le pedí que ni siquiera me pusiera en el banco. Y así fue. No pude jugar esa final”.

 

NUEVE OFICIALES

Los clásicos exclusivamente oficiales programados para Peñarol y Nacional por año son los del Apertura, Clausura, Intermedio –si les toca coincidir o llegan a la final–, hasta tres finales por el Uruguayo –si llegan ambos en esa situación– y si se da uno en la Supercopa Uruguaya. También podría haber uno extra si debieran jugar –como ya ocurrió– finales por el Apertura o Clausura. El máximo de oficiales por año en caso de que se dieran todos, serían nueve.

 

DOS TRIUNFOS EN TRES DÍAS

Aquel año 1985 fue especial para Peñarol, porque además de ganar casi todos los clásicos de la Copa de Oro de los grandes, también obtuvo el Campeonato Uruguayo. Ruben Paz volvió invitado al club en diciembre de aquel año y convritió un gol para el triunfo por 2-1 para irse días después a la despedida del crack brasileño, Rivelino. Tres días antes le había ganado otro clásico 2-0 con goles de Montelongo en contra y Alzamendi y sería campeón uruguayo.

 

DE TRES A CUATRO CLÁSICOS EN LOS INICIOS

Los inicios del profesionalismo en el fútbol uruguayo se dieron en el año 1932.

A partir de allí, los clubes pudieron reforzarse con los mejores futbolistas, no solo los grandes, sino el resto de las instituciones que componían lo que en aquel momento fue el primer Campeonato Uruguayo de la principal divisional.

Un par de años antes se había disputado la final de la primera Copa del Mundo en el Estadio Centenario que había sido construido especialmente para la ocasión.

Tanto Nacional como Peñarol comenzaron a utilizar sus instalaciones debido a que ya eran los grandes del fútbol uruguayo y que también hacía años que acaparaban la mayor atención de los hinchas.

El Estadio Centenario no tenía parangón en aquella época. No existía en Sudamérica un “field” –como le llamaban entonces– que tuviera la capacidad para poder albergar a tanto público.

Debido a ello, era que los dos grandes se alternaban ya entre sábado y domingo en el que desde el 18 de julio de 1983 fue nombrado por la FIFA como Monumento al Fútbol Mundial, algo que es exclusivo también del Centenario.

En esa década en la que comenzó el profesionalismo en el fútbol uruguayo, la de 1930, si bien los dos clubes grandes de este país aprovecharon las instalaciones del citado escenario para convocar a más gente, no lo hicieron para tratar de jugar más encuentros entre ellos. En esa década, se jugaban entre tres y cuatro clásicos. En 1938 fue cuando más se disputó y ambos se vieron las caras solo en cuatro oportunidades.

 

LOS CLÁSICOS GENERAN CONTENIDO

Una de las prebendas que estableció en el contrato de televisación del fútbol uruguayo la empresa televisiva Tenfield desde sus inicios y que se mantiene hasta hoy, es poder organizar entre uno y dos clásicos por temporada con los que se hace de las ganancias que hay por estática y la propia televisación.

Es que desde que los clasicos han comenzado a comercializarse como producto, han generado contenido tanto para los clubes como para distintas empresas.

Más allá de ello, el hecho de la irrupción de la TV no hizo que se vieran más clásicos por temporada.

El primer clásico de verano fue en 2004 –fueron dos–, pero en esa temporada se llegó solo a cinco compromisos.

De allí en adelante, no siempre hubo clásicos organizados por la TV.

En 1960 se disputó el primer partido ente Peñarol y Nacional fuera de fronteras. Fue el 11 de febrero de ese año en La Plata, Argentina, por la Copa Gobernador Oscar Alende y los tricolores golearon 4-0.

Asimismo, el 14 de agosto de 2005 los dos recibieron dinero de Deportivo La Coruña de España para ir a jugar allí un partido que terminó ganando nuevamante Nacional, en esa ocasión, por 3-1. Los goles del ganador en aquella ocasión fueron de Diego Jaume, Juan Albín y Gabriel Álvez. Por este último ingresó a falta de 9 minutos para el final, Luis Suárez. A los albos los dirigía Martín Lasarte, en tanto que el entrenador de entonces de los mirasoles era Fernando Morena.

Mientras tanto, el 6 de julio del año pasado se enfrentaron en el FAU Stadium de Boca Ratón, en las cercanías de Miami en Estados Unidos, y Peñarol obtuvo esta vez la victoria en la hora tras un notable pase de 50 metros de Cristian “Cebolla” Rodríguez para Darwin Núñez quien eludió a Luis Mejía y estableció el 2-1.

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