Adiós al peso uruguayo: ¿está el Mercosur preparado para un moneda única?

El bloque regional encomendó un estudio para ver su viabilidad en la práctica, pero habrá que hacer deberes

Tiempo de lectura: -'

20 de julio de 2019 a las 05:02

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

El Mercosur encomendó un análisis técnico para evaluar la posibilidad de tener (a mediano o largo plazo) una moneda común. Esa fue una de las novedades que surgió de la última cumbre semestral del Mercosur esta semana en Santa Fe. Esa propuesta había emergido con fuerza cuando se creó el bloque regional a principios de la década de 1990, pero poco a poco se fue desinflando a medida que la integración de la zona aduanera no funcionó como se esperaba. De hecho, el bloque tardó 20 años en cerrar un tratado comercial con un otro bloque regional de peso como la Unión Europea (UE).

Precisamente, ahora esa aureola de cierto dinamismo y apertura del Mercosur llevó a replantear la necesidad de avanzar hacia una moneda única. ¿Qué tan realista ese planteo? Expertos consultados por El Observador fueron un poco escépticos sobre la probabilidad de éxito de esa idea, aun con pocos elementos y detalles sobre cómo se instrumentaría en la práctica una integración monetaria con cuatro países que afrontan realidades muy disímiles en el manejo de su políticas macroeconómicas. 

Los ministros de Hacienda y los presidentes de bancos centrales del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay resolvieron este miércoles 17 de julio encomendar este trabajo al Grupo de Monitoreo Macroeconómico del Mercosur.

En diálogo con El Observador desde Asunción el presidente del Banco Central de Paraguay, José Cantero, dijo que la idea de instrumentar una moneda común fue propuesta por el ministro de Hacienda de Brasil, Paulo Guedes. 

“La orientación es que estos trabajos salgan del mundo empírico y vayan un poco más a la práctica. La posición de Paraguay sobre una moneda única es de ser muy criterioso, pero también muy abiertos estudiar el impacto real que tendría una moneda común para el Mercosur”, explicó el jerarca que participó de la cumbre en Santa Fe. 
Cantero añadió que con un “estudio en profundidad” se tendrá una panorama más claro sobre el impacto en la conectividad e integración de los cuatro países. “Luego habrá que ver cómo se hace para mitigar los impactos adversos”, indicó.

De todas formas, fue contundente al precisar que este será un proceso de “mediano y largo aliento”, y que todavía tiene “varias tareas” pendientes antes de que sea una realidad. 

Las dudas y la soberanía 

El economista Germán Deagosto se mostró escéptico en que el Mercosur pueda crear una moneda común, al margen del empuje que pudo obtener el bloque con el cierre del acuerdo comercial con la Unión Europea hace un par de semanas atrás. 

“Pensar en una moneda común puede ser una buena idea, pero más complejo de instrumentar. Hay que ver bien primero las asimetrías macroeconómicas dentro de los países”. Puso como ejemplo, el caso argentino con una inflación que ronda el 50% y una deuda externa altamente dolarizada. “No creo que el bloque tenga hoy un estadio para avanzar hacia una integración monetaria”, resumió el experto.

En una línea similar, el director de la Licenciatura de Economía de la Universidad Católica, Emiliano Tealde, consideró que pensar en una “armonización de la política monetaria y fiscal” de los cuatros países parece hoy un proyecto con “falta de realismo”. 

Consideró que uno de los primeros temas que debería resolverse sería el de converger a niveles de inflación similares. En esta variable, Argentina claramente está bastante alejado de los otros tres socios, aunque Uruguay tampoco ha logrado llegar a los niveles de Brasil y Paraguay que han estado por debajo del 5% en el último tiempo. 

Otro punto que Tealde evaluó como crítico es que tendrían que darse las condiciones políticas en los cuatro países para que se pierda soberanía individual y discrecionalidad en el manejo de la política fiscal y monetaria. “Ese parece ser el punto del iceberg para ver si esta aventura puede prosperar”, opinó. La pérdida de soberanía de los países para el manejo de su política monetaria en países como Uruguay donde suele tener una fuerte incidencia sobre la evolución del dólar –que luego derrama en la inflación–, sería  uno de los “sacrificios” que deberían resignarse. 

Aunque también una política monetaria común llevaría a los cuatro países a tener cierta “disciplina fiscal”, una tarea que la mayoría de los países (salvo Paraguay) no parecen haber asimilado en los últimos 15 años, aun con tasas de crecimiento económico relativamente elevadas para su media histórica. 

En tanto, otra de las debilidades que presenta hoy el Mercosur para avanzar hacia su propia moneda es que no cuenta con ninguna  entidad supranacional como un Banco Central del Mercosur. En la Unión Europea, por ejemplo, está la Comisión Europea o el Banco Central Europeo, entidades que supervisan y aseguran el cumplimiento de las normas en cada país. 
El presidente del Banco Central de Paraguay recordó que para su país el guaraní (la moneda de su país) tiene una carga simbólica de identidad y es todo un “orgullo de soberanía monetaria” desde su creación hace 76 años. 

Argentina embalada, Brasil cauto

“Hemos decidido hacer un trabajo entre los distintos países que componemos el Mercosur sobre las ventajas potenciales de una moneda común”, indicó el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, luego de reunirse con sus pares en la cumbre de Santa Fe.

En una rueda de prensa, el jerarca dijo que el grupo evaluará “si el Mercosur, tal como está hoy, constituye un área monetaria óptima capaz de tener una moneda común”. También estudiará cuáles deberían ser los pasos para llegar a su puesta en circulación.

“Sabemos que este es un proyecto de largo plazo. El primer paso es realizar un estudio bien profundo acerca de qué condiciones deberíamos cumplir antes en términos macroeconómicos los distintos países que componemos el Mercosur para poder llegar a concretar este proyecto que nos parece a todos muy interesante”, sostuvo. El verborrágico ministro de Economía de Brasil –el Chicago Boy– Paulo Guedes, salió unas horas más tarde a ponerle un poco de paños fríos al entusiasmo de su par argentino.  

EFE

“El entendimiento con la Argentina fue muy rápido porque el gobierno (argentino) ve que, frente a una alta inflación, esta convergencia monetaria podría ser oportuna para acelerar la baja de los precios. Pero desde el punto de vista objetivo, no hubo nada de esto todavía. Estamos hablando de un horizonte donde podríamos desembocar en una moneda común. Es un horizonte, pero distante. Aunque sin duda que, de acelerarse este proceso, sería de gran ayuda para la Argentina. El peso real está en el horizonte, pero aún distante”, dijo Guedes en una entrevista con El Cronista. 

“Creo que en 15 años, habrá cuatro o cinco grandes monedas en el mundo. En 15 años va a existir el dólar, el euro, el renmimbi chino, y ojalá allí esté el “peso real”. Creo que vamos a desembocar a una moneda común a futuro. Eso ayudaría mucho a Argentina para combatir su inflación. Si acaso no cambia el signo político del gobierno, es probable que sigamos adelante”, finalizó el Guedes. 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.