Agustín Irazoqui: hay "viveza criolla bien entendida" cuando se mezclan características uruguayas y japonesas

Fue así que comenzó a trabajar en noviembre de 2010. Pasó por las áreas de Ingeniería, Producción, Mantenimiento y luego de cuatro años asumió como gerente general responsable de las dos plantas. Se mudó a Colonia y desde entonces viaja una vez por semana a Las Piedras. 

Yazaki, con 80 años de existencia, tiene negocios relacionados con las autopartes a nivel global. En Uruguay se dedica a producción de arneses eléctricos que se exportan en su totalidad a Argentina.

En Colonia emplea a unas 800 personas y en Las Piedras a unas 160. “Es muy intensivo en mano de obra. Es una de las grandes virtudes. La mayoría de mujeres jóvenes (un 65%); el promedio de edad está por debajo de los 30 años”, destacó. Otro valor agregado según Irazoqui es que no se requiere capacitación previa y que se brinda conocimiento y oportunidades de desarrollo.   

Los japoneses son conocidos por una cultura de disciplina, exigencia y atención a los detalles. ¿Eso se refleja en el trabajo en Yazaki?

Yazaki trabaja mucho lo que es el Toyota Production System (TPS). Se llama así porque lo desarrolló Toyota pero es una metodología de trabajo que ha trascendido a esa empresa y que tiene incorporada mucho de la cultura japonesa. Ha sido un desafío gigante, porque en muchas cosas es opuesta a la uruguaya. Pero si se logra mezclar lo mejor se da una combinación espectacular. El japonés transmite mucha disciplina, cumplimiento de los procedimientos, una metodología muy buena de análisis de problemas, y el uruguayo  aporta mucha creatividad; lo que sería la viveza criolla bien enfocada. El uruguayo es creativo. Si se puede mezclar esas dos cosas es extraordinario. El problema es cuando se mezclan otras características como que al uruguayo le cuesta mucho seguir la disciplina y que el japonés asume siempre que se van a seguir los procedimientos. Nosotros convivimos con esos dos mundos y tenemos mucho éxito en sacar lo mejor del uruguayo aplicado con cultura japonesa. Es super interesante. Le da un aporte a las personas muy grande.  

¿Esta metodología podría aplicarse en otras empresas uruguayas?

Los equipos de Yazaki Uruguay, con lo que conocen del proceso, están capacitados para ir a una facultad a dar una clase sobre TPS. Para las personas es difícil darse cuenta de la potencia que tienen estos conocimientos con los que conviven. Uruguay debería aprovechar más que existen empresas como Yazaki en este sentido. 

La exportación es 100% hacia Argentina ¿Es posible diversificar mercados?

Una característica de la industria automotriz es que cuando se instala una armadora se genera un derrame a partir del cual toda la familia de proveedores se pone lo más cerca que puede. Esa es la realidad. Muchos de los proveedores del cliente al que le vendemos están en Argentina o en Brasil o en Uruguay.  

En principio podríamos diversificar hacia los vecinos. Básicamente Brasil. La realidad es que tenemos una situación de competitividad muy desfavorable con Brasil. Realmente no es una decisión estratégica el no venderle a Brasil, sino que es condición de la realidad. Hoy no tenemos condiciones para competir con Brasil. Es una paradoja: todo lo bueno de generar mano de obra en forma intensiva, en cierta medida es lo que nos vuelve muy poco competitivos. La mano de obra en Uruguay es más cara comparada con los vecinos, es más cara. Es un desafío importante.  

¿Cómo fue 2020 con la pandemia?

Fue super desafiante y único. Tuvo varias particularidades. Como pasó en todo el mundo, fue muy difícil al principio el calibrar qué estaba sucediendo. Uruguay, hasta octubre, prácticamente no tuvo pandemia. Pero Brasil y Argentina estaban en una situación muy compleja. Pararon las montadoras y, como efectivamente es una cadena, nosotros tuvimos que parar. Estuvimos cerrados en abril. Cuando retomamos en mayo la producción, lo hicimos al 50%. Hicimos rotaciones durante dos meses. Después retomamos al 75% y en julio al 100%.   

Todos fuimos aprendiendo. Nos basamos en los protocolos de la corporación. Hicimos mucha campaña de comunicación. Somos una empresa muy vulnerable al coronavirus por tener muchas personas. La gestión del coronavirus termina dependiendo de la conciencia de las personas. Más allá de los protocolos y medidas, el core sigue siendo lo mismo: tapabocas, distanciamiento e higiene. 

Hemos tenido solo cinco casos, y ninguno generó contagio dentro de planta. Tenemos claro que no se puede dominar la cantidad de casos que vamos a tener, pero sí nuestro compromiso es que ningún caso que venga de afuera genere contagios. Ha sido muy desafiante pero exitoso.

¿Cómo impactó el covid-19 en cuánto al negocio en sí?

En la industria automotriz, el modelo de un vehículo es un proyecto al que se le asignan proveedores, que estamos atados 100% a lo que produce el armador. Hoy tenemos un único proyecto, que nunca vio demasiado resentida su demanda. La montadora siempre tuvo la intención de seguir trabajando pero por la cuarentena obligatoria en Argentina no podía producir. Es algo muy particular de este proyecto, porque la industria automotriz sufrió mucho en general. El auto no es una necesidad básica. Frente a las crisis, las personas retrasan el comprar un auto. Pero este proyecto ha sido resistente a todo, a todas las crisis argentinas, incluso a la pandemia. Apenas el gobierno argentino le habilitó la producción, volvió a hacerlo. Y hoy estamos en niveles mejores que en la prepandemia. 

Teniendo una plantilla con mayoría de mujeres, ¿cómo manejan temas como que la crianza de los hijos no dificulte el desarrollo de las carreras?

La mayoría de los líderes de línea son mujeres. Y en los supervisores se respeta la proporción de mujeres que hay en plantilla. No es buscado. La relación se ha ido dando. No es porque al momento del llamado se priorice que sea mujer.  

Tengo tres niñas y entiendo las dificultades que se dan a nivel de cuidados. Pero en el caso de Colonia hay algo muy bueno y es que la mayoría de los trabajadores son de Colonia del Sacramento, por lo que están a cinco minutos de su casa. Eso no pasa en Montevideo.  

¿Conoce plantas de Yazaki en otras partes del mundo?

He tenido oportunidad de conocer todas las plantas del Mercosur. Hace tres años estuve en Indonesia y Tailandia. Lo que más me llamó la atención es que se trabaja en lugares donde la situación es compleja: entran personas que no tienen ninguna experiencia, ni saben lo que significa una industria o tener un trabajo. Y generan realmente un desarrollo. Están tres años, y se van muy preparados y con un orgullo muy importante por haber pasado por Yazaki.