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Almagro llega a la asunción de Lacalle contando los votos para ser reelecto en la OEA

El diplomático uruguayo aprovechará para tener contacto con delegaciones extranjeras

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27 de febrero de 2020 a las 17:37

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El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, volverá a pisar Uruguay por primera vez desde 2015, para participar de la ceremonia de asunción de Luis Lacalle Pou.

El arribo ocurrirá a veinte días de que en Washington los 35 países integrantes del organismo definan su futuro en una elección que dista mucho de la que ocurrió hace cinco años, cuando bajo el impulso de José Mujica, y con el beneplácito de Estados Unidos y Venezuela, Almagro logró una apabullante victoria.

Cinco años después, el panorama se anuncia un tanto más competitivo para este diplomático amante de la poesía, aunque en su entorno aseguran que cuenta con más de los 18 votos necesarios para vencer a sus dos contrincantes, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa y el peruano Hugo de Zela.

El Oso –como lo apodan– aprovechará su estadía para agradecerle a Lacalle Pou por el apoyo, tener reuniones políticas y hacer lobby con las delegaciones extranjeras que asistan al traspaso. Entre los presidentes confirmados están Jair Bolsonaro (Brasil), Iván Duque (Colombia), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Sebastián Piñera (Chile).

Diplomáticos de la región consultados por El Observador coincidieron en que Almagro era favorito, dada la cantidad de apoyos públicos que había cosechado, pero advirtieron que será clave determinar si los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) votaban juntos, como es habitual, o si se dividían, lo que multiplicaba las chances del uruguayo. 

La Caricom está compuesta por 15 países, por lo que tener su apoyo siempre es clave para cualquiera que se quiera postular. Desde el entorno de Almagro aseguraron que no había consenso entre los países caribeños y que las diferencias se habían explicitado en una reunión la semana pasada ocurrida en Antigua y Barbuda. Las fuentes relataron que resulta clave el poder que Estados Unidos ejerce sobre ellos.

AFP

Uruguay explicitó su apoyo a Almagro en enero a través de un tuit de Ernesto Talvi, el canciller designado por Lacalle Pou. "Reafirma nuestro compromiso con el sistema interamericano de relaciones, con los valores democráticos y con los derechos humanos", escribió en ese momento el economista colorado.

El diplomático también tiene el respaldo público de Colombia (su impulsor), Estados Unidos, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Haití, Bolivia y Venezuela. Este último, porque quien votará en la OEA será el representante designado por Juan Guaidó.

De acuerdo a las consultas realizadas por El Observador, Chile, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay y República Dominicana, se inclinan a apoyarlo.

Almagro ha contado con el apoyo de Estados Unidos durante la campaña. El jefe de la diplomacia de Donald Trump, Mike Pompeo, ha recorrido la región pidiendo el voto y señalando los beneficios de levantar la mano a favor del uruguayo.

ERIC BARADAT / AFP

En tanto, Espinosa, quien fuera canciller de Rafael Correa, tiene dos apoyos públicos: Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas, los países que la promovieron. También cuenta con la simpatía de Argentina y buena parte de la comunidad del Caribe.

En una entrevista con la AFP, Espinosa aseguró que un mandato suyo al frente de la OEA "cicatrizaría" la polarización y también impulsaría un diálogo con "hoja de ruta" para poner fin a la crisis en Venezuela.

De Zela, por su parte, es un prestigioso diplomático con 42 años de carrera, que en abril de 2019 fue nombrado embajador de Perú en Estados Unidos. Fue vicecanciller del gobierno de Martín Vizcarra, ha sido uno de los principales impulsores del Grupo de Lima y ya fue jefe de gabinete de la Secretaría General de la OEA en dos ocasiones: primero, entre 1989 y 1994, cuando el titular del organismo era el brasileño Joao Clemente Baena Soares; y luego entre 2011 y 2015, con el chileno José Miguel Insulza. 

Fuentes de la cancillería mexicana dijeron a El Observador que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se inclina a apoyar al diplomático peruano, al igual que Canadá y Perú, que lo impulsa.

El énfasis que puso Almagro en la crisis venezolana ha generado “polarización” en la región, según De Zela. El peruano considera que no tiene tanta “capacidad de diálogo” y por eso se propone como el candidato de “consenso”, según dijo en una entrevista con Infobae. 

La elección será el 20 de marzo y el ganador deberá obtener al menos 18 votos de los 34 países miembros, debido a que el requisito es la mayoría simple.

El divorcio de Almagro con el FA
La posición ante la crisis en Venezuela fue la que llevó a Almagro a divorciarse con quien lo había impulsado hasta el cargo apenas ocho meses antes. "Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido", le escribió Mujica el 18 de noviembre de 2015 en una carta divulgada por el semanario Búsqueda.
Todavía faltaban más de dos años para que el diplomático uruguayo dijera que no había que “descartar ninguna opción” en Venezuela, incluida una posible intervención militar. Y aunque luego se retractó, sus compañeros del Frente Amplio terminaron expulsándolo por unanimidad en un Plenario en el que fue acusado de “traidor”.
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