Diego Battiste

Ananikian: "Si vienen 3.000 extranjeros en un año muchas cosas se pueden ir acomodando"

Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria, el sector estuvo en situación crítica de cero ingresos y ahora ha comenzado a reactivarse

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30 de julio de 2020 a las 05:02

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Fabiana Culshaw
Especial para El Observador

"Soy un viejo luchador, con casi treinta años en el sector. Tuvimos buenos ciclos en la época en que los argentinos vinieron, hoy los estamos incentivando para que vuelvan. No es fácil mantener una empresa abierta pagando todos los impuestos cuando hay bajas importantes en el mercado. Pero todo lo que apunta el gobierno para que vengan los extranjeros a invertir y vivir en Uruguay, hace que el sector inmobiliario se mueva”, dice Wilder Ananikian, presidente de la Cámara Inmobiliaria del Uruguay (CIU) a esta altura de la emergencia sanitaria.
Ananikian ocupa su cargo actual en la CIU desde 2017 y es director de la empresa de negocios inmobiliarios que lleva su nombre desde 1992. A continuación su visión. 

¿Cuál es la situación del sector inmobiliario?

En marzo, con el comienzo de la pandemia, las inmobiliarias ajustaron su trabajo y casi todas enviaron gente al seguro de paro. Donde más lo sentimos fue en Montevideo, Maldonado, Punta del Este, Ciudad de la Costa y Colonia. 

Muchas inmobiliarias directamente cerraron, porque había consulta pero cómo mostrar una propiedad con todo lo que estaba pasando. Muchos locales comerciales estuvieron cerrados, e inclusive hay restaurantes, gimnasios, salas de fiestas, que no pudieron abrir más.

En la Cámara, bajamos una línea a todos los socios para intermediar y, honorariamente, resolver los problemas mes a mes, mostrando alternativas como rebajas del alquiler o diferimientos de pagos. Le hicimos entender al propietario que una relación arrendaticia no es algo de dos días, es una sociedad de años con el inquilino y que había que ir resolviendo. 

A mediados de mayo hicimos un trabajo importante en el tema del protocolo, para que reabrieran las inmobiliarias y nos sorprendimos por el nivel de actividad, sobre todo en arrendamientos. La gente tuvo una cuarentena responsable, conviviendo en un apartamento, y se dio cuenta que precisaban algún espacio más. Eso dinamizó el mercado de alquiler. 

Junio fue un mes que mejoró y julio afianzó. 
Eso va de la mano con varias medidas que tomó el gobierno, como el inicio de la construcción, que fue el primer dinamizador de todo. También hay un impacto positivo de la Ley de Inclusión Financiera. Fuimos al Senado a exponer sobre esos temas. Estuvimos bastante movidos.

¿Qué cifras maneja el sector?

El sector inmobiliario emplea unas 25 mil personas y no tengo el dato de cuántas fueron al seguro de paro de ese total, pero en Montevideo, Canelones, Maldonado y Colonia, prácticamente el 85%. Hay 2.000 inmobiliarias en el país y cerraron un 10%.
 

El peor momento fue en marzo y abril, ¿en cuánto bajó la demanda de alquileres?

Totalmente. Bajó 100%. Los locales comerciales fueron los que más sufrieron. En alquiler de viviendas, en algún caso incidió el dólar que había llegado a $ 47, después se acomodó para abajo. También hubo algunas rescisiones de contrato anticipadas. Hay negociaciones caso a caso.

¿En qué promedio bajaron los precios de los alquileres? 

No se podría hablar de porcentajes porque hay diferimientos de pagos, pero puede haber una rebaja de 10% o 15% en los alquileres residenciales por estos meses. 

Tengo entendido que de parte de UTE u OSE no hubo corte ninguno. A nivel de los pagos de BPS y DGI, el Estado sacó una serie de medidas y fue difiriendo los pagos por porcentaje. 

Diego Battiste

¿Qué está pasando con la compra-venta de inmuebles?

Hay un comportamiento similar. Hubo dos meses parados y luego lanzamientos de edificios en construcción que han hecho alguna publicidad especial en junio. 

Se puede decir que, en general, cuando el dólar llegó a $ 47, se nos trancaron los negocios. Cuando se empezó a acomodar y a haber alguna propuesta del vendedor que mejoró los precios a la baja, surgieron compradores. 

¿Qué impacto tiene la Ley de Urgente Consideración?

Sobre nuestro campo, cambió radicalmente, hay libertad financiera. No se podía mover más de US$ 4.800 sin pasar por el sistema bancario. El pago a los empleados tenía que ser a través del circuito financiero. Hoy hay libertad para pagar hasta US$ 100.000 sin esa exigencia. Eso cambió para dinamizar el mercado y nos da más tranquilidad. 

La Ley de Operación Financiera cambió totalmente, positivamente, y no es que estemos saltando un tema anti-lavado, ya que igual se conoce el origen de los fondos. 

¿Hay algún punto de esa ley que los perjudique?

No, nosotros defendimos esa ley en el Senado. Lo que han aparecido son muchos inmobiliarios informales, como pasó en el año 2000. Estamos por presentar un proyecto de ley que va a profesionalizar más el mercado y eliminar el informalismo. Eso va a ayudar mucho a las arcas del Estado, porque se evade muchísimo en impuestos de locales comerciales.

¿Se refiere a la Ley del Operador Inmobiliario?

Sí, tenemos 40 años en eso, pero ahora logramos el consenso de varias instituciones y queremos presentarla en un mes.

¿Qué otras medidas legales están impactando al sector actualmente?

La reactivación de la vivienda promovida, y el cambio de la radicación fiscal que bajó de unos US$ 1.600.000 a US$ 380.000. Quien compra un apartamento por US$ 360.000 y vive 60 días de corrido en Uruguay, puede tomar la radicación fiscal. 
Para las empresas, cuyo requisito para la radicación fiscal era una inversión de US$ 6 millones, hoy está en US$ 1.500.000. Eso hace que tengamos consultas de empresas de software que quieren instalarse en Uruguay. 

Hubo muchas consultas de argentinos, brasileños y chilenos. Hoy estamos en una ronda con los bancos. Ya los bancos entendieron que, online y a partir de una semana, pueden abrir una cuenta corriente con todas las medidas necesarias, comprobando la legalidad del origen de los fondos para que se pueda transferir dinero del exterior rápidamente. 
Los bancos han ayudado mucho en varios sentidos. Hablo de los bancos privados que decidieron, durante tres meses, diferir un porcentaje muy alto de créditos hipotecarios, créditos a la pequeña y mediana empresa, créditos automotores. El Banco de la República sacó un préstamo especial de 36 meses, a una tasa muy baja, para quienes quedaron en una mala posición. 

En ese sentido, si bien como sector estamos al 80% del nivel de trabajo y algunas inmobiliarias no van a volver a abrir, entiendo que en el segundo semestre van a haber oportunidades y creo que va a ser el mejor semestre de los últimos dos o tres años.

Diego Battiste

A su entender, ¿por dónde pasa la solución a esta situación? 

Si simplificamos este problema complejo, podríamos decir que la solución está dada por los extranjeros que vengan. En gran parte. No precisamos 100.000 extranjeros, ya que no tenemos cobertura médica, ni colegios para todos. Con que vengan 3.000 o 5.000 extranjeros en un año, por decir algo, muchas cosas se pueden ir acomodando.

A diferencia del mercado argentino, ofrecemos estabilidad, no cambiamos las reglas de juego. Tenemos entre 4% y 6 % de rentabilidad a nivel de dólares, más 5% que sube la propiedad anualmente. 

¿Su empresa, Ananikian Inmobiliaria, sigue los movimientos del mercado?

En mi empresa tuve dos meses y medio de salida de dinero, nada de ingreso. Tenía personal en seguro de paro, pero reactivamos en mayo y volvimos a trabajar con todos los protocolos.

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