Juan Samuelle

Aranceles, la mochila que frena el acceso de la carne uruguaya en Asia

Competidores directos como Australia y Nueva Zelanda tienen ventajas comparativas no solo en lo geográfico, sino también en la carga para ingresar a esos mercados

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04 de diciembre de 2018 a las 05:02

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En cada exposición que da algún productor ganadero, un economista o un alto directivo de algunas de las gremiales agropecuarias, algunos temas se repiten una y otra vez. El costo y la eficiencia del Estado y por ende el de la competitividad del sector, la cotización del dólar y el déficit fiscal son algunos ejemplos. Pero aunque estos son los temas con mayor repercusión pública y mediática en general, otro reclamo se genera una y otra vez: los accesos a los mercados y la importancia relativa de los aranceles que se pagan en comparación a países que tienen la misma funcionalidad en su aparato productivo.  

En el caso de la carne vacuna, Uruguay paga anualmente aproximadamente US$ 200 millones de tasas arancelarias que quedan en aduanas de distintos clientes, teniendo únicamente un Tratado de Libre Comercio (TLC), con México, país en el que se tributa el 7% por lo exportado sin importar el límite de toneladas.

En todos los demás países con que se comercia el arancel pagado es el máximo, mientras que los competidores más inmediatos –como Australia y Nueva Zelanda– poseen con varios de los principales países importadores de carne del mundo acuerdos preferenciales, con tarifas más bajas y con el agregado de que se van desgravando paulatinamente con el correr de los años.

En el caso del mercado chino, el principal socio comercial para Uruguay y receptor de la carne uruguaya en un 44% del total, la tasa arancelaria pagada por los frigoríficos uruguayos es de 12%, igual que la que tiene Estados Unidos. En el caso de Australia es de 7,2% para cortes con y sin hueso (será 0% desde 2024) y Nueva Zelanda no paga aranceles para ingresar a dicho mercado. Ambos países de Oceanía cuentan con tratados comerciales con la potencia asiática.

El acceso a Corea

Mientras la carne vacuna uruguaya paga un 40% de aranceles sobre lo exportado para entrar a Corea del Sur, la tasa de Estados Unidos es de 21,35%, Australia tributa 26,6% (0% para 2028) y Nueva Zelanda un 29,3% que se proyecta sea 0% desde 2030.

El total de exportaciones del sector cárnico nacional en lo que va de 2018 (al 24 de  noviembre) fue de US$ 1.748,9 millones. Del total exportado, rumbo a Corea del Sur se destinaron 1.650 toneladas de carne, lo que equivalió a apenas US$ 7,8 millones.

En este contexto, Uruguay desde hace 10 años está exportando y apunta a seguir haciéndolo hacia mercados que antes no lo hacía, como son los países de Asia, pero uno de los requerimientos fundamentales que reclaman tanto productores como industriales es moverse rápido para ser competitivos, básicamente atacando el sistema arancelario.

En setiembre de este año  Peter Barnard, uno de los actores más relevantes en la mejora del sector cárnico australiano y exgerente general de Meat and Livestock Australia (MLA), institución con la cual –por su función– se puede trazar un paralelismo con el Instituto Nacional de Carnes (INAC), manifestó que la mejora de Australia se debió a que en los últimos años se han firmado tratados de libre comercio con países como Japón, Corea y China, aunque aclaró que esos logros llevaron decenas de años.

De hecho, Barnard señaló en su visita a la Expo Prado 2018 que una de las claves del éxito de ese país fue la presencia en varios países de una oficina del Ministerio de Comercio con el fin de mejorar las condiciones de acceso. A Australia le llevó 50 años abrir el mercado de Japón (Australia abrió una oficina en Tokio en 1964), 30 años acceder al de Corea y 50 años abrir el estadounidense.

Uruguay en la actualidad tiene abiertos más de 100 mercados de carne, pero envía a 80 de ellos. El 95% de lo exportado se concentra en 10 mercados, principalmente a China y la Unión Europea.

En relación a este punto, el presidente del INAC, Federico Stanham, dijo a El Observador que el instituto nunca tuvo oficinas fuera del país y que “es un debe, pero se tiene claro que es una discusión que hay que dar”.

Stanham agregó que tras la confirmación de este domingo de la apertura del mercado japonés, entre el 5 y 8 de marzo Uruguay estará presente en la feria Foodex del país nipón, con un stand de 90 metros cuadrados (del doble de la dimensión de 2018), lo que para el jerarca implica "una estructura grande para un mercado que recién empieza y en el que se espera haya importante presencia de exportadores del sector cárnico con el fin de comenzar a lograr posicionamiento”.

Para el caso de Japón, la carne uruguaya entrará pagando un arancel de 38,5%, lo que lo pone en la misma línea tributaria que países como Estados Unidos y Nueva Zelanda. En cambio, para los australianos la carga es de  29,9% para la carne enfriada y 27,2% para la congelada con tendencia a seguir bajando hasta llegar a 19,5% en 2032. 

Una excepción para un nuevo mercado de lujo

Tras 18 años libre de aftosa, Uruguay logró este domingo recuperar el ingreso a un mercado de lujo, como lo es el japonés. La visita del primer ministro de ese país, Shinzō Abe, habilitó luego de nueve años de negociaciones y visitas técnicas la posibilidad para que se retome la exportación de carne bovina sin hueso y madurada al mercado más exigente en cuanto a estándares de calidad del planeta.

La semana próxima técnicos de Japón llegarán a Uruguay con el fin de inspeccionar tres plantas: Frigorífico BPU, Frigorífico Copayan y Frigorífico Tacuarembó. En estos momentos Uruguay cuenta con 17 plantas en condiciones de exportar rumbo a Japón.

Sin embargo, la apertura del mercado japonés requerirá de paciencia y el trazo de objetivos a largo plazo para consolidarse como destino para las carnes uruguayas, a partir de la construcción de una estrategia que permita ir asentando las ventas hacia ese destino, algo que no ocurrirá enseguida, dada la dificultad que representan las altas barreras arancelarias y la elemental ventaja geográfica que poseen para con ese mercado países ganaderos como Australia y Nueva Zelanda, comentaron productores ganaderos a El Observador.

De todas formas, Stanham destacó que esto representa un reconocimiento “significativo a la seriedad del país, sobre cómo maneja su estado sanitario y todos los sistemas de verificación y control que tiene”.

A partir de esta confirmación, destacó, Uruguay se convirtió en el primer país que logra acceder al mercado japonés (el segundo importador del mundo) de la carne en esas condiciones, libre de aftosa con vacunación.

Esto, explicaron los productores consultados, posiciona al país en referencia a otras potenciales oportunidades de muy buena manera al ingresar a un mercado tan exigente y que paga bien como el japonés, cuando varios otros países no pudieron hacerlo.

En este sentido, el expresidente de INAC y diputado frenteamplista, Alfredo Fratti, dijo que entrar a este tipo de mercados que son referencia “allana el camino para futuros potenciales nuevos compradores de la carne uruguaya”.

“También lleva un tiempo cuando entras a un país encontrar los canales de comercialización y los importadores, a no ser por diferencias de precios muy grandes no cambian fácilmente de proveedor porque es una cadena dificultosa. Pero con el tiempo se empieza a conocer la carne y sus virtudes, además de que las empresas uruguayas son serias y cumplidoras”, explicó Fratti a El Observador.

Por su parte, el director ejecutivo de la Cámara de Industria Frigorífica, Daniel Belerati, dijo que se trata de una muy buena noticia y consideró que algunos productos podrán ingresar inmediatamente mientras que con otros habrá que seguir trabajando para que la calidad de carne uruguaya sea reconocida.

“Es un gran logro sanitario que ahora tendremos que verificar desde el punto de vista comercial. El Ministerio de Ganadería y Cancillería lograron las habilitaciones y ahora comercialmente habrá que salir a jugar el partido”, manifestó.

Japón, tras un récord
Japón permitió el ingreso de carne vacuna uruguaya fresca hasta el año 2000, cuando el país padeció la epidemia de fiebre aftosa. Australia y Estados Unidos son hoy los principales proveedores de carne a ese país. Según datos del departamento de Agricultura de Estados Unidos, para 2019 se espera que Japón importe 850.000 toneladas, un récord histórico para un país que a pesar de ser desarrollado aumenta su consumo de carne per cápita cuando la tendencia en esos países suele ser a estabilizarse o a la baja.
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