Argentina: un hoguera exportadora del pasado que languidece

Las ventas caen en los primeros meses del año y no hay expectativas para que el comercio mejore en el corto plazo

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28 de marzo de 2019 a las 05:04

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Recesión económica, políticas industriales que pueden volverse más proteccionistas para generar empleo en año electoral  y desfasaje cambiario son componentes de la realidad argentina que afectan, como años atrás,  las exportaciones uruguayas de bienes hacia ese destino.

Muchas industrias apostaron  a Argentina cuando era demandante. En 2010 y 2011 las ventas de vestimenta, alimentos preparados y papel y cartón eran dinámicas e impulsaron el comercio con el país vecino hasta llegar a su pico máximo.  Seducidas por los números, las empresas de varios sectores apostaron a cruzar el charco y convertirse,  en muchos casos, en dependientes de ese mercado. En 2011, el país se ubicó como el tercer destino de las exportaciones. Hasta que cambió el escenario y el comercio comenzó a descender.

Tomando en cuenta ese vaivén, que se repite hasta el presente, la pregunta es si fue correcto apostar tanto para que Argentina se convirtiera en uno de los motores de la exportación. Y también abre una interrogante mirando hacia el futuro.  

En los primeros tres meses del año las ventas acumulan un descenso de 30% en la comparación interanual. La cifra es similar en el primer bimestre: 25%.

La historia se repite. Durante los últimos cuatro años de gobierno de Cristina Fernández (2012-2015) se verificó una retracción de las exportaciones uruguayas. Mauricio Macri asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2015 y llegaron cambios que favorecieron el comercio.

Por un lado, dejó atrás el cepo cambiario impuesto por la anterior administración que no permitía a los importadores hacerse de dólares para pagar las operaciones en el exterior. Por otro, eliminó las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), medida que pos sus exigencias se convirtió en una traba  comercial. Allí comenzó un romance bilateral, aunque duró poco. Las ventas externas aumentaron en 2016 y 2017 y se estancaron el año pasado.

Ya no hay cepo cambiario ni rígidas medidas proteccionistas. Pero Argentina se hamaca en medio de una realidad distinta que abre muchas incertidumbres en el corto plazo.

El socio de CS Consultores, Marcos Soto, indicó a El Observador que las perspectivas no son buenas, tomando en cuenta que el país vecino atraviesa por un período de recesión. “Argentina está en proceso electoral  y debe reactivar la economía a través del empleo y tratar de estimular, de algún modo, a la industria local”, expuso. Además, se espera que este año continúe la recesión económica.

https://www.elobservador.com.uy/nota/uruguay-exporto-en-tres-meses-el-74-de-la-energia-que-vendio-a-la-region-en-todo-2018-2019326165712

 En la misma línea opinó el director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi. “Quizás Macri tenga que ceder a la presión interna que le genera la crisis económica y eso lo lleve a aplicar alguna medida proteccionista”, señaló.  El mandatario tiene una señal  cercana que llega desde Brasil y que lo habilitaría a tomar ese camino. Hace días, el presidente Jair Bolsonaro acordó con Donald Trump el ingreso de trigo estadounidense sin pago de aranceles, lo que para Bartesaghi es una violación flagrante del Tratado de Asunción.  

Ante eso, el experto sostuvo que “Macri va a poder hacer lo que quiera para proteger su industria si lo necesita o postergar su inserción externa si lo requiere”.  El argumento es sencillo. “Puede tomar el mismo camino de Brasil que es: voy a hacer lo que necesite”, explicó.

Productos

Actualmente, los rubros  que más se comercializan con Argentina  son las autopartes, químicos y plástico. Al respecto Bartesaghi señaló que “aparecen productos nuevos pero más concentrados a nivel de empresas”. Complementó que “se han ido aquellos sectores que exportaban productos que generaban más número de empresas involucradas como los lácteos o los alimentos preparados”.  Por tanto el nicho de negocios con Argentina es bastante reducido con artículos puntuales.

PRESIDENCIA

“Tarde o temprano Argentina se va a abrir (al mundo) y va a recibir productos más competitivos que los uruguayos; no hay incentivos en la lógica actual para que crezca el comercio con Argentina”, afirmó. Por su parte, Soto expresó que “Argentina ya dejó de ser un mercado hiper relevante para Uruguay, salvo para algún tipo de industria”.

Desfasaje

Otro aspecto que pesa en el intercambio comercial con Argentina  es el tipo de cambio. “En el último año móvil a enero  hay una caída de 16% de la competitividad medida por el tipo de cambio real”, indicó Soto.

“Si se va al inicio de la administración de Macri, Uruguay viene con un atraso de entre 30% y 32% de su tipo de cambio contra Argentina; quiere decir que los productos uruguayos se encarecieron solo por el simple hecho de que las políticas macroeconómicas de ambos países están desalineadas”, explicó.

El año pasado, el dólar en Argentina se fortaleció 50,6%, mientras que en Uruguay la apreciación fue de 16,2%.

 

 

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