Uruguayos y argentinos, argentinos y uruguayos. Casi lo mismo, pero diferentes. Iguales al tomar mate, gritar goles. Diferentes en muchas cosas, pero las que más saltan a la vista son el tamaño más grande del territorio de Argentina y la cantidad de población de ese país, que es unas 13 veces más grande que la de Uruguay.
Por eso se ha llamado a Argentina el hermano mayor de Uruguay. O a Uruguay el hermano menor de Argentina. Como sea –y más allá de los amores y odios que generan ese tipo de calificaciones– al mirar los censos de ambos países, Uruguay no tiene nada de menor respecto a Argentina si se lo mira en términos poblacionales.
La edad mediana de los uruguayos es de 38 años, según los datos preliminares del censo 2023. Y la de los argentinos es de 32, según el conteo de 2022 que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina.
Pero, además, el envejecimiento de los uruguayos va a un ritmo doblemente acelerado respecto a los argentinos que pasaron de una edad mediana de 30 años en 2010 a 32 años en 2022, mientras que Uruguay pasó de 34 años en 2011 a 38 años en 2023.
La primera gran diferencia entre la población uruguaya y argentina, que hace que la primera sea más envejecida, es la cantidad de habitantes mayores de 65 años que tiene cada una.
Los datos preliminares del Censo en Uruguay mostraron que los mayores de 65 años son cada vez más: entre 2011 y 2023 pasaron de ser el 14% al 16% del total de la población. En Argentina, si bien la cantidad de mayores de 65 se incrementó de un censo a otro, la proporción es menor que la de Uruguay, debido a que ese grupo representa al 11,9% de la población del vecino país.
Por otro lado, el crecimiento de la población es uno de los datos claves a la hora de mirar la demografía de los dos países. En Uruguay desde 2020 los muertos empezaron a ser más que los nacidos vivos, algo que en Argentina todavía no ocurre, aunque la tasa de fecundidad sí empezó a bajar.
En 2022 la tendencia continuó: en Uruguay nacieron 32.301 niños y murieron 39.322 personas, es decir, 7.021 muertes más que nacimientos, según los datos divulgados por el INE.
El magíster en Economía Aplicada y coordinador de protección social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) de Argentina, Juan Camisassa, explicó a El Observador que en ese país 2021 hubo 92.995 nacimientos más que muertes, pese las defunciones que hubo por la pandemia de covid-19.
"El gran fenómeno que mostró el censo de 2022 en Argentina es que está naciendo muchísima menos gente que antes. La fecundidad bajó 34% entre 2014 y 2021. La buena noticia es que es porque bajó la fecundidad adolescente", explicó Camisassa.
Si bien Argentina todavía tiene crecimiento natural, los demógrafos consultados explicaron que en el futuro, si las tendencias se mantienen, la población irá camino a ser envejecida como la de Uruguay.
De hecho en ambos países bajaron, en sus respectivos censos, el porcentaje de niños y adolescentes de entre cero y 14 años: Argentina pasó del 25,5% en 2010 al 22% en 2022 y en Uruguay pasó del 22% en 2011 al 18% en 2023.
El efecto de los inmigrantes
Un demógrafo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que prefirió el anonimato explicó que otra de las diferencias entre la población argentina y la uruguaya es que Argentina aún tiene un crecimiento natural debido al saldo positivo de nacimientos, algo que en Uruguay ya no ocurre. De hecho, la cantidad de personas residiendo en Uruguay creció gracias a los 61 mil inmigrantes que contó el INE.
La población que reside en Uruguay pero que nació en el exterior creció 1% en el total de la población uruguaya respecto al censo del 2011, y se ubicó en 3% del total.
El demógrafo de la UBA señaló que Uruguay mantiene tasas de emigración de personas que están en edad laboral más altas que Argentina, donde en general, la emigración y la inmigración son, más o menos, en la misma proporción.
"La migración neta en Argentina es positiva, pero no es tan significativa, no tiene efectos muy grandes en el total de la población. Hubo un crecimiento significativo (del total de la población) entre el censo de 2010 y el de 2020", explicó Camisassa. El crecimiento de la población Argentina fue de 14%, pero no fue gracias a los inmigrantes, un fenómeno que sí explicó en parte el 1% que creció Uruguay.
Para Camisassa, el indicador que explica –al menos en parte– el crecimiento de Argentina frente al de Uruguay es la tasa global de fecundidad. En el país vecino es de 1,6 hijos por mujeres en edad fértil, mientras que en Uruguay es de 1,28. "Ahora Argentina está en 1,6 el número más bajo de su historia, pero antes tenía tasas mucho más altas. En 2014 era de casi 2,4 hijos por mujer", explicó.