Vinculado durante décadas, gracias a sólidas amistades, con dirigentes del mundo árabe, Jacques Chirac, que murió este jueves, permanecerá siendo para la historia el presidente francés que, en 2003, se negó a participar en la guerra contra Irak desencadenada por Estados Unidos.
En febrero de 2003, Hans Blix, responsable de los inspectores de las Naciones Unidas, presentó su informe sobre las armas de destrucción masiva en Irak y pidió que se realizaran nuevas inspecciones.
En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Colin Powell, Secretario de Estado de Estados Unidos, afirmó que Sadam Husein no aceptaba las inspecciones. Convencido de que una guerra desestabilizaría a la región y deseoso de que continuaran las inspecciones, Chirac confía a Dominique de Villepin, ministro de Relaciones Exteriores del gobierno del primer ministro Jean-Pierre Raffarin, la tarea de librar la batalla diplomática en la ONU.
El 14 de febrero, Francia afirma su oposición a la guerra a través de una vibrante declaración de su ministro. Su virulenta acusación es aplaudida, práctica muy poco común en esta institución.
"En este templo de las Naciones Unidas", dice este allegado al presidente, "somos guardianes de un ideal, somos guardianes de una conciencia. La gran responsabilidad y el inmenso honor que tenemos deben llevarnos a dar prioridad al desarme en paz. Y es un viejo país, Francia, un viejo continente, Europa, que ha conocido las guerras, la ocupación, las atrocidades, que os lo dice".
El 18 de marzo, Chirac declara: "Irak no representa hoy una amenaza inmediata que justifique una guerra. Francia llama a la responsabilidad de todos para que se respete la legalidad internacional. Deshacerse de la legitimidad de las Naciones Unidas, privilegiar la fuerza sobre el Derecho, sería una gran irresponsabilidad".
El jefe de Estado bate entonces todos sus récords de popularidad, con tres cuartas partes de los franceses que se declaran satisfechos con su decisión.
La segunda guerra de Irak comienza al día siguiente, desencadenada por Estados Unidos, aliado con Gran Bretaña. Las relaciones con Estados Unidos se vieron deterioradas durante varios años, pero Chirac ganó un aura innegable en muchos países con esta negativa.
Fuente: AFP
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