Campo Longley

Así se trabaja en Campo Longley, un tambo inglés que produce en Progreso

La historia de la empresa lechera de la familia Dickinson, que posee tambos en el Reino Unido y en Australia, comenzó cuando terminó la Segunda Guerra Mundial

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28 de junio de 2021 a las 05:00

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Tras la Segunda Guerra Mundial, un integrante de la armada inglesa llamado Joseph Dickinson volvió a su casa  y se encontró con que su tío le había dejado un campo. Allí, junto a su hermano Edgar, comenzó a desarrollar tareas rurales y con los años el gusto por el sector comenzó a pasarse de generación en generación en la familia.

Más de 70 años después, David Dickinson, nieto de Joseph, nacido en Huddersdield, una ciudad de Yorkshire, contó a El Observador cómo trabaja y cuáles son los planes de Campo Longley, un tambo que la familia instaló en Uruguay en 2009.

Con base en el trabajo en el medio rural que la familia Dickinson desarrolló durante años surgió Topilen SA, una empresa tambera que actualmente cuenta con tres sucursales. Campo Longley es una de ellas y las demás son Longley Farm y Richmon Dairies, que se encuentran en el Reino Unido (en Yorkshire) y en Australia (en nueva Gales), respectivamente.

Campo Longley
La familia Dickinson abrió su primer tambo después de la Segunda Guerra Mundial.

Jugados a la genética Jersey

Si bien los tambos de la familia Dickinson se han ampliado con los años, se sigue apostando a la raza Jersey para producir, según contó David por las buenas características que tiene. 

Desde siempre ha sido Jersey. Hoy en día tenemos nuestra propia tecnología para hacer manipulaciones en la proteína de la leche de Jersey que nos deja hacer yogures especiales a nivel de textura, sin tener que agregar por ejemplo conservantes o texturizantes artificiales. La vaca Jersey produce menos leche por litro, pero genera más margen de trabajo si realmente se quiere diseñar un producto natural”, destacó.

Campo Longley se instaló en un predio de 300 hectáreas, a 7 kms de Progreso, en Canelones. Allí hay 240 vacas en ordeñe, aunque en algunas épocas del año el número de animales en producción sube.

Se ordeña dos veces por día, en la mañana y en la tarde, en una amplia sala, con 40 órganos. La producción diaria en una de las jornadas de esta semana fue 3.877 litros. El promedio mensual es unos 115.000 litros.

Campo Longley
Actualmente hay 240 vacas en ordeñe en Campo Longley.

Desde octubre de 2020 cuando Conaprole lanzó el nuevo parámetro de calidad este tambo está en un 20%, por tener menos de 15% de recuentos bacterianos y menos de 250 células somáticas mensualmente, detalló Sabina Gleicher, encargada del tambo.

Explicó a El Observador que todo el trabajo del predio lo hace un equipo de técnicos y profesionales de Campo Longley, desde el ordeñe hasta la recría, pero también la agricultura, la inseminación y la selección de semen. Desde el inicio, para el entore se eligió principalmente  genética de toros europeos y australianos.

Las vacas pastorean libres, metodología que se utiliza en el tambo que la familia tiene en Australia, no así en el de Inglaterra, donde por  el clima hay un encierro, detalló.

El respaldo de la experiencia

Desde niño David ha estado unido al medio rural, pero según cuenta valora mucho haber estudiado lejos de casa y haber trabajado en empresas de otros sectores, en las que pudo aprender a desarrollarse en diferentes roles. Actualmente, es vicepresidente de Topilen SA.

“Tenemos una manera un poquito híbrida de trabajar. Lo bueno es que tenemos el respaldo de 70 años de experiencia, de 70 años de recetas y de gente trabajando y aunque en Uruguay estemos lejos de casa, podemos utilizar lo bueno de lo que ya conocemos”, comentó.

Sostuvo luego que la lechería uruguaya es “una producción de tradición”.

La encargada del tambo agregó, por su parte, que nutrirse de la experiencia y los saberes de los técnicos uruguayos “termina en una mezcla de culturas de la que sale algo muy bueno”.

En 2019 se comenzaron a implementar prácticas orgánicas en el tambo. Por ejemplo, en algunos potreros no se echan fertilizantes y se realiza laboreo y fertilización con compost y productos uruguayos biológicos. El pivot que utilizan fue diseñado por australianos para aprovechar al máximo el agua del riego.

Además, se están discutiendo formas de medir el carbono para reducirlo o hasta neutralizarlo.

Campo Longley
Desde que comenzó la pandemia David Dickinson no ha podido visitar Campo Longley con tanta frecuencia, por lo que se comunica diariamente con la encargada del tambo desde Inglaterra.

A mejorar, el costo de innovar

La maquinaria que se utiliza fue importada desde Australia. Para David, Uruguay tiene un gran potencial para competir internacionalmente con la producción de la industria lechera, pero una de las cosas a mejorar es el costo de la innovación.

Explicó, sobre eso, que “la producción uruguaya es una producción de tradición, pero está en la competencia internacional y creo que en ese punto, a nivel gubernamental, se puede hacer un poquito más atractivo el panorama agro en Uruguay. Comprendo que se quiera proteger a la industria local, pero protegerla no significa poner impuestos altos en por ejemplo la compra de maquinas modernas del extranjero. Eso al final para la innovación”.

“Hay tanto potencial en Uruguay al estar entre Brasil y Argentina que el gobierno tiene que mirar un poquito cuánto está cobrando de impuestos a la gente que quiere innovar”, sostuvo.

Campo Longley
En Campo Longley realizan técnicas de producción orgánica.

El sueño de la marca propia

Desde que Campo Longley se instaló en Uruguay remite a Conaprole, aunque siempre estuvo la idea de manufacturar a través de una marca propia.

Según anunció David, desde la empresa se han mantenido conversaciones con dos firmas “bastante grandes” en Uruguay para lanzar un nuevo producto al mercado, que si bien no detalló de qué se trata, comentó que tendrá la calidad de lo que la empresa produce en Inglaterra.

Volverá a la Expo Prado

Campo Longley forma parte de la Sociedad de Criadores de Jersey del Uruguay y, como tal, participó de la Expo Prado en su última edición, con un stand en el pabellón de productos ingleses.

Según comentó la encargada del establecimiento, se prevé continuar participando. “Estar en el Prado fue una experiencia muy buena y muy linda que nos amplió bastante networking. Llevar animales a la pista de calificación, algo que no se ha concretado, requiere una movida diferente, pero no se descarta”, comentó.

Campo Longley participará de la Expo Prado 2021 tras la invitación de la embajadora del Reino Unido, Faye O’ Connor.

Campo Longley
Campo Longley obtuvo en mayo una certificación por prácticas de bienestar animal.

Con certificación en bienestar animal

El tambo Campo Longley fue certificado en mayo de este año por sus prácticas de bienestar animal.
David Dickinson, vicepresidente de Topilen SA, empresa a cargo del tambo, comentó a El Observador que fue muy importante obtener esta certificación, no solo por lo que significa para el consumidor sino también para el trabajo.
Desde la empresa, señaló, están enfocados en “la calidad y en el bienestar animal y de los trabajadores”.

“Intentamos crear una isla buena dentro de un mercado que es difícil”, sostuvo, y descató que ser certificados por una empresa uruguaya  –BA Certificaciones– fue más importante aún porque es un organismo que conoce cómo se produce en el país.
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