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La bicicleta eléctrica resume la crisis de la cadena de suministro mundial

El fabricante cambia de proveedores, pero no puede hacer nada contra los abarrotados puertos

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31 de diciembre de 2021 a las 11:00

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Por Claire Bushey

Cuando un nuevo propietario se monta por vez primera en una bicicleta eléctrica Pedego, ésta ya ha recorrido miles de kilómetros a través de una cadena de suministro mundial enmarañada por la pandemia.

El modelo más asequible de la compañía californiana, la Element — apodada "el bebé de la pandemia" por su director ejecutivo, Don DiCostanzo, debido a la fecha de su lanzamiento —, se fabrica en Shanghái, se envía al puerto de Los Ángeles-Long Beach y luego se transporta en camión a casi 200 concesionarios de todo EEUU.

Al igual que muchas otras compañías que están teniendo dificultades para capear la crisis de la cadena de suministro, Pedego ha tenido que intentar mantener su suministro de bicicletas en funcionamiento conforme se enfrenta a un restringido mercado de células de baterías de iones de litio; al cierre de fábricas por parte de los proveedores de Malasia a causa de Covid-19; al vertiginoso aumento del costo del transporte marítimo; a los contenedores atrapados en los atascados puertos; y a la escasez de semiconductores.

La compañía ha empleado una serie de tácticas para hacerle frente a la situación, desde enviar baterías y cuadros de bicicleta por separado hasta rápidamente cambiar de proveedores cuando hay escasez de piezas.

Sin embargo, mantenerse al corriente con la creciente demanda estadounidense de bicicletas eléctricas sigue siendo un reto. El concesionario de Pedego en la calle principal de Winnetka, un rico suburbio de Chicago en el estado de Illinois, contaba con nueve Element a principios de este mes en una gama de colores. Pero el modelo se agotó desde julio hasta finales de agosto, dijo el propietario Scott Radliff.

La industria de las bicicletas estadounidense importa casi el 100 por ciento del inventario, señaló Jay Townley, cofundador de la consultora Human Powered Solutions. La mayor parte es de bicicletas de pedaleo convencionales: históricamente, las bicicletas eléctricas sólo han representado entre 200,000 y 300,000 de los más de 17 millones de bicicletas que se venden anualmente en EEUU.

Pero cuando la pandemia impulsó un auge en el ciclismo, las ventas de bicicletas eléctricas aumentaron de forma desproporcionada. Townley señaló que algunas estimaciones sitúan el número de bicicletas eléctricas vendidas en EEUU el año pasado en un millón.

El inventario ya se estaba agotando en el primer trimestre de 2020, conforme los fabricantes de bicicletas reducían las importaciones en respuesta a los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump.

Cuando la demanda de los consumidores se disparó en el segundo trimestre, dijo Townley, "entonces la cadena de suministro comenzó a crujir".

Pedego utiliza ocho fábricas repartidas por Asia: cinco en China, dos en Taiwán y una en Vietnam. La compañía les encargó a estas fábricas que produjeran 37,000 bicicletas para todo el año entre todos los modelos, señaló DiCostanzo. Cuando él más tarde intentó aumentar este pedido agregando 10,000 unidades, no pudo hacerlo porque las piezas no estaban disponibles.

Pedego fabricó los primeros prototipos de preproducción de la Element durante la primavera de 2020, y luego hizo un pedido de 5,000. Las bicicletas se enviaron a principios de julio desde Shanghái y llegaron a California seis semanas después.

Un año después, ese mismo viaje puede tomar el doble de tiempo. Toma hasta dos semanas encontrar un contenedor de envío en el puerto de Shanghái, explicó DiCostanzo. La compañía ha empezado a enviar las bicicletas y las baterías por separado porque, cuando se empaquetan juntas, deben ir en un contenedor para materiales peligrosos, el cual es aún más difícil de conseguir.

Cruzar el océano Pacífico añade otras dos semanas, pero pasar por el puerto de Los Ángeles-Long Beach puede llevar hasta seis semanas. En uno de los casos, un envío de cestas de mimbre para bicicletas se pudrió en un contenedor mientras esperaba a ser procesado y trasladado fuera del puerto.

Las bicicletas eléctricas luego van a un almacén en el Condado de Orange, California, antes de viajar una o dos semanas más hasta un concesionario.

Además de las demoras, los precios han subido en toda la cadena de suministro. El gasto de Pedego ha pasado de US$4,000 por contenedor de envío a US$23,000. Mientras tanto, el envío de un palé con cuatro bicicletas por camión desde el almacén de la compañía hasta un concesionario ha pasado de US$8 a US$18 después de que los operadores de flete subieran sus tarifas.

Pedego también ha realizado cambios en la Element al no poder conseguir piezas, cambiando una marca de palanca de cambios por otra y cambiando su proveedor de piñones. La compañía también cambió su fabricante de baterías, de Panasonic a Samsung, debido a la escasez de células de iones de litio.

En toda la industria, las marcas de menor perfil han prosperado durante la pandemia y la crisis de la cadena de suministro gracias a la sustitución, comentó Townley.

En el caso de una bicicleta menos costosa — la Element se vende por US$1,895 — es más fácil sustituir los componentes. El producto más caro de Pedego, la Elevate, de US$5,495, estará agotado durante todo el año 2022, ya que el fabricante no puede obtener las piezas de alta gama necesarias del fabricante japonés Shimano.

"Hemos estado rogando que nos las proporcionen", dijo DiCostanzo. "Cuanto más cara es la bicicleta, más difícil es conseguir piezas".

La Element no se ha visto afectada por la escasez mundial de semiconductores, a pesar de que incluye chips en tres componentes: en el panel de la pantalla de visualización LCD (de cristal líquido), en la batería y en el controlador que regula la potencia de la máquina. Pero Pedego tiene cinco nuevas líneas de productos que ahora planea lanzar en junio, en lugar de enero como estaba previsto, debido a las dificultades para conseguir el chip necesario para la pantalla LCD.

Además, Pedego está tratando de abastecerse antes de la temporada de ventas de primavera. DiCostanzo dijo que había encargado 100,000 bicicletas y que esperaba recibir 60,000.

Pero el nuevo año presenta incertidumbres. Las bicicletas encargadas hace meses se han cargado en barcos y están en camino a EEUU. Si la demanda flaquea, un exceso de inventario pudiera obligar a los minoristas a una guerra de precios, explicó Townley.

Si la demanda se mantiene robusta — y las ventas siguen siendo históricamente altas, a pesar de haber disminuido desde los picos de 2020 —, los frustrados compradores pudieran superar en número a las bicicletas convencionales y eléctricas disponibles.

"Tenemos suficiente suministro para llegar hasta finales de enero", dijo DiCostanzo. "Después de eso, no hay garantías porque nadie sabe cómo va a estar la cadena de suministro".

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