Cabildo Abierto aprovecha victoria ajustada del No para hacer notar su peso e insistir por reclamos

En ese escenario, el excomandante en jefe del Ejército salió a marcar la cancha este miércoles e instó a sus socios —en particular al Partido Nacional— a tener más en cuenta las propuestas que Cabildo Abierto pone sobre el tapete porque, según entiende, muchas veces quedan relegadas a un segundo plano.

“De nada sirve sentarnos a una mesa si una parte no está dispuesta a ceder un centésimo”, resumió Manini Ríos en una entrevista que brindó a En perspectiva (Radiomundo), a raíz de lo que entiende son muchas negociaciones donde los blancos escuchan y contemplan la perspectiva de Cabildo, pero terminan decantando por otra opción que no contempla sus aportes.

El mensaje de Manini –ya esbozado en conversaciones que mantuvo en privado con dirigentes blancos y colorados en las horas posteriores al referéndum– fue bien claro: en un escenario tan parejo, cada voto debe ser tenido en cuenta y valorado. Cabildo Abierto tiene los suyos y los quiere hacer valer. 

"(El gobierno) necesita a todas sus partes; ni una de las partes está sobrando en la coalición", dijo este miércoles el excomandante en jefe del Ejército.

Con esos comentarios a cuestas, Manini Ríos se reunió más tarde con el presidente de la República Luis Lacalle Pou, a quien le presentó una serie de propuestas para contener la suba de precios de los alimentos. Entre sus planteos propuso acordar un precio fijo por una "veintena" de productos de la canasta básica, de "consumo popular", para que estos alimentos mantengan su valor por "tiempo indeterminado". 

Pero más allá de las propuestas para contener los precios, en Cabildo Abierto hay dirigentes que reclaman desde hace tiempo el avance de otros temas puestos arriba de la mesa por la colectividad liderada por Manini, y que hasta el momento no han tenido andamiaje. 

La "única herramienta"

Ya hace un tiempo que entre los partidos de la coalición ha quedado claro que "no hay vida" posible fuera del instrumento ideado por Lacalle Pou rumbo a las elecciones de 2019. Lo que en un principio eran especulaciones sobre cuándo podría partirse el bloque, ha dado lugar en cambio a la convicción de que todo se reduce a gestionar las diferencias y las tensiones entre los socios. 

En el oficialismo aseguran que el estrecho margen por el que la papeleta celeste se impuso a la rosada en el referéndum mostró una vez más, por si hacía falta, que la coalición es "la única herramienta" si pretenden ganar las próximas elecciones y seguir gobernando.

Es en base a esa lectura que en Cabildo Abierto hacen sus reclamos por estos días, y es también bajo ese marco que sus socios interpretan las acciones y dichos de Manini Ríos y los suyos.

De todos modos, varios dirigentes del Partido Nacional reconocieron a El Observador que una diferencia más holgada en las urnas hubiera dado una mayor legitimidad y espalda para seguir marcando el ritmo del gobierno, mientras que el senador cabildante reafirmó este miércoles que “quedó demostrado que es necesario trabajar todos en conjunto y no tener relegada a ninguna (de las partes)”.

La lectura en Cabildo Abierto es que, aunque los blancos sean el partido mayoritario, si actúan con inteligencia deberán “abrirle la cancha” a los socios, de manera de que traccionen un mayor caudal de votos. “Se tienen que poder expresar para generar una atracción popular que dé un mayor poder a la coalición”, definió a El Observador el presidente de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, este martes.

Las críticas públicas y la reunión de Manini Ríos no fueron el único movimiento que los cabildantes hicieron post referéndum. Durante la reunión de coordinadores de bancada de la coalición el lunes pasado, el senador Raúl Lozano subrayó la “preocupación” por no haber logrado cierta celeridad en algunos proyectos presentados por su bancada. El planteo que hizo, según aseguró él mismo, fue en la línea de remarcar la necesidad de que los partidos sean flexibles a la hora de negociar acuerdos.

De todos modos, dirigentes blancos y colorados consultados por El Observador enfatizaron que todo esto no hace mella en el relacionamiento de la coalición ni va en contra del “fortalecimiento” que a juicio de cada uno de los socios se logró durante la campaña en defensa de la LUC. 

En el riñón del gobierno relativizan las diferencias asegurando que son “avatares normales” en una coalición integrada por cinco partidos con diferentes matices e improntas, algo que varios referentes del oficialismo han repetido en varias ocasiones. Por esa razón creen que las rencillas políticas internas seguirán existiendo y que, en parte, son incluso necesarias para que cada uno de los partidos marque su propio perfil, con las elecciones de 2024 en el horizonte.

El propio presidente Lacalle Pou esbozó una reflexión en esa dirección a la tarde de este miércoles, cuando aseguró que no se puede pretender que los socios que firmaron el Compromiso por el país sean iguales. “Cada uno tiene sus ideas y hay que respetarlas”, sentenció el mandatario en una rueda de prensa en Mercedes, luego de recordar cuántas veces se le auguró “la muerte” a la coalición. 

Matices colorados y el “peso relativo”

Si bien varios dirigentes del Partido Colorado dijeron no compartir la óptica del excomandante en jefe del Ejército respecto a la dinámica de funcionamiento de la alianza multicolor – aunque sí reconocieron la fuerte impronta presidencialista que tiene el gobierno– , otro sí reclamó públicamente la necesidad de un relacionamiento más fluido para manejar, por ejemplo, la agenda legislativa.

El diputado Gustavo Zubía (Tercera vía) expresó a través de Twitter que “para que sea coalición debe existir comunicación y coordinación” y dijo que esas eran “las bases para la cooperación”. En conversación con El Observador, el exfiscal aseguró que a la interna “se necesita más discusión y entendimiento” y reclamó una “coordinación más efectiva” del oficialismo, sobre todo en el tratamiento de los temas parlamentarios donde cree que “falta diálogo”.

“Debemos ser más escuchados”, agregó el legislador respecto al rol de los partidos, si bien no dejó de reconocer que el Partido Nacional tiene “el derecho de tener la primacía del gobierno” por ser la fuerza política con mayor respaldo en las urnas en las elecciones nacionales, algo que los blancos esgrimen también dentro de sus argumentos.

Consultado por la dinámica política, el senador nacionalista Sebastián Da Silva dijo que no cree que el Partido Nacional “ahogue los perfiles” del resto de las colectividades, sino “todo lo contrario”. Sin embargo, señaló que la representación de la coalición es “simétrica y proporcional” a los números de 2019. Por su parte, el senador Gustavo Penadés dijo a El Observador que “sin lugar a duda” se trata de un gobierno integrado por cinco partidos, aunque reconoció que “el rol minoritario es difícil de cumplir” porque “a veces da la sensación de que se lo escucha menos”. Pero el legislador cree que, en realidad, eso no ocurre en esta coalición.