Cambios en la ley de empleo: habrá subsidios de 60% u 80% del salario a poblaciones más vulnerables y nuevos convenios

Para esto, el gobierno destina un presupuesto de $ 704 millones, $ 352 millones provenientes del Fondo de Reconversión Laboral que administra el Instituto Nacional de Formación Profesional (Inefop) y otros $ 352 millones que se aportan desde el Ministerio de Economía y Finanzas.

A continuación, un resumen de la entrevista con el director Nacional de Empleo, Daniel Pérez.

En el mensaje del 1º de mayo el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, aseguró que se había alcanzado la recuperación de los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia. Sin embargo, desde el Ministerio se propone un objetivo más alto. ¿A qué número se quiere llegar y cuándo estima que se pueda alcanzar?

No tenemos un número fijo como objetivo, pero sí queremos tener un nivel de recuperación del empleo que sea muy distinto del que recibimos. Hay que recordar que recibimos una tasa de desempleo del 10.5%, hoy estamos en el entorno del 7.5% en el último semestre. Este no es un mal número, pero queremos seguir bajando más y hacerlo en un contexto en el que haya también mayor tasa de actividad, es decir, que haya más gente volcada al mercado de empleo, en ese sentido todavía falta.

Según las estimaciones del Ministerio de Economía, este año se van a generar 40.000 puestos de trabajo más, esos son, por lo menos,  tres puntos más en términos de empleo, lo cual implicaría una recuperación importante que, sin dudas, cambiaría el escenario.

Recién el año que viene estaríamos en un año óptimo en términos de resultado en lo que tiene que ver con desempleo, ese es el dato importante y hay que seguir trabajando para ello.

¿Qué cifra se busca para lograr ese año óptimo en materia de empleo?

No lo fijamos en términos de resultado, pero debería ser un desempleo del 7% o menos, si tuviera que fijarlo diría ese número. Es un número mejor sobre todo frente a la situación que estaba. En febrero de 2020 era 10.5%, en 2019 fue 8.9%. Recuperar a nivel del 7% o menos es un resultado que empieza a ser auspicioso.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), nueve de cada diez empleos se generaron en el interior del país, ¿a qué lo atribuyen?

Eso implica que el sector agropecuario está generando puestos de empleo, es bueno que se generen allí porque normalmente tiene tasas de empleo más bajas y de desempleo más altas. Es una buena cosa que haya oportunidades fuera de la capital del país.

Además del agropecuario, ¿qué otros sectores de la actividad son los que más están empleando?

Uno bien claro es el de Tecnologías de la Información que ya venía creciendo. A pesar de los procesos de automatización hay una alta demanda. Hay cosas específicas del sector, pero también la tecnología atraviesa todos los sectores, esto implica que los trabajadores tengan que tener habilidades digitales.

Cuando hablamos de alfabetización digital lo estamos poniendo al mismo nivel que se ponía antes saber leer o escribir y atraviesa a todos los sectores.

La industria manufacturera —con diferencias en los distintos rubros de producción— ha tenido un crecimiento, la construcción también tuvo una recuperación en materia de empleo; también en algunos sectores del comercio hubo crecimiento. En términos generales en todos los sectores hay crecimiento, algunos con mayor demanda y otros con menos, pero hay un crecimiento generalizado del empleo que es lo que muestra el resultado en estos últimos seis meses. Estamos en el 7% de tasa de desempleo y en términos de puestos de empleo ya hay más personas trabajando que las que había en febrero de 2020; no solo se ve en términos de tasa sino también en la cantidad de gente que está trabajando. En este sentido, la ministra de Economía comparaba el primer trimestre de 2021 y el primero de 2022 y hay casi 70.000 puestos nuevos que habla de la recuperación y que son más que los que se perdieron en 2020.

¿Se mide la calidad de los nuevos puestos de trabajo?

La Encuesta Continua de Hogares mide la calidad en términos de formalidad e informalidad, teniendo en cuenta que un trabajo en la informalidad es de menor calidad y con condiciones que no son dignas. En este sentido, la informalidad bajó de 25% a 21.8%. Se perdió empleo informal, pero el que se recupera es mayormente formal, lo cual hace que baje la tasa de informalidad.

En términos de salarios no hay mucha variación con respecto a lo que ocurría antes. El porcentaje de trabajadores que tienen salarios bajos no es muy distinto, podría decir que es igual que el que había en 2019. No hay un deterioro ni es que ahora ganen menos que antes.

Con el objetivo de lograr la recuperación del empleo a mediados del año pasado se instauró la ley de Promoción del Empleo, ¿cuánto se ha utilizado la norma y qué cambios implementarán?

Hoy se está utilizando a los mismos niveles que en 2019 en términos de incorporación de puestos de trabajo. Esto no nos conforma porque queremos aumentarlo mucho más y lo queremos potenciar con una fuerte difusión hacia los que toman las decisiones porque notamos que hay desconocimiento en las empresas de que esta herramienta existe.

Lo que busca esta ley es, en primer lugar, focalizar en las poblaciones más vulnerables, particularmente en los jóvenes, las personas que tienen más de 45 años y las personas con discapacidad y, dentro de estas tres poblaciones, las mujeres.

Esto se hace mediante un subsidio que se le otorga a las empresas. El subsidio mínimo es de $6.000 mensuales cuando se contrata a una persona por jornada completa y puede aumentar hasta $9.000, eso durante el periodo de un año. 

También puede haber subsidios mayores cuando se contrata a personas que pertenecen a hogares que están por debajo de la línea de pobreza, tanto para jóvenes como para personas mayores a 45 años; lo que hemos denominado trabajo protegido. En esos casos se paga el 40% del salario cuando se trata de hombres y 60% cuando se trata de mujeres que están por debajo de la línea de pobreza. Esta es una focalización muy fuerte en cuanto a quiénes queremos apoyar.

Además, generamos convenios con la Dirección Nacional del Liberado, con el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), recientemente con el programa Accesos del Ministerio de Desarrollo (Mides) y con la Junta Nacional de Drogas para que cuando las empresas contraten personas que pertenecen a hogares que están debajo de la línea de pobreza y que estén atendidos por estos programas de apoyo social que el subsidio sea del 60% o del 80% del salario de la persona—el primero en caso de los hombres y el segundo de los mujeres— con un tope de hasta los $30.900 mensuales. Es un subsidio muy fuerte durante un año para focalizar justamente en hogares pobres y que están vinculados con programas de política pública.

¿Cómo pueden acceder las empresas a esos subsidios?

Es importante resaltar que el trámite se debe hacer previo al ingreso en el Banco de Previsión Social (BPS), una vez que se da el alta en el BPS no se puede acceder al subsidio. También vale resaltar que es un trámite que dura cinco días hábiles (en procesarse) y se puede hacer todo online a través de la plataforma Vía Trabajo.

¿Le preocupó que la utilización de la normativa hasta el momento no sea mayor?

Queremos que haya una utilización mayor pero no es raro que todavía no se utilice. La ley empieza a funcionar en setiembre del año pasado y en términos de maduración no tiene casi maduración.

La anterior Ley de Promoción del Empleo Juvenil era de 2012, tenemos el mismo nivel que una ley que tenía siete años de maduración. En cinco meses conseguimos los mismos resultados. No estamos conformes porque cuando programamos la ley pensamos que la utilización sea más intensiva.

Con esas acciones vinculadas con los convenios que establecimos y otros más que tenemos para firmar con algunas poblaciones específicas como poblaciones afro y poblaciones trans queremos que, por lo menos, haya 5.000 puestos de empleo que sean subsidiados o ayudados por la ley de promoción de empleo. Ese es el objetivo que tenemos para 2022.

¿Cuántos recursos destina el Ministerio a esta normativa?

El presupuesto previsto para este año es de $ 704 millones, esto es $ 352 millones que se financian con recursos del Fondo de Reconversión Laboral que administra el Inefop y otros $ 352 millones que son aportados directamente por el Ministerio de Economía y Finanzas, por la Administración Central. Este presupuesto es más del doble de lo que se gastó en políticas de empleo, en subsidios de este tipo, en la Ley de Empleo Juvenil en el 2019. Hay un incremento presupuestal para que se invierta en la generación de nuevos puestos de empleo en estas poblaciones que son muy vulnerables.