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Cátedras, pasantías e investigación: así se vincula el empresariado con la academia

Universidades y empresas mantienen un vínculo basado en el ganar-ganar. Uno de sus objetivos es adaptar las aptitudes de los estudiantes al mercado laboral

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17 de septiembre de 2021 a las 05:00

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Las invitaciones a dar clases, talleres o charlas a personas con cargos gerenciales, los convenios para fomentar las prácticas profesionales y pasantías entre los estudiantes, y los trabajos en proyectos especiales de investigación o consultoría, son algunas de las formas en las que el sector empresarial se vincula con las universidades uruguayas.

Cada universidad maneja sus propias reglas en cómo quiere generar ese vínculo, pero a la hora de pensar sus planes de estudio, evaluar la creación o rediseño de un curso o carrera, todas toman en cuenta las sugerencias y pedidos que las empresas locales hacen sobre las aptitudes, capacidades y conocimientos que requieren de los futuros trabajadores que egresaran de sus casas de estudio.

En algunos casos, la presencia del empresariado en la academia es más notoria, por ejemplo, con cátedras o proyectos puntuales patrocinados y bautizados con el nombre de la empresa participante, en otros, la presencia no es tan directa, sino a través de los docentes que son profesionales en actividad en altos cargos de las organizaciones.

Sea bajo el formato que sea, el interés de ambas partes es poder mantener actualizada la oferta para que se adecúe a los vaivenes y necesidades del mercado laboral, cuyos cambios son cada vez más acelerados.

Formas de participación

En la Universidad Católica, si bien todas las áreas tienen vínculo con la pata empresarial de alguna manera, las que mantienen un vínculo más fuerte son las de Economía y de Ingeniería.

“Hemos trabajado con empresas del rubro de la celulosa, con la industria y distribución de alimentos, software, logística, química, electrónica aplicada al agro, entre otras”, señala Matías Miguez, profesor de alta dedicación del departamento de Ingeniería y agrega que algunas de las empresas con las que están trabajando son Grupo RAS, BQN, ANCAP y Conaprole.

La modalidad de esos vínculos varía dentro de la UCU. “Hay empresas que presentan con la universidad proyectos de investigación y desarrollo que son financiados totalmente por la empresa, algunos se presentan para conseguir fondos de otras organizaciones y también hay financiación de trabajos finales de grado”, además del vínculo que se da con las pasantías que los estudiantes realizan en las empresas.

“A los estudiantes les gusta mucho. Desde hace años estamos ampliando el aprendizaje activo y para ello es necesario tener problemas reales. Cuando los estudiantes saben que lo que están tratando de resolver es un problema real que trajo una empresa los motiva muchísimo más”, dice Miguez.

La Universidad de Montevideo (UM) también tiene diversos formatos de colaboración con el sector privado. Un ejemplo es el Centro de Innovación en Organización Industrial (CINOI), que funciona dentro de la Facultad de Ingeniería (FIUM). “En estos últimos 5 años hemos realizado más de 30 proyectos con empresas en temáticas tales como digitalización de procesos, transformación digital de empresas, implementaciones y estudios sobre logística y transporte de carga sustentable, análisis de soluciones para mejorar la distribución de mercaderías en las ciudades, implementación de procesos de mejora continua, estudios de viabilidad sobre la introducción de vehículos eléctricos en el país, entre otros”, declaró a El Observador Daniel Jurburg, director del CINOI .

El rol de las empresas en los proyectos varía, ya que puede ser como miembros y/o espónsores de las actividades o en formato de cofinanciación, donde forman parte en calidad de apoyo o de socios. En la parte académica, también pueden participar patrocinando eventos para alumnos y para preuniversitarios o aportando desafíos para que los alumnos resuelvan en clase.

“Del lado de la empresa el beneficio es que tienen la posibilidad de descubrir joven talento, y aprovechar estas sinergias con la academia para potenciar sus procesos de innovación e investigación, y animarse a desarrollar y poner en práctica nuevas ideas beneficiosas para sus modelos de negocio. Les permite, además, ampliar el impacto social de las empresas, permitiendo que sus profesionales derramen su conocimiento hacia la sociedad”, dice Jurburg.

También dentro de la FIUM, cada vez que se hace un plan de estudio realizan rondas de entrevistas o focus groups con altos ejecutivos del área de la carrera a desarrollar. Según Rafael Sotelo, director del área de investigaciones de dicha facultad, otra modalidad de participación es a través de la donación de becas completas para estudiantes seleccionados por un comité compuesto por la UM y la empresa.

En el caso de las carreras de Ingeniería en la UM, el trato con las empresas es inevitable para los estudiantes, que deben cumplir de forma obligatoria con tres pasantías a lo largo de su carrera. “Se busca tener un profesional joven que a los 23 años esté recibido y no queremos que se reciba sin saber del mundo laboral”, explica.

De la teoría a la práctica

Uno de los pilares de la Universidad ORT Uruguay es su orientación práctica para aplicar los conocimientos al mundo real y al mercado laboral, lo que le demanda un vínculo estrecho y continuo con las empresas e instituciones que impactan en la sociedad.

Un ejemplo de ello es el vínculo que tiene el área de Ingeniería, en la que los estudiantes de todas las carreras —desde Sistemas a Biotecnología, pasando por Electrónica, Telecomunicaciones y Eléctrica—realizan en el último año un proyecto de “la vida real”. “Este proyecto puede ser realizado para una empresa que tiene un ‘escenario a resolver’ o puede ser la construcción de una primera versión de un producto para la creación de una startup”, explica Eduardo Mangarelli, Decano de la Facultad de Ingeniería y agrega que el objetivo de la experiencia es “que los estudiantes tengan un vínculo directo con el mercado, con clientes reales y pongan en práctica todos los conocimientos adquiridos para construir una solución de valor para alguien más”.

La Facultad de Comunicación y Diseño también mantiene un vínculo estrecho y duradero con el sector empresarial. La Escuela de Diseño ha consolidado durante 15 años un espacio donde los estudiantes, en su etapa final de carrera, desarrollan de forma multidisciplinaria proyectos creativos de diseño para clientes reales. Al momento, 671 empresas asumieron el desafío de trabajar con estudiantes, que proponen cambios y desarrollan soluciones innovadoras a sus problemas, y para este setiembre se han postulado 146 empresas más.

En 2021 la facultad también firmó un acuerdo con Musitelli Films, para promover prácticas, pasantías y puestos de trabajo reales en el campo audiovisual, una industria en pleno auge. “También ha desarrollado campañas de bien público junto a agencias como Young & Rubicam, concursos de videojuegos a nivel nacional con ANTEL y el LATU, entre otras actividades que buscan la aplicación de los conocimientos de los estudiantes en la vida real, durante su etapa de formación”, agregó Eduardo Hipogrosso, Decano de la Facultad de Comunicación y Diseño.

La Universidad de la República también cuenta con pasantías en empresas como forma de evaluación de los estudiantes. Patricia Ponti, coordinadora de la Unidad de Prácticas Curriculares (UPC) en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) de la Universidad de la República, explica que, “tomando en cuenta que también se aprende trabajando, generamos convenios con distintas instituciones y empresas para que, en caso de haber oportunidades laborales, hagan los llamadas a través de la Unidad para que los estudiantes puedan conseguir una experiencia laboral, que además se les reconoce como créditos en la escolaridad”. Además, la UPC organiza una feria de empleo, en la que las empresas brindan charlas, talleres e instancias de intercambio para mostrar qué está necesitando el mercado laboral.

Y si bien los tiempos en la revisión de los planes de estudio de la Udelar no se cambian de un año a otro, sino que los procesos llevan más tiempo, en la FCEA semestralmente se analiza si la oferta de la facultad es la más adecuada y se suman nuevas materias opcionales para mantener actualizado el perfil de los egresados en función de lo que pide el mercado.

En el caso de la Universidad de la Empresa (UDE), las prácticas de los estudiantes en empresas son cruciales para ciertas carreras, como Educación Física, Fisioterapia, Imagenología y Diseño, por eso la institución tiene convenios puntuales, como es el caso del acuerdo con Casa de Galicia para hacer las prácticas de las carreras vinculadas a la Salud.

A su vez, la UDE cuenta con un consejo asesor de empresarios en cada ciudad en la que tiene sede (Colonia, Montevideo y Punta del Este), con el fin de conocer las necesidades que tienen las empresas respecto a los empleados. “La universidad tiene que proveer a los alumnos de aquellas carreras que están solicitando las empresas”, señala Carolina Abuchalja, directora de Facultades y Miembro del Rectorado.

Con nombre propio

Según Nicolás Gambetta, coordinador académico de Postgrados en Contabilidad e Impuestos, de la Escuela de Postgrados en Negocios de la Facultad de Administración y Ciencias sociales de ORT, la facultad debe estar conectada con el mundo de los negocios para poder formar profesionales preparados para desempeñarse en un entorno global dinámico y competitivo.

“Las cátedras interdisciplinarias están vinculadas con la visión de la Escuela de Postgrados en Negocios de la facultad, ya que esa visión consiste en desarrollar una Escuela de Negocios de clase mundial, ágil en sus cambios y orientado a los temas del futuro”. En ese sentido, y con el fin de incorporar en los programas académicos los temas relevantes en la práctica profesional, la facultad creó una serie de cátedras interdisciplinarias en forma conjunta con las grandes firmas profesionales a nivel internacional y nacional.

“Un ejemplo de esto es la Cátedra de Gerencia y Contabilidad para el Desarrollo Sostenible que hemos creado en forma conjunta con Deloitte, que promueve el acercamiento de la academia al sector público y privado en el área de desarrollo sostenible a lo largo de toda la región”.

Otra de las cátedras interdisciplinarias son la de Internacionalización de la Profesión Contable creada junto a PwC; la de Gestión de Riesgos creada en conjunto con CPA Ferrere y la de Transformación Digital y Ciberseguridad en conjunto con KPMG.

Rodrigo Ribeiro socio de Advisory Services de KPMG Uruguay, señala que la colaboración de empresas en cátedras enteras es una práctica habitual en los países desarrollados, en especial de aquellas firmas que se dedican a asesorar a otras empresas. “Nuestra firma siempre ha colaborado con la formación académica. Incentivamos a que nuestros profesionales participen en las universidades, transmitiendo todo el conocimiento adquirido a los estudiantes”.

Crocreación aplicada

La escuela de negocios IEEM de la UM no cuenta con programas académicos que dependan de una empresa, pero sí tienen el Centro de Investigación Grant Thornton, financiado por la empresa y en el que los docentes investigadores del IEEM trabajan en conjunto con profesionales de la consultora internacional realizando investigaciones sobre innovación, transformación digital y tecnología aplicada a empresas.
“A través de ese centro tenemos un convenio con Mercado Libre, que acabamos de lanzar para hacer ciencia de datos sobre la base de datos gigantesca que tiene la compañía del sector inmobiliario, para generar indicadores, estadísticas, encontrar tendencias y patrones. A la empresa le interesa que se genere información y nosotros desde el IEEM articulamos eso con los profesores del centro de investigación y con las capacidades de ciencia de datos que tiene la consultora”, explicó a El Observador Pablo Sartor, director académico del IEEM y Consultor de Negocios de Grant Thornton Uruguay.
El objetivo del convenio con la pata Mercado Inmobiliario de Mercado libre es enriquecer el Reporte de Mercado Inmobiliario publicado cada trimestre. “Además del análisis de la oferta, demanda y variación de precios de venta y de alquiler en Montevideo, encontrarás una serie de indicadores que permiten anticipar estadísticamente cómo evolucionará el mercado inmobiliario”, explican desde el IEEM en sus redes.
“Generamos investigación aplicada al mundo de las empresas, relevante para la toma de decisiones en empresas”, señala Sartor. En cuanto a la pata académica, el IEEM escoge a sus docentes en función de su idoneidad para la materia y no en base a acuerdos con empresas, por eso no tiene cátedras esponsoreadas por una firma.
Por otro lado, la escuela también posee un Consejo Asesor Empresarial (CAE), formado por empresarios que exalumnos del IEEM, al que acuden periódicamente para recoger las inquietudes del empresariado en cuanto a las necesidades de formación, “es un insumo para el diseño de los programas, los contenidos que se desarrollan y las capacidades”.
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