China: a la gran fábrica del mundo se le caen engranajes

Diferentes países evalúan relocalizar sus producciones. ¿Qué oportunidades hay para Uruguay?

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11 de mayo de 2020 a las 05:00

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La llaman la fábrica del mundo. Pero se empieza a hablar de un nuevo cisne negro -suceso sorpresivo y de alto impacto- que podría modificar una realidad que se volvió más evidente con la llegada del coronavirus: el peso que tiene China en las cadenas de producción de las empresas. Solo en Wuhan, ciudad donde se originó la pandemia, 51.000 empresas alrededor del mundo tenía uno o más proveedores directos, según cálculos de la firma de análisis y datos corporativos Dun & Bradstreet. Además, 938 de las 1.000 compañías Fortune contaba con proveedores de primer o segundo nivel en esa región. 

Con la crisis del covid-19, las empresas que centralizaban gran parte de sus producciones en el gigante asiático quedaron paralizadas o tuvieron que salir -corriendo- en busca de nuevas fuentes de suministro y centros de fabricación para continuar operando. Y ahora hay quienes señalan que este fenómeno llamado relocalización (o reshoring) podría haber llegado para quedarse. Los analistas apuntan que esta crisis vendrá acompañada de una reconfiguración de las cadenas globales de valor; principalmente, de una diversificación de los centros de producción, o de los principales proveedores, para mitigar los riesgos de concentrarlos en un único lugar. Con esto, el "made in China" perdería fuerza y el "made in the world" (hecho en el mundo) se convertiría en la fórmula ganadora. 

Un estudio de la Cámara Alemana de Comercio en China, sobre 2019 y 2020, reveló que un 25% de las empresas alemanas planean abandonar China por completo, mientras que un 23% lo está considerando. El resto señaló que transferirá parte de su negocio y producción hacia otros países. La relocalización, entonces, no es un asunto del todo nuevo, aunque sí podría potenciarse, como lo hizo también la transformación tecnológica. 
En Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump ejerce ahora una presión mayor que la de antes del covid-19 para que las empresas muevan -hacia Estados Unidos u otros destinos más cercanos- tanto a sus proveedores como su fabricación de China. Incentivos fiscales y posibles subvenciones a la reubicación son algunas de las medidas que se consideran para estimular esos cambios. 

El director de la Organización Mundial de Zonas Francas, el uruguayo Juan Opertti, avizora que no habrá deslocalizaciones solo en China, sino que las empresas querrán tener sus centros diversificados en distintas latitudes. Pero a raíz del coronavirus, "hay una reacción natural de empresas de Estados Unidos y Europa a evaluar otras latitudes fuera de China", indicó.

Para Nicolás Albertoni -investigador del laboratorio de Economía Política Internacional de la Universidad del Sur de California- las relocalizaciones son "un cisne negro dentro del cisne negro" del coronavirus, y así como la interconexión global generó caídas en efecto dominó, las reactivaciones también serán más rápidas. En este caso, considera que la crisis actual "sin dudas dejará un efecto memoria y las cadenas logísticas se van a convertir para siempre".

Y en todo este asunto Uruguay tiene oportunidades, según los expertos. 

Subirse al tren

Opertti lo expresó lisa y llanamente: "Para Uruguay, esto puede ser una bendición". Manifestó que se producirá un "aluvión" de empresas buscando otras localizaciones y que Uruguay tiene que presentarse como un nodo elegible para la atracción de inversiones en diversas áreas.  

Gabriel Rozman, presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China, cree que no hay que dejar pasar este tren, ya que el mundo se moverá rápido. "Todo el mundo va a tratar (de recibir inversiones). Como todos los demás, tenemos que movernos rápido, porque el mundo se va a mover rápido para contrarrestar el covid-19. No hay que pensarlo mucho; hay que empezar a actuar ya", señaló. 

Por su parte, el presidente de Zonamerica, Orlando Dovat, considera que "sin dudas hay una oportunidad para Uruguay", ya que habrá plantas que se desmantelen en China y se instalen en otros países, "principalmente en Estados Unidos, que ha sido el principal interesado en crear condiciones para atraer y generar mano de obra", señaló. Destacó que el gobierno norteamericano dejó abierta la posibilidad de que países "amigos" se beneficien de esta oportunidad. Sin embargo, opinó que es un tema delicado para Uruguay, ya que se trata de "manejarse en medio de dos amigos que no se llevan bien" como Estados Unidos y China. "Uno tiene que mantener la amistad y relación comercial con ambos y hay que saber hacer estas cosas", sostuvo. De todas formas, estimó que habría que atraer inversiones "sin molestar a ninguno". Con esto se refiere a la posibilidad de traer a Uruguay operaciones que para ellos sean pequeñas, pero grandes para Uruguay.

Las oportunidades

 

Según Opertti, en manufactura Uruguay tiene la oportunidad en cadenas globales de alto valor agregado, relacionadas también a la agroindustria y que den respuesta al futuro del trabajo. También considera que hay que continuar fortaleciendo cadenas de valor asociadas a la celulosa. 

El presidente de la Cámara Industrial de Alimentos, Fernando Pache, opinó que se podrían generar condiciones para "ofrecer nuestro territorio a China como diversificación de la localización", con mayor cercanía para atender a sus clientes. "Yo le daría todo el territorio de Bella Unión a los chinos en calidad de zona franca, para que tengan el stock ahí. Uruguay es un buen trampolín para eso porque está muy bien ubicado en ese sentido", añadió.

Opertti visualiza que Uruguay podría convertirse en un centro de distribución regional de comercio electrónico. "Tenemos lo tradicional, de Uruguay como concentrador de mercaderías para distribución regional, pero tenemos esta otra gran oportunidad en ecommerce", apuntó. Un posicionamiento de Uruguay como centro de distribución de ecommerce, daría respuesta a operarios desempleados de instalaciones fabriles. "A través de capacitaciones tenemos que generar empleabilidad. Los centros logísticos de ecommerce son muy intensivos en mano de obra femenina y masculina. Ahí es donde aparecen miles de metros cuadrados. ¿Imaginate un centro logístico de Amazon en Uruguay?", disparó.

Sobre ese punto, reparó en que Uruguay tendría que definir una cadena logística competitiva a nivel de costos para ofrecerse como solución de centralización de inventarios para distribución regional.  

Servicios

Las fuentes consultadas coincidieron en que la mayor oportunidad para Uruguay está en los servicios, sobre todo tecnológicos. "Estamos muy bien posicionados para los que quieran sacar servicios de China o India y que los traigan para aquí", subrayó Rozman. Uno de los puntos fuertes es la fibra óptica. Agregó que mientras que en India surgieron grandes problemas para teletrabajar debido a la conectividad, en Uruguay "al día siguiente la gente trabajaba desde su casa como si nada". Albertoni, por su parte, apuntó que los servicios no requieren una relocalización ni escala, sino más bien calidad. "Es muy importante potenciar lo que tenemos. Somos buenos en esto. Vamos hacia un mundo donde los servicios intangibles se van a potenciar muchísimo", indicó. 

 

En tanto, el presidente de Zonamerica señaló que en el sector de servicios se suele hablar de los call center, que a su entender son "lo más simple". Pero cree que existe la oportunidad de ofrecer valor agregado. Para Opertti, las empresas de tecnología hoy buscan estar instaladas cerca de la academia y sentirse parte de un conglomerado. En ese sentido, la ley de parques científicos (19.784) promulgada en febrero de este año "es muy importante para la instalación de empresas" que buscan sentirse parte de un ecosistema. "Estos parques están cerca de centros académicos y están también conjugándose con las cadenas globales de valor", indicó.

De todas formas, en el sector de servicios tecnológicos existe una limitante: la mano de obra. Tanto Rozman como Opertti hicieron hincapié en la necesidad de contar con políticas más agresivas para generar flujos migratorios. Dovat, por su parte, puntualizó que habría que hacer un "enorme esfuerzo" en preparar a las personas. "Hoy se estima que hay un déficit de 2000 puestos de trabajo en el sector tecnológico. Se absorberían inmediatamente", señaló. Contó que Zonamerica trabaja para ofrecer una escuela que permita "rápidamente" y "sin requerimientos mayores" que ser mayor de edad, brindar formación de dos años para estar al nivel de un ingeniero. 

Momento de análisis

 

Según Albertoni, actualmente no se está dando una migración masiva en términos físicos -como mover una fábrica o cambiar de proveedor- pero la relocalización es un tema de conversación cada vez más frecuente. Un punto que se está llevando a la práctica es la digitalización de las cadenas de producción, lo que permite, por ejemplo, conocer por cuánto tiempo sobreviviría si alguna parte se corta. "Antes no estaba tan claro porque parecía algo apocalíptico. Ahora pasó a ser parte del diálogo normal", indicó.

Pexels

Dijo que se vive un "momento de pausa" con escenarios muy distintos en las diferentes regiones, y que la reactivación de la demanda del norte podría ser el punto de quiebre para las relocalizaciones físicas. "Ahí podríamos empezar a verlas. Hoy es un tema más conceptual y de gestión, de pensar que los escenarios que parecían lejanos y extremos son reales, que por dos meses nadie se movió y las fábricas cerraron", indicó.

A este debate se le va a agregar un análisis sobre los riesgos de relocalizarse. Según Albertoni, puede que en China se vean escenarios de proteccionismo "mucho más agresivo" en la reducción de costos de mano de obra, ya que "saben que es donde se le puede ganar a los análisis de factibilidad". En esa línea, subrayó que no se trata solo de la salubridad y la contingencia, sino que los costos de la cadena van a seguir primando. "Nada de esto va a ser masivo si no hay cambios importantes en los costos de mano de obra. Si como empresario me dicen que algo como esto va a surgir cada diez años y es un costo muy grande, pienso que me suben pero una vez. En cambio, si asumo costos por año por la relocaliación para reducir ese costo que me viene cada diez años, no tengo un incentivo para hacerlo", dijo. Añadió que si se vuelve a la misma lógica de costos mensuales dentro de uno o dos meses, los empresarios podrían contar una presupuestación para esos casos extremos. "Pero no sé si me van a incentivar para un cambio físico", agregó. 

Entre regiones

La mayor diversificación de las producciones dejará instalada una competencia mundial por atraer esas inversiones. Según Opertti, este fenómeno no será un "tren del plata", sino que "transiberiano". "Todos los países se presentarán con una propuesta de valor inteligente", apuntó. Albertoni no cree que las relocalizaciones se piensen país por país, sino más bien por regiones. "Se tratará de tener patas en diferentes regiones", subrayó. Actualmente, dijo, el "made in the world" existe, pero cuando se desagrega se percibe que en realidad entre un 40 y 50% se produce en una misma región. 

Al entregar sus proyecciones de crecimiento para los países de la región, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) recalcó que la crisis provocará en el mediano plazo cambios estructurales en la organización productiva, el comercio internacional y el actual modelo de globalización. "Debemos pensar el futuro de la región en la nueva geografía económica ante la elevada dependencia de manufacturas importadas”, indicó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena durante la presentación del informe. “Se requieren políticas industriales que permitan a la región fortalecer sus capacidades productivas y generar nuevas capacidades en sectores estratégicos”, apuntó.

Albertoni afirmó que América Latina está entre los continentes con oportunidades, aunque hay industrias con las que no se puede competir con Asia, como la textil. Considera, sin embargo, que hay otras subindustrias "interesantes", como la aumotriz, que está "muy compartimentada". "Hay que agrandar un poquito más la cadena, mostrar que podemos un poquito más y ser parte de la respuesta de diversificación que se va a necesitar", señaló. 

 

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