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Coches autónomos de Uber experimentaban problemas antes del accidente mortal
Los coches autónomos de Uber no cumplían con las expectativas; por ejemplo, no podían conducir 20 kilómetros sin la intervención de un humano, según una investigación del diario New York Times. La semana pasada un vehículo de esta compañía atropelló y mató a una mujer en Tempe, Arizona.
Entre los problemas registrados, los automóviles de Uber sufrían desperfectos cuando circulaban por zonas en construcción y al lado de vehículos altos.
Waymo, anteriormente de Google, dijo que en las pruebas en las carreteras de California del año pasado, sus autos recorrieron un promedio de casi 9.012 kilómetros antes de que el conductor tuviera que tomar el control de la computadora para evitar problemas. A partir de marzo, Uber estaba luchando por cumplir su objetivo de 20 kilómetros por "intervención" en Arizona, de acuerdo con 100 páginas de documentos de la compañía obtenidos por New York Times.
De acuerdo con el diario, se les pidió a los conductores de pruebas de Uber que hicieran más kilometraje. Y también hubo presión para cumplir con el objetivo de ofrecer un servicio de automóviles sin conductor antes de fin de año e impresionar a los altos ejecutivos.
El accidente, que ocurrió el domingo 18 por la noche, fue un revés importante para Uber, que ha estado tratando de mejorar su imagen desde que Dara Khosrowshahi reemplazó a Travis Kalanick como director ejecutivo de la compañía en una desordenada transferencia de poder en agosto pasado. En febrero, Uber también resolvió una larga batalla legal con Waymo.
El lunes 19 Uber suspendió las pruebas autónomas en Arizona, Pittsburgh, San Francisco y Toronto. No está claro cuándo se reanudarán.
El Departamento de Policía de Tempe está investigando el accidente y no ha determinado si el automóvil tuvo la culpa. Según la Policía, el automóvil, con un conductor de seguridad y que funcionaba en modo autónomo, no disminuyó la velocidad antes del impacto.
Un video filmado desde la cámara del tablero del vehículo mostraba al conductor de seguridad mirando hacia abajo, lejos de la carretera. También parecía que las manos del conductor no se movían sobre el volante, que es lo que los conductores deben hacer para que puedan retomar rápidamente el control. La mujer, empujando una bicicleta al otro lado de la calle, apareció en la cámara justo antes de ser golpeada.
