Cómo ahorrar e invertir para asegurarse una jubilación digna

Con un sistema jubilatorio al borde de colapsar, expertos analizan las opciones para que el retiro no se convierta en una pesadilla

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06 de julio de 2020 a las 05:00

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Jubilación proviene del latín iubilare, que significa ‘expresar alegría’. La palabra se ajusta al contexto en el que estos sistemas fueron creados: quienes llegaban a la edad de jubilación eran unos pocos y la cantidad de trabajadores que aportaba para cada uno de ellos era más que suficiente para que se aseguraran una vejez económicamente digna. 

El libro de la experta en inversiones Stephanie Shellman, Mi dinero, mi problema lo explica claramente: con 20 trabajadores por jubilado, cada uno aporta muy poco al sistema y "todos viven bien". Pero con el tiempo la situación se fue revirtiendo. La esperanza de vida aumentó y la natalidad bajó. Hoy, en Uruguay, hay solo cuatro trabajadores por cada jubilado. Debido en buena parte a estos factores, el sistema previsional uruguayo fue mostrando señales cada vez más patentes de agotamiento que permiten a los expertos advertir que para las nuevas generaciones el panorama es muy poco alentador. La palabra jubilación, entendida como júbilo se acerca a la ironía, ya que una jubilación digna que dependa únicamente del sistema previsional será algo cada vez más difícil –o en algunos casos imposible– de alcanzar. 

"El gran problema es que antes había muchos jóvenes que trabajaban para los viejos. En 1950 eran 12 trabajadores por cada jubilado y funcionaba perfecto, porque cada trabajador sacaba  7% de su salario. Para 2050, serán menos de tres trabajadores por cada jubilado", alertó Shellman en entrevista con Café & Negocios. La experta se pregunta "qué tan solidario" es el sistema previsional actual. "Para tus abuelos, muy. Para ti, no tanto", disparó.  

Rodolfo Saldain, autor del libro La era de los nuevos viejos y experto en seguridad social, entiende que "claramente no hay chance" de alcanzar una seguridad económica producto de la jubilación, "con recursos del Estado para bancar a más cantidad de personas mayores que viven más tiempo". 

La presidenta de CFA Society Uruguay, Barbara Mainzer cree que si no se hacen ajustes importantes pronto, esta tendencia empeorará hasta un punto en que "no se va a llegar a pagar las prestaciones". "Mirando el mundo, los planes de beneficios definidos como el BPS se han ido reformulando. En Estados Unidos, hay empresas que daban al empleado su sueldo mientras trabajaba y la jubilación cuando dejaba de trabajar. Hay empresas que quebraron porque esos planes, con el aumento de la longevidad y la relación activo y pasivo se han vuelto insostenibles", indicó. 

Empezar por uno

Es un problema que parece cada vez más difícil de resolver por los  gobiernos. Los expertos, entonces, indican que asegurarse una jubilación digna dependerá cada vez más de cada individuo. ¿Cómo? Ahorrando e invirtiendo. 

"La única forma de afrontar este problema es prepararse a tiempo, mientras estemos a tiempo", señaló Mainzer. Para Shellman, en tanto, "lo más solidario" a la hora de pensar en el problema de la jubilación, es comenzar por uno mismo, "que cada uno trabaje y use sus años de trabajo para bancar sus gastos actuales y los que tendrá de jubilado", subrayó.

Por su parte, el gerente de inversiones de Nobilis, Jeronimo Nin, dijo que al comenzar a invertir temprano "podés hacer mucho". "Cuando empezás a separar desde los 25, 30 años montos relativamente chicos, de mil dólares, los ponés en los mercados de acciones y les das 30 años para que vayan acumulando los rendimientos, ahí realmente podés obtener muy buenos resultados", apuntó. 

 

La fundadora de Shellman Wealth plantea en su libro una forma de calcular cuánto va a gastar cada persona al momento de jubilarse: sumar el monto a gastar por años ajustado todos los años por inflación: "Si hoy tenés 65 años, esperás vivir hasta los 90 y querés retirar US$ 1.000 por mes, gastarás US$12.000 este año y un total de US$ 410.000 durante tu vida".

Por otro lado, si la persona hoy tiene 30, piensa jubilarse a los 65 y vivir hasta los 90, su gasto total será más del doble, ya que deberá gastar US$ 2.373 el primer mes de su jubilación para comprar lo mismo que hoy con US$ 1.000. "Tu gasto total entonces será de casi US$ 973.000". 

El primer paso

Una vez que se deja de ignorar el problema de la jubilación, el primer paso es el ahorro. 

No obstante, ahorrar es algo cada vez más desafiante para las sociedades actuales y las nuevas generaciones. Saldain considera que el ahorro está en permanente conflicto con la propensión al consumo presente. "Generalmente los humanos en todo el mundo subestiman la cantidad de recursos que van a precisar en la vejez", dijo. En la misma línea, Mainzer cree que en sociedades como la uruguaya "el consumo presente nos pisa mucho". 

Lo cierto, según las fuentes consultadas, es que cuanto más temprano se empiece a ahorrar, mejor.

Shellman cita en su libro una frase de Warren Buffet que resume cómo debería ser el hábito de ahorrar: "no ahorres lo que queda después de gastar: gastá lo que te queda después de ahorrar". 

La clave, para Mainzer, es pensar en el ahorro como si se tratara de la cuenta de luz. "Siempre aparto la plata (para la luz) porque si no me la cortan. El ahorro no es lo que sobra; es lo primero que aparto", subrayó. 

Shellman señala que todas las personas ahorran, ya que existen dos formas –aunque muy distintas– de ahorro: para uno mismo y para otros. Por ejemplo, al comprar una casa, aunque se utilice un crédito hipotecario, parte de lo que se gasta se paga al banco como tasa de interés, mientras que la otra parte es ahorro propio. También se ahorra para uno mismo al aportar a una AFAP. "Tu cuenta en la AFAP es una cuenta de ahorro para la jubilación y es tuya para usar con ese fin o para dejar a tus herederos si no la llegaras a usar en vida", señala en el libro. En cambio, se ahorra para otro inversor cuando se alquila una casa, cuando se compra algo que no se necesita o al comprar a crédito. 

Saldain dijo que en Uruguay, los instrumentos de ahorro son pocos y que las AFAP tienen "un problema de diseño importante", relacionado por un lado con la doble tributación –al ahorrar y al cobrar– y con el acceso a los fondos, que a su entender deberían tener liquidez para ciertos casos, como una enfermedad. 

Uno de los productos para ahorrar son las rentas vitalicias, ofrecidas por las empresas de seguros. "En el caso del Banco de Seguros del Estado (BSE) la persona decide cuánto puede ahorrar por mes y en función de eso, el beneficio que pueda obtener. Siempre requiere capacidad de ahorro", señaló Saldain, quien cree que la oferta existente "es bastante limitada" y con poca difusión. 

En su libro, Shellman apunta que el problema con los seguros de ahorro o jubilación es que ofrecen una tasa de crecimiento muy baja y prometen un monto nominal dentro de muchos años en el futuro. Por ejemplo, si una persona elige una compañía de seguros a los 30 años que promete pagar un capital de US$ 150.000 cuando cumpla 65, pagando US$ 3.000 de forma anual, el aporte será de US$ 105.000, pero lo que podrá comprar con eso a los 65 equivaldrá a US$ 63.205. Para la experta, es importante contratar un seguro para "calamidades que no podrías resolver solo", como un seguro contra discapacidad o asegurar una casa. Sin embargo, no cree que sean productos que sirvan para garantizar una jubilación digna. 

MetLife ofrece un seguro de vida y ahorro que permite, al mismo tiempo que cubrir ante una situación inesperada (a nivel laboral, salud o fallecimiento) la posibilidad de generar un ahorro como complemento jubilatorio. Según el gerente general de la empresa para Uruguay, Guillermo Heyer, este producto "asegura una rentabilidad en pesos del 4% anual, aunque históricamente ha promediado un 10%". Según Heyer, en Uruguay las personas empiezan a pensar en un complemento para su retiro –para continuar con el mismo nivel de vida que tenían– en el entorno de los 30 años. "La importancia de comenzar a ahorrar a edades tempranas es vital para obtener un buen 'colchón financiero' al momento de su retiro", indicó.

Como viajar en avión

El proceso de viajar en avión, para Shellman, es "muy parecido" al de invertir. "Cuando invertís tu ahorros, confiás tu bienestar futuro a personas que no conocés bien y a un proceso que no entendés en detalle", indica. Mainzer lo comparó con la práctica médica. Apuntó que para invertir es necesario apoyarse y orientarse en alguien capacitado. "Invertir y ahorrar está lleno de emociones. Hay muchas dudas y es importante tener a alguien capacitado y confiable, que sepa y tenga altos estándares de ética y profesionalismo. ¿Te dejarías operar por alguien que no estudió medicina?", puntualizó. 

Como a la hora de planificar un viaje, para invertir el primer paso es definir el objetivo. "Si mi objetivo es comprarme una casa en seis meses o un año, invierto en productos con muy baja volatilidad. Si es para 30 años, puedo invertir en activos financieros con mayor potencial de retorno y volatilidad, porque si mi horizonte es largo y el mercado cae, tengo tiempo de recuperar", explicó la presidenta de CFA Society Uruguay. Añadió que es un proceso "simple pero no fácil": hay que definir objetivos, cuantificarlos, ubicarlos en una línea temporal y priorizarlos. 

Shellman propone una forma de calcular el capital financiero acumulado al momento de llegar a la jubilación: "Si suponemos que lográs invertir tu capital financiero a una tasa igual a la inflación durante tus años de retiro y además gastás todo tu capital en vida, es sencillo estimar tu número. Primero tenés que estimar el monto anual que deseas retirar el primer año de tu retiro. Para llegar al número deseado, solo deberás multiplicar el retiro del primer año por los años de retiro". Mi dinero, mi problema ofrece una herramienta online para hacer el cálculo.

Fondo de reserva

Aparte de invertir para la jubilación, Mainzer aconseja –principalmente a quien tiene una familia a cargo– contar con un fondo de reserva. Este fondo podría ser un depósito en un banco de "muy corto plazo" u otras opciones con mucha liquidez y seguridad. Luego, si el objetivo financiero es la jubilación, lo recomendable es hacer inversiones con mayor volatilidad. "Cuánto mejor estaríamos hoy si tuviéramos un fondo de reserva", expresó. 

Para invertir en la jubilación, Nin aconseja no limitarse a los dólares y utilizar, también, instrumentos en moneda local. Contó en un estudio de la firma demostró cómo en los últimos 50 años, las unidades indexadas (UI) le ganaron al dolar en un 3% por año. "Cuando un inversor invierte pensando en la jubilación, que tiene horizontes temporales tan largos, realmente hace mucho sentido pensar en invertir en moneda local. Las jubilaciones son en pesos uruguayos porque son para personas residentes en Uruguay y te protegen de la inflación", añadió. 

El ejecutivo recomienda armar una estategia con un asesor financiero que ayude a planificar los objetivos, a entender por qué y para qué se realiza la inversión.

Hace un año, Nobilis lanzó un fondo de inversión -autorizado por el Banco Central del Uruguay- actualmente con US$55 millones de activos y más de 400 clientes. "Es un producto que apunta justamente a que el inversor ponga el dinero a trabajar", detalló. Hacer buenas inversiones, explicó, requiere de plazo y tiempo. "Es en un horizonte de  tres, cinco, diez años donde podemos estar seguros de que vamos a obtener buenos retornos, porque los activos financieros suben en el largo plazo", agregó. Quienes invirtieron en este fondo obtuvieron un retorno del 4% (incluso tras la crisis del coronavirus) y el objetivo es que sea de entre 5% y 7%. 

Pocas opciones

 

 

Tanto para Shellman como para Mainzer, en Uruguay aún son pocas las opciones para invertir. Lo que falta, sobre todo, son productos sencillos. "Cuando mirás portafolios de inversión, los activos por excelencia que generan retornos de largo plazo son acciones o private equity (capital inversión). Las opciones que tenés son abrir una cuenta en un banco e invertir afuera, pero los mínimos son grandes", explicó Mainzer.

Para ambas especialistas, se trata de un tema cultural. Mainzer dijo que en Estados Unidos, la mitad de los hogares tienen dinero en fondos de inversión y que a los estudiantes se les enseña sobre inversiones. "Acá es algo un poco lejano. Estamos en el debe con todo eso", dijo. Shellman cree que es como "el huevo y la gallina": faltan productos porque también falta una demanda que aún ignora el problema de las jubilaciones. "Este tema es algo muy nuevo que empieza a generar demanda de gente joven que tiene poco capital y quiere empezar, que antes no estaba. El problema que tenemos en la banca es que todavía se ve dando un servicio e inversiones a personas que tienen mucho dinero", apuntó.

Mainzer considera que los fondos de inversión "y vehículos similares" son idóneos para pequeños inversionistas, pero las opciones para este público aún son pocas. "Los bancos ofrecen banca privada a sus clientes y hay decenas de asesores de inversión y corredores de bolsa, productos de las aseguradoras. Para el pequeño inversionista todavía son pocas y es un mercado que se tiene que desarrollar".

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